Por Max Valdés

Obra escrita por el joven dramaturgo genovés Fausto Paravidino, ganador del premio Ubu 2001. La historia se desarrolla en la cocina de un departamento de ciudad con los personajes Lev, Boris y Erika. Lev y Boris son hermanos; el primero es pasional y posesivo, y el segundo, el mayor, es ordenado y tierno. Boris está enfermo de epilepsia y Lev con probabilidad sufre de una particular forma de depresión.

La relación entre Lev y Boris está en peligro a causa de la presencia ambigua de Erika, compañera de piso y amante antes de uno y después del otro hermano. La joven es un verdadero elemento extraño y molesto en la relación de los dos; de hecho, Erika será alejada para que no pueda más molestar: Lev la matará.

El lenguaje es fluido con muy pocas acotaciones del autor. Construido a partir de frases cortas y asertivas en la cual los tres personajes hablan y discuten, se ponen de acuerdo, se alteran, se callan. La relación es extraña. Erika es “compartida” por los hermanos. Ella es desordenada – lo cual atenta al carácter neurótico de uno de sus hermanos que persigue la limpieza a como de lugar- altanera, deseante, a veces aburrida y pánfila. Despierta el deseo así como el odio. Relaciones bipolares, complejas, celosas.  Llama la atención que el espacio en el cual acontece esta historia es cotidiano y sin alardes de escenificaciones ambiciosas: de la cocina al pequeño living, del living a la cocina. Los desplazamientos son en tiempo presente lo cual le entrega celeridad al relato dramático.

El propio asesinato de la amante, al final de la obra, es limpio, sin alardes y asumido con una naturalidad extraña por parte de los dos hermanos. Esa actitud de indiferencia parece dar cuenta de una enfermedad entre ellos – cuyos padres no están presentes, pero sí son nombrados – como parte de una superrealidad deseada.

El estilo “pinteriano” y minimalista caracteriza la obra Due Fratelli, tragedia en 53 días, donde se representa la insatisfacción, angustia y opresión de los tres personajes. Con su ironía y su inmediatez, el texto y la puesta en escena de la compañía italiana, se dibuja una humanidad caracterizada por relaciones inestables.

Fausto Paravidino nació en Génova el 15 de junio de 1976 y pasó toda su infancia y su adolescencia en Rocca Grimalda, un pueblo de 1310 habitantes del Bajo Piamonte. Siguió cursos de arte dramático en el Teatro Stabile de Génova y formó parte de la compañía de Jurij Ferrini. Autor de numerosas obras teatrales, en octubre de 1999 pone en escena su primer texto (escrito en 1996), Trinciapollo. El año anterior, su pieza Due fratelli obtuvo el premio “Ubu”, ya que “la fuerza del texto, acogido con entusiasmo por el jurado como un soplo de aire fresco, está incluso en el cierre de la obra y, paradójicamente, la autosuficiencia que le permite permanecer como en suspenso, reproduciendo, al mismo tiempo, por juegos de espejos, la mecánica del cotidiano; es un texto ligero que no sube a la cabeza pero expresa una necesidad sincera y nos divierte y nos perturba porque nos concierne a todos”.