Yilun Fan 范轶伦 es escritora de Ciencia Ficción, traductora y académica de Hong Kong, China. Es vicesecretaria general de la Asociación Mundial de Escritores Chinos de Divulgación Científica. Actualmente cursa un doctorado en Ficción Especulativa y Culturas de la Ciencia en la Universidad de California. Ha recibido la beca «Support a New Scholar» (2023-2024) patrocinada por la Science Fiction Research Association (SFRA). En 2021, formó parte del comité del jurado de los XI Premios Nébula (Xingyun) de Ciencia Ficción Global de China. Sus galardonados relatos cortos han sido traducidos al inglés y al italiano. Sus obras han sido publicadas en las revistas Science Fiction World, Locus, Apex y Modern Chinese Literature Studies, entre otras.

Este cuento fue publicado en agosto del 2023 en “Los gatos conocen todas las respuestas” de la editorial China Pictorial Publishing House.

 

La noche tiene pupilas verde oscuro
Fan Yilun

 

 

1

 Bata de laboratorio blanca

Del otro lado de la pantalla, A-Ding me saludó con la mano y su holgada bata blanca de laboratorio se deslizó por sus hombros, dejando al descubierto su delgada y testaruda clavícula.

—Por cierto, la próxima vez que vengas te llevaré a visitar el criadero. Esta vez también trajimos de vuelta al ajolote mexicano. —dijo.

Me sorprendió tanto que casi tiro la taza de té que tenía en la mano.

—¿Es el dinosaurio hexagonal que vi en el acuario cuando era pequeña? —pregunté.

—Sí. A-Ding acarició su cabello rizado castaño oscuro, y me pareció oler su champú de fresa favorito a través de la pantalla. Los colegas del departamento de investigación y desarrollo de productos para el cuidado de la salud siempre están pensando en ello. Tal vez realmente crean que la “neotenia” puede rejuvenecer a los humanos …—dijo.

A-Ding frunció los labios, con una mirada desdeñosa en su rostro, como si estuviera leyendo mi examen de química de ese entonces. El nombre real de A-Ding es Ding Sijia, fue la representante de la clase en la secundaria. Ese año ganó tres medallas en el Concurso Nacional de Matemáticas, Física y Química. La reclutaron en la mejor escuela secundaria de Shanghai y la recomendaron a la mejor carrera de biología del país. Luego, fue directamente a una de las prestigiosas universidades que pertenece a la Ivy League con una beca completa. Después de graduarse el año pasado, llegó a esta empresa líder en secuenciación de genes ubicada en el sur para desempeñarse como investigadora de alto nivel.

Si no nos hubiéramos conocido desde la infancia, probablemente no habría tenido ninguna relación con semejante élite. Aunque ya no éramos compañeras de clase en la secundaria (porque me quedé en el pequeño condado de mi ciudad natal), nos hemos mantenido en contacto a lo largo de los años. Y no importa cuánto tiempo dejemos de comunicarnos, podemos hablar de cualquier cosa.

Ella es la única amiga con la que tengo una relación así.

A juzgar por la pantalla, se había bronceado un poco más durante los tres meses de estudio de investigación científica en México, y su piel trigueña resaltaba su eficacia.

—No hablemos de eso por ahora. Tengo que echarle un vistazo al lote recién llegado de babosas esmeraldas—dijo.

Al apagar la pantalla, me estiré mucho. La llamada telefónica que duró más de una hora abrió mis meridianos Ren Mai y Du Mai, y la ansiedad de renunciar y estar sin trabajo durante medio año desapareció. Aunque sabía que esto solo era temporal. Justo cuando estaba a punto de levantarme para aumentarme más agua, apareció una bola de pelo.

—Miauuu —Sésamo saltó a mi regazo con un ligero salto, se acurrucó perezosamente y entrecerró los ojos.

Obedecí y le rasqué la barbilla. A cambio, comenzó a emitir ese invencible ronroneo curativo.

Después de un rato, levanté su suave cuerpo y posé suavemente sus ojos somnolientos en el sofá de franela azul. Parecía una tela de seda negra sumergida en las olas.

Nueve meses después de adoptar a Sésamo, comencé a creer que los gatos eran flexibles.

Después de sorber el té de trigo sarraceno tártaro en el que había añadido tres chorros de agua, me puse las sandalias y caminé hacia el balcón. A las dos y media de la tarde, el sol brillaba intensamente y un olor indescriptible me golpeó la cara: era arena de gato podrida… Contuve la respiración y subí apresuradamente las cortinas. En el último momento, cuando cerraba las cortinas, el rabillo del ojo se posó en el viejo árbol de osmanto que estaba frente al edificio.

