Por El Desconcierto
Floridor Pérez Lavín (1937-2019) falleció este sábado 21 de septiembre a la edad de 81 años. Desde la comunidad literaria lamentan la pérdida del profesor y poeta que escribió «Cartas de prisionero» – uno de sus libros más reeditados – en el plasma el testimonio de su prisión en los campos de concentración de los Ángeles y en la Isla Quiriquina, durante el primer año de la dictadura militar.
Hoy, 21 de septiembre de 2019, a la edad de 81 años, felleció el profesor y poeta Floridor Pérez Lavín, quien perteneciera a la célebre generación de escritores chilenos de 1960. Desde la comunidad literaria, lamentan la pérdida de este “amigo a sangre de la educación y las bibliotecas”, como lo llamó Gonzalo Oyarzún – director y fundador de la Biblioteca de Santiago – en un mensaje en su cuenta de Twitter.
En una de sus últimas entrevistas a la revista literaria Carajo, en 2017, Pérez contó parte de su historia y su vida política, que fue uno de los aspectos más desconocidos de la biografía del autor. En esta se establece cómo, bajo la figura de su padre comunista, presidio centros de alumnos y representó a la comunidad en reuniones y encuentros. Cuando tenía 15 años le tocó proclamar a un candidato a diputado. “Cuando terminé me senté y un hombre que parecía un oso polar cruzó todo el salón y me levantó a un metro del suelo para abrazarme, se llamaba Volodia Teitelboim”, dijo en esa oportunidad el poeta.
Luego, durante el gobierno de Salvador Allende, se dedicó a ser profesor en lugares como Mortandad, una pequeña localidad rural que ni siquiera aparecía en el mapa. También mantenía una página en el diario, un programa radial, participaba activamente en las luchas gremiales del magisterio y publicaba libros en la editorial Quimantú. Esto hasta que fue detenido el 11 de septiembre de 1973, y trasladado al regimiento de Los Ángeles y posteriormente a la isla Quiriquina. Después de ese tiempo detenido fue relegado a Combarbalá, donde permaneció algunos años vigilado y alejado de las aulas.
“Natacha (su pareja) archivó cuidadosamente cada una de las cartas que le envié, a pesar de que había instrucciones de quemar todo. El regimiento de los Ángeles era un campo nazi absolutamente. Esas cartas son el único testimonio. Yo nunca más conté esto, menos en mi casa, nunca se lo conté a mis hijos, para no marcarlos” contó Pérez en la entrevista hace más de dos años. Esas misivas serían los registros que luego se plasmarían en el relato de “Cartas de prisionero”, su libro con más reediciones.
Fuente: El Desconcierto
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…