libro1JULIO CORTAZAR  dice que la novela gana por puntos y el cuento gana por nocaut. ¿Qué significa esto?  Significa que el cuento gana al lector desde la partida, desde las primeras palabras, las primeras frases, desde el primer párrafo y no lo suelta hasta el final. Por eso los comienzos son fundamentales.

Deben aguijonear la curiosidad del lector, provocarles el deseo de continuar leyendo, de enterarse de cómo sigue y concluye la historia. Por eso hay que huir de los comienzos blandos, flojos, de los comienzos demasiado descriptivos, de los que no entran de inmediato en la acción.

(Al término de este texto, ejemplifico con algunos finales que, me parecen, ilustran plenamente lo que digo).

 ¿Y cómo logra el cuento el nock out?

 En primer lugar, mediante el lenguaje; utilizando los vocablos precisos; evitando los circunloquios, las digresiones, las perífrasis o rodeos de palabras. Se comenta que a los cuentos de Jorge Luís Borges es imposible quitarle una palabra, porque el cuento se desarma, se desmorona. El lenguaje está tan cuidadosamente utilizado que cada pieza encaja perfecta en el desarrollo de las ideas. El lenguaje debe ser claro y conciso. Toda afectación en el uso de las palabras o la construcción de la frase, atenta contra la pureza del cuento. Para ponerlo en un ejemplo. “La mejor manera de decir que el camino iba de la casa hasta el río, es decir: El camino iba  de la casa hasta el río”. Nuestro idioma es rico en posibilidades, sólo hay que esforzarse por encontrarlas. El otro cuento que ilustra esto es el del “pescado fresco”.

 En segundo lugar, mediante la estructura, la forma del cuento, los pilares donde se sostiene el armazón del cuento. En nuestros primeros cuentos buscamos, porque nos parece más fácil, la forma cronológica. En otras palabras, narramos ordenadamente desde el comienzo de la historia hasta el final. Tratamos  de no experimentar, es decir, primero las bases, el piso, las habitaciones y  la techumbre. Con la práctica reparamos que podemos innovar. Empezar por el medio y volver al comienzo, incluso, empezar por el final y luego, mediante racontos volver al comienzo, Pongamos un ejemplo ilustrativo. En el cuento “DILES QUE NO ME MATEN”, Juan Rulfo inicia su cuento por lo que sería el final y lo hace mediante un diálogo entre el padre que está prisionero y el hijo al que implora que interceda por él para que no lo maten. Después, entra un narrador en tercera persona para contarnos los momentos en que lo apresan y los motivos del arresto. (mata a un vecino y compadre por asuntos de tierra). “Lo habían traído de madrugada y ahora era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí, amarrado al horcón…” Luego viene un monólogo interior del personaje donde nos enteramos de la causa del conflicto. ( el monólogo va entre comillas) “Y me mató un novillo. Esto pasó hace treinta y cinco años por marzo…” Vuelve el narrador en tercera persona y al final un nuevo diálogo entre preso y el captor. Es por cierto una estructura novedosa y atractiva que le da a este cuento una categoría superior. Lo hace novedoso.

Aquí hay que tener presente que lo novedoso de un cuento no es el tema. Los temas –se quejaba un poeta griego en la Antigüedad- ya están todos agotados o como decía Eclesiastés “no hay nada nuevo bajo el sol”. Los temas se repiten a lo largo de la historia de la literatura. Por ejemplo: el tema de una joven pareja que no logra la felicidad porque sus respectivas familias son opuestas, o enemigas. De este tema se han hecho películas, cuentos, novelas, dramas, etcétera. ¿Y qué es lo novedoso entonces en una obra literaria?: la manera en que se cuenta esa historia, la forma, el modo que utiliza el autor para validar su cuento. En el cuento de Rulfo la historia es simple: Un campesino semi analfabeto mata a otro porque le negaba el pasto para sus animales. Esta historia esta repetida en la vida real y en la ficción innumerables veces. Pero sólo está contada en la forma en que lo hace Rulfo.

 En tercer lugar, El Punto de Vista y el Tono de quién cuenta la historia. Es distinto si la cuenta el chofer que provoca un accidente que si la cuenta la víctima del accidente o los testigos. Lo mismo ocurre si el narrador es un niño, o un adulto o un anciano, una mujer o un  hombre. Esto tiene particular importancia a la hora de elegir al tipo de narrador que podrá ser en primera persona si el narrador  es el que cuenta su propia historia o lo hace como testigo.  Hoy se le llama narrador homodiegético. Pero si narra hechos y acontecimientos desde afuera, que no le ocurrieron a él, será un narrador en tercera persona o heterodiegético. Y podrá adquirir la forma de un omnisciente que sabe todo de sus personajes o un narrador testigo que se limita a contar lo que observa. ¿Cuál elegir? El que mejor se acomode a la historia. El lenguaje de estos hipotéticos narradores estará en concordancia con su cultura, con su experiencia, con su mundo. Por cierto que un campesino contará las cosas de manera diferente a como lo haga, por ejemplo, un abogado.