Había tres ancianos reunidos, inclinados y mirando algo, y un par de pies ……parecían estar en el suelo.

Un par de pies temblorosos.

—Miao —Sésamo lo siguió en algún momento, saltó al umbral de la ventana, los pelos de su cuerpo se erizaron y gruñó espantosamente hacia afuera.

—Bájate rápido — grité en voz baja —Alguien se desmayó por el golpe de calor.

Pero resulta que en ese momento todavía no entendía muy bien a los gatos.

Si no hubiera cerrado las cortinas, quizás…

Quizás no habría tenido otra oportunidad de escribir lo que estás leyendo.

Esa fue la última vez que vi el sol.

 

 

2

Pupilas verde oscuro

 

Mareos, fatiga, escalofríos…esta maldita hambre.

Me tumbé en el sofá, puse mis manos heladas sobre mi estómago igualmente de helado y abrí los ojos.

¿He llegado al punto de despertar con hambre? Pero la última vez que comí bien fue hace un día… Al parecer, llegó el momento de comer otra vez.

Logré levantarme sin ganas y el repentino mareo hizo que mi visión se oscureciera. Me agarré de la mesa de centro para poder sentarme.

Sobre la mesa había un cuarto de avena, medio kilo de arroz de grano mixto, medio kilo de harina de maíz, una botella sin abrir de multivitaminas, 3 salchichas de jamón, 13 bolsas de galletas sustitutivas de comida y 24 caramelos de ciruela de azúcar moreno. Cuando me fijé en la esquina de la mesa, había ramas verdes marchitas y enredaderas que brotaban de las tres macetas que estaban contra la pared. Eran plántulas de camote que acababan de brotar.

Sonreí, pero descubrí que ni siquiera tenía fuerzas para levantar las comisuras de la boca. Esto me hizo recordar a la película Misión rescate, donde no te engañan, aunque las papas ahora son reemplazadas por camotes.

Ahora estas son toda mi reserva de alimentos.

Al partir un caramelo de ciruela de azúcar moreno, en el instante en que el dulce se extendió por mi lengua, me dolieron los ojos.

Han pasado 36 días, he estado sola durante cinco semanas y ya comenzó la sexta.

 Ese jueves común por la tarde, al fin pude tomar una siesta después de hablar con A-Ding por teléfono. En ese entonces, ya hacía más de siete meses que había renunciado y aún no había encontrado un nuevo trabajo. El poco dinero que había ahorrado trabajando en los modernos medios de comunicación durante varios años se había ido prácticamente en el alquiler y en las clases de escritura en español. Felizmente, la charla con A-Ding calmó un poco mi ansiedad. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan relajada. Cuando desperté, ya eran más de las 6 de la tarde y el último rayo de luz fuera de la ventana se estaba desvaneciendo.

 —¡Buen viaje! —recordé un sueño en medio de la neblina donde distinguí la figura de A-Ding en la costa azul del Caribe.

Soñolienta abrí mi teléfono y la luz brillante de la pantalla me dañó la vista.

Había varios mensajes de grupos en la pantalla, de la ciudad de Haijiao, de Yunting y de Longgang respectivamente.  Mi pasado y presente están relacionados con estas ciudades. Los mensajes eran iguales.

«Ciudadanos, tengan en cuenta que hoy están apareciendo personas con convulsiones inexplicables por todas partes. Si se encuentran con ellos, no entren en pánico y llamen de inmediato al 110. Por favor, no salgan a menos que sea necesario».

 Respiré profundo y no dormí nada. El mensaje fue escrito con extrema moderación, pero no podía ocultar la gravedad de la situación que había detrás. Si fuesen enfermos comunes, ¿por qué pediría que llamemos directamente al 110? Si este mensaje ha aparecido por todas partes, eso indica que… ¿se trataría de una enfermedad infecciosa?

Me temo que no es tan simple como «convulsiones»… En ese momento la palabra zombi pasó por mi mente, pero rápidamente la aparté con la mano y pellizque mi muslo con fuerza.

Después de ver mis contactos y preguntarle a mis padres, familiares y amigos, pude corroborar que efectivamente, todos recibieron el mismo mensaje.

