Por Omar López, Puente Alto, 9 de abril de 2023

Día a día, hora a hora, segundo a segundo estamos acosados por la publicidad y la peste de las marcas y el afán de “ser únicos” en cada tatuaje del presente. Los celulares son la nueva biblia de los dedos: dedos esclavos y amos de una afiebrada pantalla universal que nos insta a creer que “eso” es la vida. No existe nada más y nadie pide menos. Los perdedores, los vencidos, los enfermos, los míseros, los dolientes, los débiles, los cansados pueden morirse cuanto antes para dejar espacio a los dueños de esa prostituida palabra llamada… “libertad”.
Sin embargo, en medio del pantano, de repente aparecen flores convertidas en grietas de la oscuridad. Por ejemplo, una biblioteca pensada, instalada y ofrecida a quien pueda interesarle solo con el afán de compartir lecturas y opiniones o tal vez ampliar nuestra visión de un pueblo tan maltratado y abusado como el pueblo mapuche. Un hombre, un luchador ya de vuelta del fervor de muchas batallas, decidió hace algunas semanas, crear un espacio, una biblioteca popular a partir de toda su estantería personal y la ha puesto a disposición de los vecinos; de sus amigos o a quien le interese el tema o la historia de este pueblo, hoy tan hundido en los manoseos políticos; la represión y la pertinaz invisibilización que ha impuesto la extrema derecha, luego del 4 de septiembre 2022.

Más allá del gesto, de su implícito compromiso de expandir parte de la historia no oficial y concretar un aporte poco usual a la cultura o el conocimiento de los pueblos originarios, este joven de más de sesenta años nos está enseñando sin mayor retórica que todavía es posible hacer cosas para combatir la ignorancia o la mentira. Que todavía existen caminos o vías de comunicación no contaminada por un sistema tecnológico y tecnocrático que impone pautas y modos; cadenas y controles sobre el lenguaje, sobre los actos, sobre las vidas y sobre una masa ya adicta a cualquier idiotez que anule el pensamiento y la creatividad.

Esta Biblio Mapu, ( Trawun Puente Alto ) establecida por ahora en la comuna, está al alcance de la mano solicitando un libro por (ironías del presente) facebook (TrawUn Puente Alto) o Instagram (Trawun.puentealto). Crear una biblioteca en cualquier región, ciudad, población o lugar donde reina la alienación, el desamparo o la brutalidad disfrazada de “convivencia” es ya no solo un acto de heroísmo anónimo, es también una altiva invasión en los mapas del mercantilismo y los medios de comunicación que, sabemos, están dominados por los grandes capitales y sus embajadores del miedo: traficantes; corruptos; matones y otros personajes de igual calaña, aunque con corbata.

Mañana será otro día, es cierto, pero seguirá existiendo un ser que mueve la piedra o que deja la semilla o que trae pintura fresca para rejuvenecer el paisaje.