Discurso de inauguración II Encuentro Chileno de Minificción

Estimadas amigas/os:

Porque está en la expectativa y el lema de este Encuentro, seré breve, mínimo en palabras.

Letras de Chile es una organización de escritores y amigos del libro y la lectura que existe y actúa obstinadamente desde el año 2000, animada por el deseo de promover la lectura y difundir la literatura.

Creemos haber realizado un aporte contundente y continuo a la difusión y el conocimiento de la literatura aquí en Chile y en el extranjero. Y tenemos la voluntad de seguir haciéndolo; he aquí la prueba viva de esta afirmación.

Realizamos un esfuerzo sostenido por espacio de 8 años organizando encuentros directos de escritores con el público lector, difundiendo la literatura chilena y universal por todos los medios posibles, fomentando la amistad entre el mundo hispanoamericano. Visiten nuestra página web letrasdechile.cl, una de las más antiguas y prestigiadas del país en su ámbito, y que está a punto de ofrecernos innovaciones que marcarán época. Conozcan también nuestro proyecto TENEMOS TANTO QUE CONTAR, donde mediante una asociación con el HOGAR DE CRISTO y UN TECHO PARA CHILE,  se convierte adultos mayores en contadores de cuentos que hacen las delicias de los chicos en los campamentos y comunas más pobres de la región. Y todas aquellas actividades que nuestros socios, voluntarios y amigos despliegan en colegios, universidades, liceos, campamentos y organizaciones sociales.

Lo que hacemos lo hemos hecho convencidos de que la lectura literaria se correlaciona con el desarrollo de las virtudes y valores más altos de la humanidad: la inteligencia, la cultura, la solidaridad, padres y madres de la libertad y la justicia con las que seguimos soñando.

Nos congrega nuevamente el microcuento. Apenas en Agosto del año pasado estuvimos aquí mismo, inaugurando el concepto de los Encuentros de Minificción en Chile, y tuvimos ocasión de compartir con investigadores, profesores y escritores cuya mirada está puesta en este nuevo género.

Contamos con un elenco internacional de primera, que le otorga a esta segunda versión del SEA BREVE POR FAVOR un realce especial. Nos visitan desde el extranjero Fernando Valls, reconocido investigador, profesor y editor de la Universidad Autónoma de Barcelona; Juan Armando Epple, estudioso, antólogo y autor de la Universidad de Oregon; Irene Andrés-Suárez, profesora e investigadora de la Universidad de Neuchatel; Emma Sepúlveda, profesora de la Universidad de Nevada, María Elena Lorenzin  profesora de la Universidad de Flinders, Australia; a nuestros amigos argentinos Enrique del  Acebo Ibáñez, reincidente en este encuentro, y Roberto Alifano, director de la revista Proa.

No quiero entregarles –por razones de tiempo- la larga y selecta lista que describe nuestra representación local de académicos y autores, todos ellos de primera, ya los iréis conociendo y constatando su considerable aporte al género. Nuestra familia de la minificción prolifera y estrecha lazos; eso nos llena de alegría.

Es momento de agradecer a quienes han hecho posible construir este Encuentro. Al Centro Cultural de España, auspiciador y dueño de esta casa que nos acoge por estos días en Santiago. A las Universidades Finis Terrae y Católica Silva Henríquez, y a LOM Ediciones que nos han brindado su apoyo. A los colegas microcuentistas y a los académicos que han acogido con tan buena voluntad y energía esta iniciativa.

Y tengo que mencionar en forma destacada al colectivo que integra el Comité Ejecutivo, cuyos integrantes han ido entregando lo mejor de cada cual para organizar este evento. Ellos constituyen el recurso principal que ha hecho posible el SEA BREVE POR FAVOR y creo que no hay cómo agradecerles su generosidad, entusiasmo y gran creatividad.

Declaramos abierto este segundo Encuentro, obra sobre todo del milagro de la amistad y el entusiasmo por la literatura. Inviten a todos para los días sucesivos, pues está concebido para compartir. Es una criatura abierta y espléndida, hecha para el placer. Hacemos un paréntesis en el tráfago de la vida para brindarlo a lo verdaderamente importante. El Pulgarcito de la literatura nos convoca: otorguémosle un aplauso. Bienvenidos al ancho mundo de la minificción.

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 Diego Muñoz Valenzuela, 5 de noviembre de 20