—¿Va a regresar?  —La voz de mi madre temblaba por el teléfono, luego hubo un largo silencio.

Entendí de qué estaba hablando: la gran peste que mató a casi una cuarta parte de la población mundial hace más de treinta años. En ese entonces, mi madre todavía estaba en Venezuela y acababa de entrar a la primaria. Fue la única de sus cuatro hermanos que sobrevivió. Este incidente hizo que mis abuelos decidieran abandonar Caracas, donde habían vivido la mayor parte de sus vidas, y se llevaran a la única hija que les quedaba para regresar a Enping[1] y a su patria después de más de 20 años de ausencia.

Cuando era niña, me encantaba escuchar a mi madre cantarme canciones infantiles en español. Después, empezó a hablar cada vez más chino y poco a poco dejó de cantar.

También olvidé todas las letras y nombres de las canciones. Lo único que recuerdo es que el idioma suena tan hermoso como si uno estuviese cantando.

Cada vez que preguntaba sobre la gran peste, las manos de mi madre siempre temblaban y sus ojos parpadeaban.

—Vía Dolorosa, vía Dolorosa…[2] —murmuraba esta frase en español y luego cambiaba de tema.

Parecía ser una emoción más compleja que el miedo. ¿Qué era? No puedo decirlo.

Si me preguntas, ¿por qué no se lo preguntaba a otras personas?. Es porque fue una peste que solo existe en la memoria de quienes la han experimentado, no, mejor dicho en la memoria de los sobrevivientes. No hay ningún registro de ello en ninguna base de datos que puedas imaginar, incluidas bibliotecas, museos e Internet.

Ring ring—— el claro tono de notificaciones rompió el tranquilo silencio. Sésamo, que estaba acurrucado a mis pies, se despertó y me pateó con sus patas traseras de muy mala gana.

Cierra las ventanas y las cortinas. La situación no es así de fácil.

Era un mensaje de A-Ding.

Me quedé mirando la pantalla y el sudor de mis palmas hizo que poco a poco el protector del celular se volviera pegajoso, pero no tenía idea de cómo responder. Pronto se escuchó otro ring ring——

Intenta abastecerte de la mayor cantidad de comida posible, esta vez será mucho más serio.

Antes de que pudiera reaccionar, se escuchó un sonido chispeante de la corriente sobrecargada, y el mundo se sumió en la oscuridad rápidamente.

Después de un breve silencio mortal, la luz revivió de una manera aún más extraña, con ruidos bulliciosos que venían de todas direcciones: el llanto del bebé de al lado, objetos pesados ​​que caían al suelo en el piso de arriba y gritos que se escuchaban una y otra vez a la distancia…

No sé si fue una ilusión, pero en el momento en que me levanté para jalar las cortinas, lo que encontré ante mí fue un par de ojos verde oscuros en la oscuridad.

En menos de cuatro horas, cerré las cortinas dos veces y todo lo que ví afuera ya no era el mismo mundo.

Además, el gruñido amenazador de Sésamo se convirtió inexplicablemente en el sonido más seguro para mí.

 

Una suave pelusa rozó mi pantorrilla, sacándome de mis pensamientos.

Miré la lista de alimentos bajo mi bolígrafo, taché el número 24 de los caramelos de ciruela de azúcar moreno y escribí 23 a su costado.

No, no estaba sola.

En el nido de bambú para gatos debajo de la mesa, Sésamo, que se había despertado de un sueño profundo, estaba estirando sus extremidades y su larga cola enredaba mis piernas.

Cuando todo esto empezó, los drones dejaban comida todos los días. Hasta el día veintiuno, el cielo estuvo en silencio durante todo un día. El vigésimo segundo día, de repente se cortó la luz nuevamente. Desesperada, tomé la comida congelada en el refrigerador lo más rápido posible: cociné todos los dumplings y wontons, y mariné el pollo, la carne de res y media lubina. Inesperadamente, mi inexperta habilidad culinaria del día día se había convertido en este momento en una habilidad que salvaba vidas, y estos ingredientes con descuento, que le vienen bien al bolsillo, se habían convertido en la última reserva de alimento.

Desde entonces, el gas y la electricidad se convirtieron en el gato de Schrödinger, pero afortunadamente el suministro de agua continuó con normalidad.

