Dora Mosquera Macías (1973, Guayaquil) es doctora. Llegó a Chile el 2009 y vive en Pichilemu. El 2022 realizó dos publicaciones de poesía: una antología titulada “Cuando hablo conmigo de ti” y “Vestida del alba”. Ha enviado a Letras alguno de sus poemas.

CUANDO HABLO CONMIGO DE TI

Cuando hablo conmigo de ti, en silencio
viene a mi recuerdo el calor de tu sonrisa.
Y vuelve aquel intenso sobresalto de nuevo,
de no entender lo que el corazón me decía.

Cuando hablo conmigo de ti, en silencio,
con el eco de un suspiro, tiemblan mis prisas;
trajiste luz a un oscurecido cielo.
Me enseñaste que los sueños no mueren con el día.

Cuando hablo conmigo de ti, en silencio,
mis instantes de eternidad cobran vida;
pusiste música a mis notas en invierno,
y le diste otro sentido a mis rimas.

Hoy he hablado conmigo de ti, en silencio,
de todas esas frases perdidas en la brisa,
de ese millón de te quieros al firmamento,
y de esa promesa a mí misma, que grita.

Hoy he hablado conmigo de ti, se oprime mi pecho
por todo aquello que nunca te dije… y quería.
Tal vez un día me devuelva el destino ese momento,
En otra vida, amor, en otra vida…

EL CAMINO DE VUELTA A TU SER

Mariposa prisionera en capullo de seda,
por sus colores atada en un sueño sin fin;
de cuento perdido, heroína y princesa
habitante entre mundos de despertar y dormir;

sonrisas y lágrimas de días infinitos,
con claros de luna, con sombras de sol;
solitario náufrago en un mar de olvidos,
oleaje de ayeres, y destellos de un hoy.

Tú que caminas perdida entre mundos,
buscando en recuerdos, atisbos de ayer,
dormida y despierta, procurando ese punto
que indica el camino de vuelta a tu ser…

CUANDO TE HAYAS IDO

La tarde ha evocado en mi mente tu memoria,
como trae el mar a la orilla la espuma,
como súbita brisa trayendo una vieja melodía,
como marea imponente atraída por la luna;

Así, hoy mi canto te encuentra a la distancia
cual suave eco resonante de un ensueño,
como el coro de las olas en noche de enero,
como sutil susurro que a buscarte llama;

Cuando de mi corazón te hayas ido, sin cuenta darme
perdurará tu legado, adherido a mí como hiedra,
me habrás dado inspiración que me acompañe,
y yo a ti, la inextinguible luz de una estrella.

ALGO MÍO

He perdido algo mío en el camino:
ilusiones, decepciones, tardes frías,
fugaces estrellas, vanidades, ideas vagas,
esperanzas, un café, viejos libros;

Pero hay un eco que se eleva furtivo,
como imbatible ola, rompiendo aquí en el pecho
instantes en secuencia, anhelos, despertares,
al final, encontré lo que es mío en el camino…

VESTIDA DEL ALBA

Finalmente emprendo viaje, siguiendo al sol
la última mirada, a una fotografía… el tiempo llama;
sin más demora, sueños al hombro, vestida del alba,
suelto amarras, se izan las velas, y no hay un adiós.

Quedan atrás una sonrisa, un deseo, y una ilusión,
añorados lugares, a donde queriendo, jamás pertenecí;
un talismán al cuello, y un agradecido corazón,
las notas de una guitarra hechas canción para mí.

Hoy emprendo viaje, ¿a dónde voy? No sé decir,
las lágrimas acompañan la melodía de mi canción,
sin expectativas, sin equipaje, el horizonte ante mí,
otra vez soy marinero, vuelvo al mar sin temor.