Por Blanca Del Río

Cuando uno llega a la Ciudad de Quebec le sorprende su belleza y apacible armonía que se expresan en su paisaje y en la amabilidad de su gente. El clima estaba temperado. Era otoño y la ciudad lucía con árboles de colores rojo y amarillo intensos. Provenientes de nuestra congestionada ciudad de Santiago había de qué sentirse feliz.

La Libertad, la Traducción, la Creación, fueron los grandes temas de reflexión y discusión del 81º Congreso de PEN en Quebec. Otros dos hechos importantes lo hicieron un encuentro muy significativo: la elección, por alta mayoría, de la primera mujer presidenta en la historia del PEN, la  destacada escritora, defensora de la libertad de  expresión, Jennifer Clement y la despedida de John R. Saul después de seis años de mandato, y para muchos, el mejor Presidente Internacional del PEN hasta ahora.

El Congreso fue organizado por el Centro PEN quebequense y tuvo la colaboración artística y literaria de la ciudad. Un festival con actividades y encuentros con escritores y periodistas de renombre internacional amenizó el Congreso. Toda una ciudad celebrando la creación y la libertad de expresión.

Al entrar, vimos en la plaza de Quebec tres pedestales y tres sillas vacías, creadas por la artista Aline Martineau, símbolos de los periodistas y escritores ausentes. Pedían la liberación del joven Raif Badawi, originario de Arabia Saudita, bloguero y editor condenado a mil latigazos, a diez años de cárcel por fundar una página web liberal e insultar al islam; la libertad de Amanual Asrat, poeta y editor eritreo detenido en septiembre 2001 junto a nueve periodistas en Eritrea, y recordaban a Juan Carlos Argeñal Medina, propietario de un canal de TV, corresponsal asesinado en Honduras en diciembre del 2013.

Poemas de la poeta Josephine Bacon proveniente del pueblo originario de la comunidad Innu de Pessamit fueron distribuidos a los delegados. Ella escribe en uno de ellos: Cargo a mi abuela en la espalda/ Mis piernas flaquean / bajo el peso de tanta sabiduría.

El Centro PEN quebequense ha sido líder en temas como la traducción y los derechos lingüísticos.El Punto 1º de la versión definitiva de la Declaración de Quebec, escrita en Barcelona en inglés, francés y español, sobre la traducción literaria, las traductoras y los traductores, declara: La traducción literaria es un arte de pasión. Al promover los valores de apertura, la traducción privilegia el diálogo entre las culturas y permite la aspiración a lo universal. Ese dialogo ofrece un baluarte de paz y libertad y combate la injusticia, la intolerancia y la censura.

Si pensamos en el actuar del PEN en estos últimos años vemos que la defensa de la libertad de expresión ha sido una constante. Sin libertad de expresión no hay literatura, me dijo en una ocasión John R. Saul. Y es posible que la libertad de expresión siempre haya sido atacada, pero hoy vive un momento especialmente peligroso. Basta pensar en los atentados a los caricaturistas de Charlie Hebdo, en los 130 civiles acribillados en noviembre en París, en el  asesinato de 54 periodistas en Honduras desde 2003 y de 66, desde 2004, en Méjico, con una tasa de impunidad superior al 90 %.

John R. Saul opina que “la causa de peligro más grande para los periodistas es la impunidad. La mayoría de los asesinatos no son investigados. La impunidad constituye una incitación al asesinato.” 

Decía José Armando Rodríguez, antiguo reportero del crimen organizado y de la violencia de la droga en EL Diario, un periódico de la Ciudad de Juárez, estado de Chihuahua, Méjico: “…Los riesgos aquí son altos y están aumentando, y los periodistas somos fáciles blancos de tiro. Pero no puedo vivir en mi casa como un prisionero. Rehúso vivir con miedo. Fue asesinado por lo menos de ocho tiros, en la mañana del 13 de noviembre de 2004 cuando conducía a su hija al colegio.                                                                                                 

Y perdimos con tristeza, durante el Congreso, al delegado mauritano Djibril Ly,”un rescatado de prisión”. Y leemos que su experiencia en la cárcel fue terrible, que era un profesor y un poeta bueno, un hombre sencillo, sonriente. Llegó enfermo y murió en el hospital de Quebec sin haber tenido siquiera tiempo de abrir su maleta- nos cuenta el delegado, compañero de dormitorio. Dejó un poema en su cuarto que debía leer en una velada políglota organizada para el final del Congreso. Una nueva  silla vacía  llevará una placa con su nombre en Quebec. El poema se llama “Préstame.” Una de sus estrofas dice: Préstame oídos/que yo escuche la música /los consejos del sabio/la palabra de Dios/ los tambores del paraíso”.

EL apoyo a los escritores en riesgo, en prisión, la ayuda legal a los prisioneros, el envío de cartas a ellos y a sus gobiernos, la acogida en el exilio forman parte del accionar del PEN. La crisis actual de refugiados no le es ajena. Hay periodistas y escritores entre ellos. Pen recibió un gran número de solicitudes de escritores encarcelados en 2015, la mayoría de las cuales procedían de Irán, así como de escritores de Siria que huían de la guerra civil en curso.

 Y la Secretaría londinense del PEN Internacional cambia de oficina y se reorganiza para coordinar sus centros PEN distribuidos en el planeta. El Centro PEN Chile integra. “La Red de las Américas y del Caribe” bajo la coordinación de Tamsin Mitchell, miembro del Pen Internacional.

Pero no solo fueron largas asambleas y comités de trabajo. Escuchamos a conocidos artistas, escritores, periodistas canadienses, americanos, chinos y otros. La escritora canadiense Margaret Atwood y Jung Chang, la autora de Cisnes Salvajes, entre ellos.

Y para terminar una velada políglota (Babel en Quebec) de lecturas de poemas de los delegados en  francés, cantonés, ruso, español; un coctel en un crucero y una fiesta bailable en la cual vimos a los congresistas internacionales convertirse en eximios bailarines al ritmo de una danza caribeña. Agradable sorpresa, magnífico Congreso.

 

Blanca Del Río Vergara (Molina, Chile).  Poeta, narradora y ensayista. Doctor en Ciencias de la Educación y profesora de francés, Universidad de Toulouse II, Francia. Profesora de inglés y Consejero Educacional en la Universidad de Chile, Santiago. Ha residido en diversos países, en particular en el continente africano. Allí realizó un intenso trabajo social en favor de las comunidades rurales en calidad de consultora para algunas organizaciones internacionales (UNICEF, PNUD…) y se desempeñó como docente en liceos y universidades (Orán, Argel, Burundi).

Presidente del Comité de Traducción y Derechos Lingüísticos y ´presidenta del PEN Chile 2015, organización consultiva de la UNESCO y la ONU que agrupa a escritores y periodistas por la defensa de los derechos humanos, la paz y la libertad de expresión. Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile y de la Asociación de Escritores ítalo-chilenos. Ganadora de la Beca de Creación Literaria 2008 del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Gobierno de Chile. Ganadora del Concurso Relatos de Colección del Museo de Bellas Artes en 2009. Miembro fundadora y Presidente de la Corporación de Amistad Chileno-Argelina. Representante en Chile de Rayon de Soleil de l’Enfant Etranger, París, organización sin fines lucrativos de resguardo del niño abandonado.

Tiene diversas publicaciones: libros de educación, ensayos, ficción y obras poéticas. Entre sus libros más destacados está “Vivir en África” cuentos y crónicas, Ed. La Trastienda, 2010.

Nueva integrante de Letras de Chile