tan lejosTan lejos.Tan cerca: una novela sobre lo despiadado del poder y la carencia de afectos en la sociedad actual

Por Max Valdés A.

Como ha venido ocurriendo siempre, desde que el mundo es mundo, desde que las organizaciones se consolidan en civilizaciones, el tema central en discusión es el tema del Poder. ¿Cómo elegir el poder? ¿Quién lo detentará? ¿Qué se hará de él? Después de muchos esfuerzos (siglos de esfuerzo) hoy nos hemos quedado con la democracia. Decimos que es la mejor manera de gobierno, que en el fondo se ve allí –en el voto a voto- representada la voluntad de la población votante: el pueblo. Quienes delegan esa autoridad en los presidentes elegidos democráticamente. La mayoría se pronuncia y por tanto es su voz la que respalda la investidura de ese nuevo ser que llamamos presidente y que, ostenta todo el poder para gobernarnos y también para  equivocarse y volver a equivocarse. Lo que busca el votante “el pueblo” es la felicidad y la justicia. Hoy en día, el bienestar económico que se supone todos buscamos en diversas gradaciones. Eslóganes de uso y abuso en cualquier campaña presidencial. Al final del día podemos preguntarnos: ¿hemos sido felices? El hombre (o mujer) a quien le entregamos el Poder nos ha comprendido y dado lo que nos ofreció.

La novela que hoy ustedes conocerán intenta responder esta pregunta y para eso relaciona el poder con el dinero, el poder con la educación, el poder con las influencias, el poder con el apetito sexual, el poder con el stablisment

Quizá porque intuye el autor que siempre hablamos de una puesta en escena “barata”, de una cosmética superficial e inocua, cuando nos referimos a el Poder. Por cierto el Poder Poder, el Poder Real está en otra parte, no lo detenta la autoridad sino el llamado MERCADO.  Elegimos a un presidente para que nos lleve al mejor mercado. Para que realice convenios de internacionalización de los mercados, de integración económica, de doble tributación internacional  y varias cosas más que no nos enteramos.

 ¿Y qué es el mercado?

¿Dónde está el mercado?

Está. Simplemente está clavado en la profundidad de la cultura contemporánea y conduce el aspecto económico y financiero de los países. Es quien verdaderamente gobierna y controla. Es el Poder Total.

Desde las postrimerías de Adam Smith, desde el inicio de los estados modernos, desde el mercantilismo, liberalismos, despotismos y tantos otros modelos que fueron dándole forma y contenido a la economía y a la sociedad de consumo.

 Transnacional y globalizacional

Sin lugar a dudas, el autor de esta novela Tan lejos. Tan cerca parece conocer con lujo de detalles el afán que mueve a los seres que buscan,  insaciablemente el Tener por sobre el Ser. Una dicotomía que ya hace décadas puso en la discusión Erich Fromm. Para eso mira la sociedad del éxito como son los Estados Unidos en donde un miserable (entiéndase que vive en la miseria, no es que es un miserable: aunque después lo sea) puede llegar a ser un buen comerciante, por las cosas que adquiere y revende, hasta llegar a tener tanto que lo haga un millonario.

Casos como éste se descubren a diario ¿Quién era Bill Gates antes de Microsoft? Seguramente un buen ingeniero y luego un multimillonario. O recientemente el joven  Mark Zuckerberg  creador de una de las redes sociales más deslumbrantes del mundo virtual como es Facebook. Mark Zuckerberg, que ha cumplido 27 años, se ha convertido en el millonario más joven de la lista Forbes 2010, con un patrimonio neto de USD$2.000 millones.

Aníbal Ricci, de profesión ingeniero comercial, aunque parece estar del otro lado de la vereda, del lado de los críticos de la sociedad de mercado, conoce y explota a seres “miserables” (considérense las dos acepciones del término) que hacen brotar los mercados, con hambre y sed de posesión.

Todo es cuestión de Mercado

Pero el Mercado no es democrático, no lo eligió el pueblo y sobre todo no es democrático porque no busca la felicidad de las enormes masas sino la riqueza de unos pocos. En resumen, la humanidad se ha dado vuelta más de dos mil años para buscar utopías  imposibles de realizar y, sin embargo, ahora volvemos a lo mismo del principio: al gobierno de las plutocracias, es decir, de los ricos por los ricos. ¿Y el pueblo que vota en la urna?

Por eso cuando leemos y conocemos a David Rabinovich es imposible no pensar en todo lo anterior.

