Por Javier Edwards Renard
Crítico Literario

Iván Quezada es un escritor que se las trae. Poeta, cuentista, cronista, con una obra no menor —apreciada por lectores de nuestro país y el extranjero—, sabe del uso de la palabra, sabe de libros y escribe de esa manera literaria que hace del oficio el acto de aquellos que no pueden sino recurrir al lenguaje como su manera de exorcizar el silencio que no dice nada y nos deja en la estupidez.

Como poeta, es uno que articula versos profundos, duros, oscuros, no exentos de ironía y, a veces, hasta gestor de un sutil sentido del humor que es el guiño de los que entienden el tramado complejo de la vida y sus emociones. Muchas veces, también, Quezada el poeta y escritor, se deja llevar por su lado romántico y melancólico, sin dejarse vencer por lo que podría entenderse como sensiblería.

Pero en este libro, El administrador de almas, su primera novela, el hombre de la palabra y los libros se pone a prueba saliendo de su zona de confort, no sólo en lo que respecta a la exploración de sus habilidades en un nuevo género literario, sino porque da rienda suelta a su capacidad de articular un relato que renuncia por completo a su contención poética, la brevedad del cuento o el ejercicio analítico de la mirada que renuncia a la ficción.

En este texto original, alegórico, descabellado, valiente, irónico, burlón, en que nos encontramos con personajes inverosímiles y situaciones intencionalmente improbables, Iván Quezada escribe, quizás, en un país como el Chile de hoy, la novela más cuerdamente loca y acertada de los últimos tiempos. Aquí encontramos extraterrestres, un Dios, un señor Iturralde y la rubia del mismo apellido que hace suspirar al escritor, que es el personaje que escribe y en torno al cual Quezada hace cruzarse personas, hechos, ciudades, idiomas, posibilidades en una suerte de caleidoscopio de una realidad en la que todo puede ser. Everything, everywhere, all at once, como en la película de Dan Kwan y Daniel Scheinert que arrasó con los premios Oscar de 2022; pero a escala local y con un mensaje al mismo tiempo hilarante y sin concesiones que va directo a la médula de este país —Chile— extraviado en los intersticios de una realidad que no pareciera capaz de entender.

El administrador de almas es el debut novelesco de un escritor con varios libros en el cuerpo, es un texto que no se puede recomendar sintetizando su trama. Es una novela que cabe destacar, porque sorprende en su originalidad y desparpajo, porque en medio de lo increíble nos entrega la mirada fulminante de un dios con minúsculas, lúcido y delirante, que dice y denuncia a través de una historia que nos mantiene en suspenso, obligándonos a leerla de una vez.