Despabiló el oído: el ruido del motor implacable. La luz. ¿Dónde? No podía aguardar más tiempo; el espejo se tornaba ingrato. Iría. A través de la persiana vio ancha y generosa la catarata solar que caía en la acera de enfrente.
La puerta del sol, de Teresa Hamel, (Viña del Mar, 20 de abril de 1918 – 18 de marzo de 2005). Descarga PDF AQUÍ.
Cualquier parecido con la realidad sólo coincidencia.