La poesía de L. Cruz-Villalobos

Luis Cruz-Villalobos (1976) es escritor, editor y psicólogo clínico.

Por Reynaldo Lacámara

Abordar una obra de largo aliento, como la que nos propone Luis Cruz-Villalobos en su nueva apuesta, ENTRE HERMES Y LA REINA DE LOS CUERVOS, supone por parte del autor un ejercicio de observación depurado y atrevido de modo tal que no solo la secuencia, sino también el ritmo y las imágenes de los textos provoquen en el lector una sensación de permanencia y complicidad. Por lo mismo, en la estructura global del texto, en su “corpus” propiamente tal, debe asomar en forma inicial el sentido de “travesía” con todo lo riesgoso, inusual y atrevido que esto significa. No es solo un recorrido… es una travesía.

Como tal, este libro nos sumerge en una suerte de miradas caleidoscópicas que pretenden dar cuenta (cada una desde su propia sensibilidad y asombro) de un universo existencial en donde los seres y las cosas, por definición, asoman como precarias, pero convocantes y seductoras… por eso el poeta nos advierte… Sin embargo la belleza/ Es frágil y vulnerable/ Como ellas.

Es posible que la brújula para esta travesía esté precisamente en decodificar la belleza desde lo cotidiano, ante la urgencia de reponer en lo humano (en todo lo humano) la experiencia del mundo (de todos los mundos) como posibilidad de vincularnos a un proyecto inédito de belleza colectiva y fecunda.

Luis Cruz-Villalobos transita, a lo largo de estas 700 páginas, por derroteros plagados de inquietudes, búsquedas y retratos “a mano alzada” de todo aquello que aún contiene la posibilidad de presagios o susurros de Hermes – para los griegos, además de lo ya sabido, era el dios mensajero y protector de los viajeros audaces que iban más allá de las fronteras- invitándonos a convertir nuestra propia travesía en algo más que la acumulación sumaria de calendarios o cicatrices.

Estamos ante una obra que, en el global de lo publicado por el autor, debería ocupar un lugar diferente en cuanto a forma, propuesta y resolución de cada texto. Hay aquí un trabajo que pretende dar cuenta de una mirada reconstruida y asombrada por parte del hablante. Desde ese espacio la construcción de este universo poético deja entrever la orfebrería de quien busca no solo retratar, bosquejar o delinear un paisaje existencial, sino ante todo inaugurarlo y ofrecerlo al lector.

Estamos ante la posibilidad de hurgar en estas páginas con la misma osadía y vértigo con que fueron escritas. No se trata solo de una aproximación ingenua o cordial al texto, sino más bien de nuestra propia travesía en la que cada cual deberá definir senderos (o inaugurar algunos), elegir resguardos o caminar en descampado. Cada cual debe tomar su decisión.

Como siempre que la palabra se transforma en desafío, en estos poemas podremos sospechar que cada uno de ellos no remite solo a sí mismo, sino que más bien se entretejen como un lienzo de contornos aún por definir, pero que claramente nos indica (o sugiere) un derrotero con asomos de huellas, y pinceladas, capaces de instalar el deseo de horizonte y la búsqueda de humanidad en cada uno de nosotros, atentos a lo que el autor nos anticipa… A lo lejos/ En la cima blanca y clara/ Nos esperas.

Un libro para leer sin prisa. Con el sosiego impune de quienes sabemos que cada travesía se hace vida solo cuando somos capaces de humanizar la vida, las cosas, el tiempo… y nuestros pasos.

Santiago, otoño de 2023