A 70 años de la primera edición de “La sangre y la esperanza”, de Nicomedes Guzmán. Los textos y fotos fueron cedidos generosamente por Pablo Vásquez, hijo del escritor. Ver documento AQUÍ.
«Cuando Nicomedes Guzmán, descargó sus libros tremendos, la balanza se vino abajo, porque nunca recibió un saco tan verdadero. No era un costal de joyas. La verdad pesaba como una piedra. Los dolores llenaban aquellos libros andrajosos y deslumbradores, que se nos echaban a la conciencia.
Pero siempre en Guzmán existió la ventana submarina y ninguna desdicha encarceló su espacioso corazón. Por la ventana labrada en sin par esmeralda entraron en él inabarcables sueños, y hoy este pequeño volumen de versos reaparece con los adolescentes tesoros.
Con placer represento estas líneas fugaces, más tiernas que el pan purísimo, suaves como el joven vino.
Su susurrante dulzura pareciera no convivir con las cicatrices que nos imprimió “La Sangre y la Esperanza”, pero es signo de la grandeza que el escritor que nos develara el infierno de las calles de Chile tenga otro sello de errante desvarío, sueños y cenizas que le agregan la infinita dimensión de la poesía.
No hay unidad del hombre y la vida sin que se hagan presentes la realidad y el sortilegio. Por eso este librillo olvidado por su autor lo identifica una vez más como escritor victorioso: una vez por la conciencia inapelable y otra por los sueños irrenunciables.»
Isla Negra Septiembre de 1959. Pablo Neruda, prólogo de “La Ceniza y el Sueño”.
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La sangre y la esperanza. Libro completo. AQUÍ.
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…