EN CADA SILENCIO
Hay un zorzal en la torre de control.
Los aviones se aprontan
y no hay hombre que lo advierta.

Hay un zorzal
en cada trecho,
en cada camino
en cada silencio.

Su canto suave.
La sutil armonía que emana de su pecho
sobrecoge.
Hay un zorzal que se yergue
cada mañana y anuncia lo indecidible.
Hay uno para cada estación del tiempo.
Hay uno por la noche
que anuncia el plenilunio.

Hay zorzales en cada edad de cada uno
y nadie lo advierte.
Hay uno.
El más próximo
Construye en la torre de control un nido suicida
y a nadie importa.

ABEDULES
Afuera la lluvia brama y en la evocación de un tiempo vivido
nace este poema.
La nieve se deja caer sobre las ramas marchitas.
Y en el silencio de la noche
se oye a la escarcha cortando el sendero.

En la estación del invierno
son abedules los que crujen.
Son las cúpulas frías del cielo
las que se deslizan desde lo alto.

A la nieve.
Al viento inmutable en el rostro.
Al piso resbaladizo.
Al deshielo.
A los abedules los conocí cuando habité la estepa rusa.

Antes fui una mujer en la sombra.
(La autoridad iba por mi huella)
Después los míos me declararon indivisible.

Y culminé el trayecto en una sala moscovita donde se estudiaba literatura.

La tumba de Lenin.
El Coro del Ejército rojo.
El Parque Gorki.

Aprendí que el verano es frío sin embargo luminoso.
Que los abedules se muestran eternos en cada estación del tiempo
y que el río de Moscú se congela lentamente
formando un delicado y oscuro espejo sobre tus pies.
Que los poetas rusos se suicidaban jóvenes y a las poetas las excluían.

Y entonces no sabes cómo amar a este extraño país.

No solo se repasaba a los clásicos.
Algunas tardes
Me deslizaba
sobre la nieve
sin medir las consecuencias.

EN EL VENTANAL
En el ventanal de mi casa
hay tres moáis ubicados de espaldas al mar.
Desde el cielo raso cuelga un velero rojo y blanco
sin posibilidad de navegar.

En la pared principal hemos instalado una pintura
de una mujer con cabeza de jaguar.

En el piso
Una tropa de matrioskas diminutas
acechan las habitaciones.

Izamos la bandera mapuche
para que todo el que nos visite
tenga claro
que en esta casa
hay un lugar para cada cual.

LO QUE SABEMOS
Algunas cuestiones ya las sabemos.
El lugar del Budi inmenso
donde danzan los cisnes
con sus crías invisibles
entre las alas.

Sabemos de lafkenche que habitan los espacios marinos
de la Frontera.

Del trayecto de las olas que van de mar a mar
sin cambiar de océano.

De las bandurrias
que atraviesan el jardín de la casa
con descaro.

IMAGINA
Imagina que entras al tugurio donde se baila los sábados.
Entras cuando suena la voz de Lennon.
Justo en el momento que un brazo te toma de la cintura.

Y una voz suave y grata te susurra – bailemos.
Y tú aceptas.
Y lo haces porque sí.
Porque te crees irresistible.
Estás irresistible hoy (los hechos lo demuestran).

Y porque te gusta esa música,
y porque no recuerdas la última vez que hiciste un amago
por mover sin medida, las caderas.

Imagina que sigues el ritmo y le abrazas.
Se miran.
Se sueltan y aprietan.
Sueltan y aprietan.

Te dejas.
Es Lennon modulando en tu oído.
Imagina que sales de ahí aún con la melodía.
Y Lennon te sigue hasta la pieza que arriendas.
Y entran en la habitación y no advierte tu pobreza.

Y te despiertas abrazada a cuerpo ajeno
sabiendo que se irá en cuanto abra los ojos.
Y se vestirá incómodo o incómoda.
Y no sabrá decirte nada.
Ni siquiera tú sabes lo que se dice.
Porque hasta ahora nadie había pasado
una noche completa
enredada contigo.

