Por Iván Quezada

¡Qué difícil es escribir con sencillez, hacer de la paciencia la principal virtud para revertir las complicaciones de la psiquis! Como sucede en los poemas de Noticias del tiempo, del argentino Raúl Feroglio, donde los significados y los sentidos fluyen como en una cita afortunada, sin apuro alguno.

Las imágenes que uno puede leer en muchos poetas se combinan, como en un bordado, con los recuerdos del autor. No se observa ninguna hilacha, pero es un tejido sin afanes perfeccionistas. Los recuerdos son pequeños, rescatados del olvido. Parecen surgir sin previo aviso, mientras las palabras suman sílabas horizontal y verticalmente.

Raúl Feroglio es oriundo de Las Parejas, un pueblo de la provincia de Santa Fe. Debe de ser un lugar predestinado al romanticismo. Al menos ese efecto tiene en sus versos, aunque no por el lado del amor de pareja; en su libro predomina la nostalgia de ciertas vivencias quizás ya perdidas de la vida pueblerina. Diría que es un álbum de inocencia, ilusiones que adquieren armonía al darle cauce en una métrica sutil y alguna que otra rima casi imperceptible.

Sin embargo, la mirada sobre el pasado es la de un adulto; el niño ocupa un segundo plano en la memoria.

De modo que las «noticias del tiempo» parecen suceder ahora mismo, es una añoranza que habla más del presente que de una época pretérita. Esto no quiere decir que el relato autobiográfico pretenda convertirse en el «mensaje» del libro. Lo que importa aquí es, utilizando una frase de Francis Scott Fitzgerald, «la transmisión de sentimientos». Es un sentimentalismo legítimo, libre de cualquier propósito manipulador. Conmoverse es simple y necesario, una pieza substancial de la vida corriente, que el poeta valora sin convertirlo en un dogma existencial.

Últimamente es obligatorio pedir disculpas por la belleza. No obstante, la supuesta rebeldía contra la nociva modernidad no toca las causas del malestar y de esa manera recibe el aplauso del estatus quo. Feroglio, en cambio, es modesto en sus intenciones. Sus versos no son un discurso, sino una forma de hablar con algunos énfasis y ninguna arenga. Y por cierto, con belleza.

En la trastienda está la temática de la inmigración. En el caso de un poeta nacido en América, de ancestros recientes llegados de otras partes, es una fantasmagoría. Lo de Feroglio recuerda a Jorge Teillier, el autor de Lautaro. Como él, no tiene recuerdos propios de Europa, de modo que el influjo es cultural y se convierte en un mito. Son huellas que de pronto detecta en el tono de voz de los viejos, en una costumbre extemporánea, en un sentimiento de pérdida…

Esto explica cierta tendencia a la fragmentación, con amplias elipsis en algunos pasajes. Se presiente que algo hay bajo lo anecdótico, pero no se sabe qué. La misma nostalgia es un medio para causar esta impresión. Es una ausencia más que un vacío, bulle un mundo detrás de las palabras y las emociones. Quizás esta trascendencia es un invento y, sin embargo, no importa. La licencia poética es honesta y esencial.

Noticias del tiempo
Editorial Lágrimas de Circe
50 páginas
2021