Lo que más me asustó fue que la red de internet comenzó a ser intermitente. La última videollamada con mis padres había sido hace tres días. Después de jubilarse, regresaron a la casa de su ciudad natal. Allí tienen dos acres de tierra, tres perros y una docena de gallinas. Deberían poder durar mucho tiempo, al menos, más de lo que yo tengo. Mi abuela materna y paterna también están temporalmente bien. En el grupo de mensaje de compañeros, la foto de perfil de algunos se ha vuelto gris para siempre…

Agarro mi celular en todo momento. Esto es mi única conexión con el mundo exterior, como si fuera la única paja a la que puede aferrarse un hombre que se está ahogando. Tengo miedo de que si no tengo cuidado, el mundo entero me abandonará.

Además, A-Ding, que al igual que yo se ha mantenido sola, se ha convertido en mi mayor apoyo emocional. El día del incidente ella estaba trabajando horas extras . Afortunadamente, el dormitorio estaba en el edificio de al lado y los dos grandes edificios estaban conectados por un puente de cristal. En el momento en que cruzó el puente y corrió de regreso al dormitorio, ella los vió claramente por primera vez.

A través del vidrio templado se tapó la boca y luego me envió los dos primeros mensajes.

Justo como dijo A-Ding, esta sería una “larga batalla”. La única persona que luchaba a mi lado, aparte de ella que estaba lejos en el sur, era Sésamo que estaba a mi lado.

Al igual que para mí, también reduje la frecuencia de alimentación de Sésamo de tres veces al día a una vez al día. En el primer medio mes, Sésamo siempre estuvo molestándome, haciendo maullidos para pedir comida. Después, tal vez se acostumbró, tal vez entendió algo… tal vez, simplemente estaba demasiado hambriento, pero ya no era tan insistente, ni saltaba traviesamente, en su lugar se pasaba todo el tiempo durmiendo. Si, todo el día.

Sé que estaba tratando de conservar su energía.

Como yo que pasaba la mayor parte del tiempo dormida.

Sólo había un caso en particular en el que usaría todas sus fuerzas para ponerse de pie y tensar su cuerpo como un arco listo para ser lanzado:

Y ese momento sería para cuando ellos aparecieran.

 

 

3

 Vestido amarillo

 Toc, toc, toc. El rápido golpe en la puerta me tomó por sorpresa. Me asusté tanto que me temblaron las manos y el camote a medio cortar cayó al suelo.

Sésamo apareció rápidamente con un maullido y voló hacia la puerta.

Después de dudar por un momento, yo también tomé el cuchillo de fruta y me moví lentamente hacia la puerta.

El golpe en la puerta volvió a sonar en medio del silencio como si fueran tambores de antiguos sacrificios tribales, pero esta vez con más urgencia. Respiré profundo, me puse de puntillas y vi hacia afuera a través de la mirilla.

En el pasillo oscuro, todo tipo de basura estaba esparcida por doquier, y había algunos volantes rosas tirados en el suelo. Estos volantes aparecieron después de que se suspendieran todos los medios de comunicación. Los helicópteros bajaron del cielo, informando a todos los ciudadanos que la epidemia estaba fuera de control y que el gobierno haría todo lo posible para mantener el suministro de agua y electricidad. También nos pidieron a todos que nos preparemos para lo peor.

Había una niña parada en la puerta. Como era demasiado baja, no podía ver su rostro. Solo podía ver un vestido de manga larga de color amarillo claro debajo de su desordenada cola de caballo.

¿Quién se atrevería a salir a esta hora siendo de día? ¿Podría ser que ella…?

La niña pareció notar algo y levantó la cabeza.

Tenía una carita sucia, con un flequillo disparejo pegado a la frente y un par de ojos rojos e hinchados que colgaban debajo.

—¿Hay alguien ahí? —preguntó.

 La voz infantil parecía débil.

—… Tío, tía, abuelo, abuela, soy Xue Kexin que vive en el cuarto piso— dijo.

Se secó los ojos, sus manitos también estaban sucias y su voz sollozaba.

—Mis padres se desmayaron y mi hermanito y yo somos los únicos que quedamos. No hemos comido en dos días. Por favor, ¿puedes darnos algo de comida?

Aflojé el mango del cuchillo de fruta y suspiré aliviada. Estaba consciente, sus ojos todavía eran normales de color marrón oscuro y no parecía estar infectada.

Sin embargo, al mirar la mesa completamente vacía a un lado, dudé. Lo único que me quedaba eran unas cuantas ollas de camote y dos salchichas de jamón al lado de mi cama. De hecho, sé que es un poco vergonzoso de decir, pero he empezado a comer comida para gatos, después de todo, contiene muchas proteínas.