ELIJO LA POESÍA
Elijo la poesía que se delinea en las murallas de mi calle.
La que denuncia al desamor y a la infamia.
La que acusa al torturador y no perdona.

La que habita lo cotidiano.
La usual.
La de la esquina.
La que culmina en un acto en el que dos.
-no importa quienes-
Se tocan y abrazan
y se funden.

La poesía que no renuncia.
La que menciona al verdugo y no lo absuelve.
Esa que nace
mientras otros penan.

Alicia Salinas Álvarez, nació en Lautaro, región de la Araucanía. Es poeta, narradora, traductora, profesora de Literatura, Magister en Ciencias Filológicas y madre de cuatro hijos. El 12 de septiembre de 1973 fue detenida y trasladada al Estadio Chile, luego de recuperar su libertad salió del país. Se exilió en París, Francia, donde cursó estudios en la Université de Vincennes à Saint-Denis. Posteriormente, viajó a Moscú, donde se graduó de Profesora y Traductora de Literatura y Lengua Rusa. Desde su retorno al país (1985), ha desarrollado una carrera como académica en diversas universidades del país, destacándose en la Universidad Andrés Bello, Diego Portales y Católica de Chile (CIE). Durante 21 años trabajó en el Ministerio de Educación de Chile, desempeñándose en el Programa de Educación Rural, de Educación Intercultural Bilingüe y en la Unidad de Currículum y Evaluación.
Alicia Salinas A. comenzó a escribir en el taller de Creación Literaria dirigido por la poeta
Cecilia Casanova, pero no sería hasta 1985 que publicó su primer poemario, titulado “De
amor, exilio y retorno”. Desde entonces, se considera a Alicia Salinas A. como parte de la
Generación de los 80, habiendo publicado una amplia variedad de cuentos, poemas, textos de estudios, antologías literarias y recibido importantes distinciones dentro del ámbito literario. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, holandés, quechua, aymara y ruso.

RECONOCIMIENTOS
Primer Premio Concurso de Poesía César Vallejo por su poemario: “De amor, exilio y retorno” Concepción. Ediciones Sur. Instituto Francés de Cultura
Premio Pablo Neruda 1994
Premio Mejores Obras Literarias Publicadas por De Arriba-Cielo y Otros Textos
Consejo Nacional del Libro y la Lectura.
Segundo Lugar Cuento. 10° Concurso de Poesía y Cuento- Concón V Región
Mención Honrosa 1er Concurso de Poesía. Aniversario de la Falange Nacional.
Premio “Juvencio Valle” SECH.
Becaria Fundación Pablo Neruda.

POESÍA PUBLICADA
Última Esperanza. Editorial EUTOPIA, Santiago, 2016. Prólogo del poeta Jaime Huenun.
Única salida. Editorial Ariadna. Universidad Católica Silva Henríquez, Santiago, 2018
A orilla de camino. Editorial DESIGNIO, Santiago, 2002.
Entre el cielo y el fuego. Editorial ALTAZOR. Valparaíso, 1998.Prólogo de V. Teitelboim.
De arriba-cielo y otros textos. LOM EDICIONES, Santiago, 1996. Prólogo de J. M. Varas
Mujeres de otras calles. Editorial Cuarto Propio, Santiago 1994.
Amando. Editorial Casa Doce/Fértil Provincia. Santiago, 1991.
Poemas de amor, exilio y retorno. Editorial Literatura Alternativa. Santiago, 1989. Prólogo de Mauricio Ostria.

NARRATIVA
Susurros Ancestrales. Editorial Planeta Sostenible, Santiago, 2022
Sueños Ancestrales. Editorial Planeta Sostenible, Santiago, 2020
Alas de plata y otros cuentos. Edición Kindle. Ediciones Fremen 2020
La abeja cristalina y otros relatos. Editorial Planeta Sostenible, Santiago, 2013. Prólogo de Felipe Alliende.