por Sonia Cienfuegos
Ahora las mariposas del Asia son noticia en Chile. Vienen en féretros de mariposas con alfileres que clavan sus corazones y sus alas. La codicia, el hambre, la perversión atraparon el color y el movimiento de 30.000 de estos lepidópteros; a sus secuestradores no les interesa si capturan especies raras, amenazadas o en peligro de extinción. En Asia hay ojos que lloran insectos y la ausencia de su belleza de arcoíris.
En Chile hay 9 mariposas volando vestidas sus escamas de colores rojo, amaranto y rojinegro. Algunos entomólogos afirmarán que existen mezclas, matices y entrecruces de colores ¡qué más da! Ellas no aprendieron a tiempo el arte del camuflaje: mimetizar sus alas con el verde de las ramas, o las antenas con el terracota de la arcilla o sus ojos con el azul de la atmósfera cuando volaban tan alto e imaginaban preñarse de larvas, crisálidas, mariposas con las que más tarde migrarían como monarcas de Norteamérica, buscando trocar el frío de la cordillera o la sierra por el calor húmedo del trópico.
Ellas son mariposas chilenas: satúrnida, plateada, colorada, urbanus proteus, cynthia carye, drogas erippus, thecia, leptotas trigemmatus, ltylos andina. Anoche, esta mañana, al mediodía, al atardecer en sus casas, en la calle oscura/ solitaria, en la indefensión las detuvieron, las atraparon, las ocultaron, les clavaron las uñas, los ojos, los pezones, les clavaron sus huevos, sus larvas, sus fetos, sus crisálidas, sus hijos e hijas que lloraban en sus vientres la locura parda. Cuando el dolor fue alarido, espanto y soledad, sus antenas recubiertas de hoyuelos tocaron/ olfatearon/acariciaron sus barrigas, balancearon una paz que no sentían para que se durmieran tranquilos.
Nadie quiere que 9 féretros aguarden peces y algas que salgan del mar enredados en sus huesos ni que estos broten desde un boldo, un canelo o bajo un arbusto de maqui entierrado. Encontrarlas vivas, tan vivas como en sus fotos, parece insania pura. Pero estas mariposas chilensis necesitan ser nombradas, recuperadas, liberadas, develado su paradero en forma urgente. Su familia, sus amigos y amigas, los que se conmovieron y se conmueven con este brutal desgarro, necesitan encontrar el lugar donde plantar sus nombres, cruces, una cinta de bautismo, un trofeo, un indicio de vida, la luz de un tren que se queda, una palabra, una lágrima antigua como cuarzo, la dignidad encanecida y vital de las ancianas que prosiguen preguntando y preguntándonos ¿dónde están?
A Reinalda del Carmen, Carmen Pereira, detenida y desaparecida en 1976 con un embarazo de 6 meses y a sus 8 compañeras detenidas y desaparecidas también embarazadas. Ninguna de ellas ha sido encontrada.
Texto e idea original: Sonia Cienfuegos B.
Fotografías: José –Pepe– Moreno F.
Editora: Lara Hübner G.
Nota de la autora: Primer esbozo 2004.
En los últimos años se supo de la detención forzosa y desaparición de otras dos embarazadas; por esta razón, figuran solo nueve. 2018
Durísimo cuento. Atento a las obras de este autor valdiviano.