LAS EDADES DE VIOLETA
INFANCIA
Hija de Chile, chiquilla
buscadora de cuncunas,
compiladora de lunas
que platean las gavillas.
La luz de las candelillas
viene alumbrando sus sueños;
golondrinilla sin dueño,
corre, canta y se desvela.
No la amarrará la escuela
y a ser libre va su empeño.
Hija de Chile, pequeña,
no hay juguetes en su infancia:
le basta con la fragancia
de la violeta que sueña.
Entre mieses se despeña
la contadora de nubes;
junto a ellas, su alma sube
a reinos de fantasía
y entre jilgueros se cría
imaginando querubes.
ADOLESCENCIA
Hija de Chile es la moza
que trajo la primavera;
su corazón se acelera
con alas de mariposa
y se despierta gozosa
embrujada de esplendor.
Adivina en el temblor
de su piel, aquel misterio
y sigue ese magisterio
en las alas del amor.
Hija de Chile, una falda
la viste de mujer
y comienza a florecer
con el rocío del alba.
Con sencilleces de malva
va encandilada de vida
y en su alma sorprendida
vuelan pájaros tejidos
en telar de amor, cautivos
en su canción preferida.
JUVENTUD
Hija de Chile, mujer,
recoge sola y callada
las semillas olvidadas
del canto y su menester.
Es largo su recorrer
navegando los trigales,
tomando de los zorzales
hebras de valle y montaña,
que bordarán la maraña
de sus cardos y rosales.
Hija de Chile, señora,
no hay verso que se le esconda
cuando lo invoca a la ronda
de su alma creadora.
La vida, que la enamora,
deja en su puerta una amarra:
con fecundidad de parra,
que de la tierra hace vino,
ilumina los caminos
desvelando las guitarras.
MADUREZ
Hija de Chile, afanosa,
norte y sur la fortalecen
y en amores languidece
como si fuera una rosa.
Más la fuerza poderosa
que de la tierra le llega
en tradiciones que entregan
su corriente secular,
la convierten en juglar
con que a su pueblo se apega.
Hija de Chile, Violeta,
no hay descanso en su quehacer:
si el canto le da placer,
la vida le da tristezas;
pero siempre la endereza
la maravilla del mundo,
hasta que un río profundo
la hechiza con su fragancia
y le da a su itinerancia
el descanso en un segundo.
DESPEDIDA-BIENVENIDA
Se ordena la bienvenida
a su recuerdo, que vivo,
le da razón y motivo
al festejo de la vida.
La palabra redimida
del pueblo, en su propio canto,
nos dice que no hay quebranto
porque nunca estuvo ausente
y estará siempre presente,
Violeta de nuestro encanto.
JORGE LILLO / 26 de mayo de 2017
Encabezado diseñado por Vicente Larrea + Óscar Bau, con tipografías de Francisco Gálvez
e ilustración de Luis Albornoz.
Audio: Jorge Lillo Godoy, locutor y actor de doblajes.
Justito hoy leí un artículo acerca de lo poco que reconocemos y divulgamos a nuestras y nuestro autores. Este "valdiviano"…