El Tono, en cambio, es la emoción que reflejan las palabras de quien cuenta algo. Todos nosotros, al hablar, empleamos distintos tonos. Nuestra conversación no es monótona, es decir de un solo tono. Si queremos transmitir la emoción al lector debemos usar el tono apropiado a la situación que se narra. No podemos, frente a la narración de la muerte de un hijo, emplear un tono irónico, ni menos jocoso. Como podemos observar hay innumerables tonos, según sean las situaciones que narramos o conversamos. En la conversación, el tono fluye en forma natural. En la escritura debemos esforzarnos para emplear  el tono adecuado con la única herramienta que tenemos a mano: las palabras. En resumen, los tonos pueden ser trágicos, irónicos, íntimos, jocosos, serios, entusiastas, formales, familiares, moralistas, sombríos, parcos, condescendientes, etcétera.

García Márquez cuenta que después de varios intentos fallidos por escribir su novela más famosa, viaja con su familia de vacaciones a un balneario de México y de pronto tiene un relampagazo de certeza. Giró en el automóvil y regresó a escribir la novela. Había descubierto el tono para su obra que, no era otro, que: el que empleaba su abuela al contarle historias de vecinos. La familia perdió sus vacaciones, pero la humanidad ganó una de las mejores obras literarias. Así de importante es el TONO  en la literatura.

 Cuarto: Es necesario emplear o saber usar las diferentes técnicas narrativas que ha inventado la literatura o la ha extraído de otras fuentes,(el cine o la psiquiatría) como el monólogo interior, la corriente de la conciencia (Ulises de Joyce) el raconto o vuelta larga al pasado, el flash back  o vuelta rápida al pasado, el método directo, el diálogo, el estilo indirecto libre, la mezcla de planos temporales y espaciales, el montaje, etcétera.

 Quinto: La Intensidad, la Tensión y la Significación  son los tres conceptos que emplea Julio Cortazar en  su texto “Algunos Aspectos del Cuento” (Revista Casa de las Américas) para resumir las características del buen cuento. Lo SIGNIFICATIVO del cuento reside en el tema, en el “hecho de elegir un acontecimiento real o ficticio que posea la misteriosa propiedad de irradiar algo más allá de sí mismo. Es el punto donde un episodio vulgar o doméstico  se convierte en el resumen de una cierta condición humana. “Un cuento es significativo cuando quiebra sus propios límites y va mucho más allá de su pequeña anécdota” . EL cuento de Rulfo que hemos mencionado tiene una anécdota vulgar, cotidiana, y, sin embargo, ese grito del hombre amarrado al horcón se convierte en universal: el miedo a morir.  La INTENSIDAD Y LA TENSION, en cambio, está dada por la forma, por el lenguaje. La Intensidad es la potencia, la vehemencia, la energía con que el autor nos introduce cada vez más profundamente en la historia. Es lo contrario a lo que hace el periodismo que, en el primer párrafo (lead) nos entrega lo esencial de la noticia Para lograr la intensidad, el escritor va dosificando la información. En el cuento citado, el viejo está detenido pidiendo que su hijo clame clemencia. Dos: Nos enteramos del porqué de su prisión. Tres el viejo huye durante años por los montes para escapar de la justicia. Cuatro, el viejo es capturado y sentenciado a muerte. Quinto: el captor es el hijo del campesino asesinado por el viejo.  La tensión en cambio, es la presión que hacen dos fuerzas antagónicas en el cuerpo del relato, es la tirantez, es la lucha que, en todo cuento establecen dos elementos: el bien y el mal; lo bueno y lo malo, la guerra y la paz; la cordura y la locura, etcétera, etcétera. La tensión es la que nos lleva, a los lectores, a preguntarnos, constantemente ¿qué va a pasar?Un cuento es malo cuando se lo escribe sin esa tensión  que debe manifestarse desde las primeras palabras o las primeras escenas” –dice Julio Cortázar.

