por Diego Muñoz Valenzuela
Desde la barricada, los rebeldes lanzan coloridos ramos de flores hacia la multitud que se los pelea, desquiciada.
Dos gánsteres apuntan con sendas bananas a la Monalisa, que a cambio les dirige un lanzallamas amenazando que prenderá sus cigarrillos. Dos soldados se besan apasionadamente en una esquina mientras Caperucita pasea al Lobo firmemente sujeto de una espinosa cadena. Los policías mean en las esquinas y Cristo sigue crucificado en el frontis de la catedral, con grandes bolsas de regalos colgando de las manos exánimes.
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…