Letras de Chile invita a socios, amigos y visitantes a leer las obras de Martín, porque ahora vive en sus palabras y en quienes lo recordaremos. Sabemos que Pájaro Pardo, su inseparable amigo, lo acompañará en este nuevo vuelo.

EL MONUMENTO DE LOS LIBROS DE MARTÍN FAUNES

Por Felipe de la Parra Vial

Hoy traigo las voces de las escritoras y escritores de la Corporación de Letras de Chile. Escribimos, decimos en voz alta el nombre de Martín Faunes Amigo. Recogemos la vieja tradición teatral de decir arriba del escenario el nombre de quien ha partido. Así, nadie muere: ¡Martín Faunes Amigo!

Martín está escribiendo entre nosotros, a lo que se podría llamar la novela rojinegra: militante y de denuncia. En sus páginas Martín es detenido. Martín es desaparecido. Martín es amado. Martín tiene miedo. Martín es exiliado. Martín es un valiente. Martín habla de sus compañeras y compañeros por sus nombres reales. Los repite en varias historias. Martín insiste para que nadie los olvide. Martín es memoria. Martín no se rinde, caramba. Martín es un allendista por convicción y por su abuelo materno. Martín cree en la esperanza: “un sentimiento nuevo, se podría oler y sentir en los barrios, en los campos, en las escuelas, en los cordones industriales”, escribe cuando vuelve al Martín del Gobierno Popular.

Me llama el pasado jueves y conversamos más de una hora. Justo a la hora señalada de cambiar el mundo. “Tenemos que rescatar el “Monumento a los Libros” de Benito Rojo – me señala con entusiasmo- que está atrapado entre los rucos, en las calles Santa María y Bellavista, a media cuadra del puente Loreto. ¿Y si conseguimos que lo trasladen al barrio de las Torres San Borja donde quemaban los libros al inicio de la dictadura?, me interpela con convicción. “Sé que es una locura”, me habla desde el precipicio y me pregunta por el domicilio del Gobernador de Santiago.

Escribe. Sus personajes son jóvenes reales con nombres y apellidos reales, que caen detenidos reales y son desaparecidos reales. Son héroes reales. Desconocidos reales que escriben las historias, nuestras historias reales.

Martín viste el abrigo amarillento y habla en voz alta del país de los hechos que han escondido en los medios de comunicación.

Se hace llamar “pájaro pardo”, lo que le permite romper la imagen de un héroe. El reivindica la dignidad y la consecuencia de sus compañeras y compañeros.

Pone en el centro la épica revolucionaria con la consecuencia de pelear a sabiendas que la noche de la dictadura recién comenzaba y que cada día anochecía más y más por despertar. Martín tiene el nombre de muchas mujeres y hombres que creían en la libertad, la igualdad y la fraternidad. Ese es su pecado original y es la confesión que se devela en las páginas de sus libros.

¿Y si invitamos a la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés?, insiste. Me encanta la idea, sería importante su apoyo, le contesto. A reglón seguido le propongo el apoyo del Colegio de Arquitectos de Chile y, en especial, de su Premio Nacional, Cristián Castillo Echeverría, hermano de su amiga Carmen. Al otro lado del teléfono, Martín se transporta a muchos nombres de Letras de Chile, de la Sociedad de Escritores, de los pintores, de los teatristas.

¿Te imaginas, Martín, leer poemas todas las semanas bajo la belleza del monumento de Benito Rojo y apagar el fuego de la violencia golpista?

Entonces, Martín escribe, escribe historias de amor, desde “la garra del deseo” hasta soñar con un día lleno de sol.

Sus relatos son una epifanía de amor, amor del bueno. Es un amante furtivo con su pasión en ristre que se resiste a caer detenido en el dolor como forma de vida. Sus abuelos, su padre, su compañera, sus hijos salen a la calle de su relato. Sonríen y cuentan cuentos, aprenden música, bailan tango, hacen el amor en el escondite del palto con la belleza de besar las cicatrices.

El amor reivindica la pérdida por sobre el odio. Martín Faunes escribe desde el invierno, pero lo salva su abrigo amarillento y sus relatos donde nadie olvida y nadie se rinde al frío. Todos siguen vivos.

A la sazón, las compañeras y compañeros de Martín nunca mueren, siguen entre nosotros. Probablemente, están al lado nuestro. Vivos por siempre.

Escribimos una obra colectiva de la Corporación Letras de Chile: “El tejido de la Memoria”, a 50 años del Golpe de Estado en Chile…Martín escribe “Chaqueta de mezclilla azul”.

¡Pongámonos manos a la obra! Me insta para sacar adelante el Monumento a los Libros.

Entonces, Martín Faunes Amigo sigue entre nosotros para siempre.

Así la literatura habrá cambiado la realidad por enésima vez.

¡Muchas gracias! ¡Honor y Gloria a Martín Faunes Amigo!