A ello contribuye la disposición de todo un lenguaje (empleado por Ricci) que apela a lo tecnológico y que nos dice de inmediato desde qué tiempo nos van a hablar: entonces leemos nombres por todos conocidos: Falabella, Calvin Klein, Dockers, Wrangler, Ford Explorer, Johnson, La Polar, etc. Asimismo, cita a personas tales como: Steve Jobs, Bill Gates, Valeria Mazza, Pamela Andrerson, todos nombres que podrían ser parte de una conversación social o una reunión aniversario de algo. El personaje dice: “me encantaban las fiestas en casa de mi tío. Convocaba a empresarios, padres de los compañeros de mis primos y, astutamente, los dejaba conversando. Surgía lo que él denominaba: “el diálogo de mercado”. Como se verifica aquí,  todo acto está vinculado a un fin último, cual es sacar ventaja sobre el momento que se vive, es decir, vivir en competencia económica permanente. Algo que los personajes de Tan lejos. Tan cerca realizan a menudo y con toda naturalidad. También las decisiones de vida están marcadas por el interés y la rentabilidad: en un momento de la obra, Eva, pareja de Benny o Benjamín o Benito, tres formas de ser nombrado, le pregunta al protagonista sobre su vocación de pintor frustrado:

-¿Porqué no te dedicas a pintar?
-No es negocio -termina diciendo el protagonista.

También se corrobora en el texto un compromiso con la historicidad: cita a las Torres Gemelas diciendo que “ninguno de los miembros de su familia salió herido” luego nombra a Hussein, a Bin Laden y los compara con los muertos de Pinochet: “fueron tres mil, mamá. La misma cantidad que hizo matar Pinochet en un año”.

Gran parte de la historia de Tan lejos.Tan cerca, descansa en el narrador básico Benny, Benito, Benjamín. Se nos presenta como un tipo avaro, ambicioso, que discrimina a sus obreros, es lo que sería hoy un “emprendedor” quien con ayuda de su madre (quien le otorga prestamos, ella es dueña de un motel en el centro de Santiago) él dice “dependo 100% de mi madre”. Es un diseñador gráfico que presta servicios a las tiendas de Retail. Posee gente que le ayuda pero en general, todas sus amistades están cruzadas por el interés, de cada una debe sacar partido. En mitad del relato zozobrará por ese afán desmedido de hacerse millonario a la brevedad. Una sintomatología de la propia sociedad chilena que lanza al mercados a profesionales del comercio y de las leyes que buscan, desquiciadamente, la riqueza en el corto plazo y no importando a quienes dañar.

En el aspecto amoroso, Benjamín posee contrariedades. Posee una novia de nombre Paula con la cual lleva 4 años de eterno pololeo pero con la cual no desea formar familia, pues la califica como sin temple, sin coraje, sin firmeza. Y entonces le conviene mucho más Eva, pues posee el perfil de competencia que el anhela. Eso da cuenta del nivel de ego de Benjamín y es su propio colega (José Miguel) quienes se lo dice así: “el mundo no siempre gira alrededor tuyo, Benjamín”.

Quizá una de las personas que más le atrae es su tío David Rabinovich pues posee las características que el anhela en si mismo: el poder y la ambición, el es un académico de la U, que sabe hacer negocios educacionales pero quien sin embargo, se refiere así a sus subordinados: “con la metralleta en la raja todo el mundo trabaja”, “hoy me pongo los bototos para patear traseros”.

Los personajes anteriores dan cuenta de un mundo representado en el cual no cabe la solidaridad sino el individualismo, la generosidad sino el egoísmo. Y es esta misma ambición la de nos deja un sabor de reproche en la boca pues no es sino la fotografía actual de las ambiciones de nuestros jerarcas, quienes poseen el Poder que la población le ha dado y que éstos no cubren.  Quizá el mal radica en que si los pobres ofrecieran un tipo o un programa de gobierno ¿qué podrían ofrecer? ¿Serían capaces de modificar la organización plutocrática que los ha gobernado siempre y también ahogado? Su misión es ser llamados a elegir a sus representantes, no a gobernar. Y eso, sin duda da paso al verdadero Poder, al que conocemos durante tanto tiempo y que “nos gobierna” y del cual la novela de Aníbal Ricci da cuenta perfectamente, sin piedad y sin concesiones cándidas. Los invito a leer esta tercera entrega del autor, es un libro breve en su extensión pero poderoso y categórico en su calificación de cómo actuamos, muchas veces sin darnos cuenta de ello.

Felicitaciones y bienvenidos a Tan lejos. Tan cerca.

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Max Valdés Avilés, Máster en Edición UDP/ UPF de Barcelona.