Por María Aixa Sanz
NORDICA LIBROS ha colocado en los anaqueles de las librerías este mes de mayo de 2007, una gran novela excelentemente editada.
Se trata de la última novela que escribióFlann O’Brien, publicada en 1964, dos años antes de su fallecimiento a los cincuenta y cinco años de edad. La novela es: ‘CRÓNICA DE DALKEY’ y en ella una vez más se demuestra que FLANN O’BRIEN era una gran embaucador.
Con la sola incursión en las primeras líneas se intuye que ‘Crónica de Dalkey’ no pasará inadvertida en la vida del lector y probablemente se convertirá en una obra a la que se recurrirá cuando le venga en gana releer, complacerse y divertirse.
Ya desde esas primeras líneas Flann O’Brien embauca y te lleva a la población de Dalkey como un turista de primera, seduciéndote con la descripción del pueblo y sus calles, siendo tal su sugerencia que nos recuerda a la descripción de un cuerpo humano desnudo y admirado.
Embauca como solo embaucan los mejores contadores de historias.
Así pues ‘Crónica de Dalkey’ se nos presenta como un pastel delicioso que invita página tras página a instalarse en la novela y quedarse a vivir allí por un tiempo. Un tiempo indeterminado.
O’Brien dibuja el paisaje de Irlanda, su cielo, su mar, su aire, su sosiego, a través de unos personajes irlandeses, dos de estos personajes encarnan a la perfección el mito de la ociosidad común de los irlandeses, “Nunca le robes la mujer a otro ni tampoco eches agua a su whiskey” con los cuales atravesamos por situaciones disparatadas que el lector en todo momento desconoce en que van a desembocar, mediante unos diálogos rápidos, amenos, ágiles y mordaces que instalan una sonrisa perenne en los labios del lector y que se agradecen en todo momento.
En ‘Crónica de Dalkey’ se mezcla intriga y teorías.
Cabe reseñar el especial cuidado a la hora de elegir el lenguaje de los personajes, se nota que el escritor se esmeró, en cuidar esta faceta, así como la cantidad de ironía que otorga a cada secuencia. Secuencias que se escenifican en la mente del lector con gran facilidad. O’Brien se propone en la novela narrar la hipótesis de poner el mundo patas arriba, descreer de lo que se cree y desbarajustar cualquier teoría ya sea de Galileo, Eisntein, Copérnico, Descartes, incluso de la Biblia y los Evangelios, mediante la exposición de las teorías y situaciones del personaje llamado De Selby, teólogo y científico.
De Selby, es un extraño personaje, con extrañas teorías: “El tiempo es un espacio lleno, inamovible, inmutable, ineluctable, irrevocable, una condición de éxtasis absoluto (…)El tiempo no pasa”, a las que se le suman extrañas propuestas y extrañas apariciones, además de surrealistas conversaciones, que traen de cabeza a la pareja de irlandeses: Mick y Hackett, que creen que detrás de la personalidad de De Selby se esconde alguien peligroso, y poco a poco van involucrando a otros singulares personajes de la comunidad irlandesa.
Ante nosotros tenemos una novela de una amenidad deliciosa y de una ironía ácida, en la que nada parece lo que en principio se cree, y en la que todo resulta posible. ‘Crónica de Dalkey’ es una aventura constante por la que deslizarse sin limites y sin esquinas.
Cuando encontramos un texto en el que todo puede ser real y posible, tenemos un texto de un gran embaucador. Arriésguense a probar la pócima de Flann O’Brien ahora que la editorial Nórdica Libros nos la ha puesto a nuestro alcance.Tal como dice el personaje De Selby sobre Descartes: “(…) He escrito majaderías, luego existo (…).”
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Flann O’Brien (Brian O’Nolan, Strabane, Tyrone, 1911-Dublín 1966). Escritor irlandés. Trabajó para la Administración Pública desde 1935 hasta 1953. También colaboró durante 26 años en el Irish Times con el seudónimo de Myles Na Gopaleen, donde escribía mordaces artículos sobre la política de su tiempo. Utilizó varios seudónimos ya que al ser funcionario no le fue permitido escribir con su nombre. Se trata de uno de los escritores más importantes y originales de la lengua inglesa. Sus libros fueron alabados por Samuel Beckett y James Joyce, quien, ya prácticamente ciego, leía sus novelas con la ayuda de una lupa.
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…