 Sexto. El Final. El final del cuento es tan importante que, muchas veces, ahí reside lo magistral del cuento. En el cuento citado, los lectores nos enteramos sólo al final, que el coronel que va a ajusticiar al viejo campesino, es el hijo del campesino asesinado, y que creció tratando de vengar a su padre. Los finales pueden ser redondos, es decir, concluyen definitivamente. Son esos finales de cuentos infantiles. “Y se casaron y fueron muy felices”. No hay nada más que agregar. Otros, en cambio, son finales abiertos, donde todo queda entregado a la imaginación del lector: por ejemplo: si muere o no muere el protagonista; si lo capturan o no lo capturan, si huye o lo apresan. El autor no nos informa, quizás, porque ni siquiera él lo sabe. Son  buenos finales. Finalmente, los finales sorpresivos, inesperados, esos que hacen exclamar al lector: “nunca pensé que terminaría de este modo” . Son a mi juicio, los más potentes.

 

EJEMPLOS DE BUENOS COMIENZOS Y BUENOS FINALES.

COMIENZOS

 1.-“Después de tantas horas  de caminar sin encontrar la sombra de un árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros” (Juan Rulfo: “Nos han dado la tierra”.

 2.-“Esto sucedió cuando yo era muy chico, cuando tía Matilde y tío Gustavo, y tío Armando, hermanos solteros de mi padre, y él mismo, aún vivían” #PASEO” de José Donoso.

 3.- “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría en cuanto ella muriera”. PEDRO PARAMO. Juan Rulfo.

 4.-Es que tú no me vai a creer, huevona, te juro por Dios, si apenas lo creo yo, así que imagínate…”  PELANDO A ROCIO.  Alberto Fuget.

 6.- Monsieur Hornard golpeó las manos para alentar a sus cuatro ayudantes. La mesa estaba dispuesta en forma espléndida. Sólo faltaba la llegada de los comensales.” EL BANQUETE, Francisco Rivas.

 7.- “Bastará decir  que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne.” EL TUNEL.  Ernesto Sábato.

 8.- “A mí, tan luego, hablarme del finado Francisco Real. Yo lo conocí y eso que estos no eran sus barrios, porque él sabía tallar más bien por el Norte, por esos laos de  la laguna de Guadalupe…” EL HOMBRE DE LA ESQUINA ROSADA. Jorge Louis Borges.

 9.- “A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde y se apresuró a salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón…” LA NOCHE BOCA ARRIBA. Julio Cortázar.

 10.-“Había otro bote listo a la orilla del lago. Junto a él esperaban los dos indios…” CAMPAMENTO INDIO. Ernest Hemingway.

 11.- “LA puerta del restaurante de Henry se abrió y entraron dos hombres que se sentaron al mostrador”. LOS ASESINOS. Ernest Hemingway.

 12.- “No saludó al entrar. Yo estaba repasando  sobre una badana  la mejor de mis navajas. Y cuando lo reconocí me puse a temblar. Pero él no se dio cuenta. Para disimular continué repasando la hoja”. ESPUMA Y NADA MAS. Hernando Tellez.

 

FINALES

 1.- “Entonces nos dimos cuenta  de que aquella segunda almohada ofrecía la depresión  dejada por otra cabeza. Uno de los que estábamos levantó algo que había sobre ella e inclinándonos cabía adelante…vimos  una larga hebra de cabello gris”.  UNA ROSA PARA EMILY. William Faulkner.

 2.-“Miró el mar. Las luces del muelle y de los barcos se extendían por el agua en un reguero rojizo y dorado, temblando suavemente.  Se tendió de espalda, mirando el cielo largo rato. No tenía ganas de pensar, ni de cantar, ni de hablar. Se sentía vivir, nada más”  EL VASO DE LECHE. Manuel Rojas

 3.- “No soporto pensar que él espera en su cuarto y sabe lo que le pasará. Es realmente horrible-

-Bueno –dijo George-mejor deja de pensar en eso. LOS ASESINOS. Errnest Hemingway.

 4.-“Me habían dicho que usted me mataría. Vine para comprobarlo. Pero matar no es fácil. Yo sé por qué se lo digo”. Y siguió calle abajo”.  ESPUMA Y NADA MAS. Hernando Téllez

 5.- “Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que algún pobre diablo se le ocurriera  robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada”. CASA TOMADA”. Julio Cortazar.

 6.- “Entonces , Borges, volví a sacar el cuchillo corto y filoso que yo sabía cargar aquí, en el chaleco, junto al sobaco izquierdo, y le pegué otra revisada despacio, y estaba como nuevo, inocente, y no quedaba ni un rastrito de sangre”. EL HOMBRE DE LA ESQUINA ROSADA. Jorge Luis Borges.

 7.-Dahlmann empuña con firmeza el cuchillo que acaso no sabrá manejar, y sale a la llanura”. EL SUR. Jorge Luis Borges.