La aparición de las voces silenciadas en De la cotidianeidad alterada, de la Brevísima relación. Antología del Microcuento Hispanoamericano, de Juan Armando Epple.

 Por Paulina Bermúdez V.

La obra escogida de Juan Armando Epple, se encuentra dividida en siete apartados en los que se confluyen y agrupan los cuentos brevísimos en función de su relación con ciertos temas,  los apartados son del amor, del tiempo, de ritos y transformaciones, de la cotidianeidad alterada, de ciertas cosmogonías y de la literatura y otros males.

El presente estudio escoge el apartado De la cotidianeidad alterada  de la Brevísima Relación. Antología del Microcuento Hispanoamericano, publicada en el año 90`y se analizan algunos microrrelatos que el profesor Juan A. Epple escoge o dispone.  Centrándose en la relación entre la escritura en tiempos de dictadura y su función catártica en Hispanoamérica, lo que se ejemplifica con diversos trabajos escritos en este intervalo de tiempo y que muestra de diferentes formas la realidad vivida en la mayoría de los países Latinoamericanos.

En el apartado se encuentran textos de escritores chilenos, argentinos, mexicanos, españoles, guatemaltecos y venezolanos, y la mayoría se escriben dentro de un intervalo de tiempo en las dictaduras se tomaron Latinoamérica.

Los microrrelatos que han sido escogidos presentan características similares, la ironía, el sarcasmo, la crítica social y el ingenio, pues se escribe en códigos, es decir solo algunos lo podían decodificar.  Lo que dicho en otras palabras podría ser que los microrrelatos estaban dirigidos a lectores informados, que en este caso en particular los lectores informados serían los adherentes a su mismo pensamiento político o grupo de lucha.

La idea de analizar este apartado no es en vano, pues se busca dar importancia a las funciones de la minificción y además encontrar los puntos en que confluye la selección de textos, por ejemplo la contextualización histórica, la crítica social y la denuncia.  Sin dejar de mencionar la importancia del formato micro o hiperbreve en la difusión de estos texto en tiempos de las dictaduras Latinoamericanas.

En este caso, y tal como lo plantea el profesor Epple, podemos decir que surge el problema de delimitación genérica del cuento brevísimo o microrrelato, ya que se le relaciona con un amplio registro de formas breves del sustrato oral y además por la dificultad de eliminar las fronteras con las llamadas “formas simples” en donde se encuentra la fábula, el ejemplo, la anécdota, el caso, etc.

En primer lugar, o lo que corresponde a la oralidad debemos decir que se establece una importante relación de la minificción  y las experiencias colectivas que se transmiten oralmente, y que el autor lo recoge como una situación narrativa significativa.  Se busca entregarle la agilidad del lenguaje coloquial, de las claves de una idiosincrasia netamente Latinoamericana.  Tal como se plantea en La Brevísima Relación “Antología del Microcuento Hispanoamericano” los autores son solo una figura intermediaria que oye y transcribe una historia cuya autoría se adjudica a la comunidad. Como es el caso de Golpe, de Pía Barros, o Padre Nuestro que estás en los Cielos de José Leandro Urbina.

Con respecto a la relación de estos cuentos brevísimos escogidos y la oralidad, también podemos decir también que en tiempos de dictaduras en Chile y Latinoamérica, estos textos se conocen desde la oralidad y se difunden por esta vía, ya que se gestan o dan a conocer en reuniones o tertulias literarias y así se ponen en “distribución”. *La experiencia colectiva que se transmite oralmente, ya sea como sucedido o como una anécdota que el autor recoge como una situación significativa.*

En el apartado de la cotidianidad alterada existe una breve línea que separa la realidad y la ficción y se entremezclan, ya que entra en juego el testimonio, con una perspectiva de testigo presencial o en forma de alegoría ya sea de una comunidad o de una persona.

Un ejemplo claro es el microcuento La partida inconclusa del chileno Floridor Pérez,  un texto que pertenece a Cartas de Prisionero, escrito como testimonio de su reclusión en Isla Quiriquina, lo que se basó en su experiencia como prisionero político y que fue editado en el año 1985, pero en el extranjero y que luego tuvo una edición de tipo artesanal en Chile, pero que no fue sino en los años 90’, ya de vuelta en la democracia cuando el libro es editado y distribuido de forma menos artesanal, es decir el libro ya no es solo conocido por un cierto círculo de escritores, es conocido de forma más masiva.

Se debe tener en cuenta cuando se habla de literatura en tiempos de dictadura, es la censura, lo que también se hace manifiesto en la minificción. Los textos deben pasar una censura super fuerte, que correspondía más a una inquisición ya que había libros castigados y libros políticamente correctos. Por ende los libros que no pasan la censura eran considerados textos prohibidos y los otros que eran los que pasaban esta censura.  La minificción en tiempos de dictadura fue la mayoría de las veces trabajada por escritores perseguidos o presos políticos, activistas y partidistas.  Por lo que se sabe que la circulación de algunos era claramente ilegal.

Con respecto a la relación de los textos escogidos con las formas simples se establecen diversas relaciones de los hiperbreves con los “casos”, la “anécdota”, el “graffiti”,  e incluso con el “chiste”. Pues se intenta eliminar y hacer más ambiguas las fronteras entre lo real y lo imaginario, lo que en el caso de los cuentos brevísimos escritos en dictaduras Latinoamericanas validan la carga emocional que poseen los textos agrupados, pues se basan en la mayoría de los casos de una experiencia vivida, ya sea por la comunidad o por los mismo autores, como es el caso de “Cartas de Prisionero” de Floridor Pérez.  Otro ejemplo puede ser Unir esfuerzos que aparece en “Aforismos, dichos, etc” de Augusto Monterroso, lo que representa una crítica a un sistema político, y que se puede leer de igual forma en Chile, Argentina o México.

Lo mismo pasa con Elecciones Insólitas,  de Julio Cortázar, que ilustra la elección de un prisionero político y utiliza de forma importante la ironía de un momento tan poco alentador, se puede establecer una relación  con el chiste, ya que al leer nos parece un texto de un humor negro y una intertextualidad importante.

 Debemos destacar es que se muestran también la función que cumple la minificción en estos tiempo, ya que se podían leer como un graffiti, un chiste o una anécdota, es decir, se podía entrever la crítica al sistema imperante llenando los vacíos presentes en cada cuento brevísimo. 

Se puede decir entonces que Las voces silenciadas que se encuentran en de la cotidianeidad alterada pueden tomar forma tanto en un prisionero político, en Retrato de una dama, de José Leandro Urbina, o en la de un niño en “Padre nuestro que estás en los cielos” al que le preguntan por su padre y el contesta con la ingenuidad propia de un niño, o en el texto “Los mejor calzados” de Luisa Valenzuela, que plantea una crítica importante a partir de la ironía y el sarcasmo.

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Ponencia leída en el marco del II Encuentro Chileno de Minificción, “Sea breve, por favor”, noviembre 5-7 del 2008.