Me obligué a cerrar los ojos.

Lo siento……

Al fin y al cabo, fui yo quien hizo este silencio tortuoso. Cada segundo desgarraba mi cuerpo.

Unos tres minutos más tarde, escuché el sonido de pasos bajando las escaleras que se iban alejando cada vez más.

Lo siento mucho... Me deslicé débilmente por el marco de la puerta hasta el suelo.

El hambre es tangible. Si alguna vez has experimentado un hambre tan incesante como este, descubrirás que es tan real: primero se daña tu estómago, luego se adormecen tus extremidades y finalmente la mente se queda en blanco. Lamentablemente, en ese momento, descubrí que la culpa se había convertido en un parásito en mi cuerpo. Me carcomió y recorrió desenfrenadamente mi cuerpo, tratando desesperadamente de hacerme sentir avergonzada.

Sésamo olió atentamente la puerta, tratando de rascar de vez en cuando con sus patas. Al final, se acostó sobre mí y frotó su cabeza con mi mano.

¿Me estás consolando?

Mis dedos se deslizaron por las rayas de su frente, cuando escuché vagamente un golpe en una puerta y un sonido entrecortado que provenía de abajo:

«Tío, tía, abuelo, abuela, vivo en el cuarto piso …»

En medio de un trance, ví a una niña corriendo a tropezones hacia mí. El sol del mediodía era tan fuerte, entonces ella se levantó del estanque sosteniendo algo entre sus manos, su carita estaba sucia y dijo: “A-Lun, atrapé un renacuajo, mira”… las ranas croaban una tras otra, la voz de la niña era como una sinfonía de verano con las notas más hermosas, las sombras de los árboles moteados caían sobre mis palmas. De repente se quedaron oscurecidas por una enorme sombra negra. Luego, con un sonido “cataplum”, innumerables notas negras cayeron al suelo.

—¡Qué cosa más sucia, ven a casa conmigo y lávate las manos! —La mujer de tacones naranjas levantó el delgado cuerpo de la niña como si atrapara a una rana.

Más tarde, ella estudió mucho, ganó un premio tras otro y se fue a Shanghai ante la envidia de todos. Pero lo único que yo sé es que ella realmente había derrotado a un monstruo tras otro y escapó de aquí.

Ese día, ella también llevaba un vestido amarillo claro.

Entonces, me levanté sujetándome del marco de la puerta, tiré con fuerza de la manija, respiré profundo y giré el cerrojo.

Esa fue la primera vez que abría la puerta en más de cincuenta días. Entonces, el eje de la puerta emitió un sonido de fricción agudo, como quejándose de ser injustamente olvidada, quizás porque hacía mucho tiempo que no lo usaba. El sonido retumbó en el silencioso  pasillo, como un relincho.

También hubo un rayo de luz que entró por la estrecha rendija de la puerta.

Muy sombrío, pero muy cálido.

Todo tiene grietas, por ahí entra la luz. No sé por qué, pensé en esta frase que vi hace mucho tiempo, y de repente me entraron ganas de llorar.

—Kexin… sube pequeña —me incliné hacia adelante y hablé a través de la rendija de la puerta, bajando la voz tanto como fuera posible pero asegurándome de que pudiera escucharme.

Después de unos segundos, cesaron los golpes en la puerta, seguidos por algunos pasos vacilantes. Luego, en la esquina de las escaleras, apareció una pequeña cabeza.

—… ¿Tía? ¿Tienes algo de comer? —ella también bajó la voz.

Asentí e hice un gesto de “OK”.

Una sonrisa apareció en su carita, luciendo particularmente resplandeciente.

Ella asintió vigorosamente e hizo un gesto exagerado con su boca que pude ver claramente incluso desde medio piso de distancia, decía: “Graaa..ciassss”

Se agarró del pasamano con ambas manos y subió las escaleras con cierta dificultad. Como era demasiado baja, tenía que levantar un pie, subir y luego colocar el otro pie. Después de caminar al menos cuatro o cinco pisos, se quedó sin aliento, tal vez porque tenía demasiada hambre.

5 metros, 3 metros… se iba acercando cada vez más.

Entonces extendió su mano hacia mí.

Se parecía a esa niña que corrió hacia mí hace muchos años.

Yo también extendí mi mano hacia ella.

A continuación, la enorme sombra negra volvió a aparecer detrás de ella. En el momento en que nuestras manos estaban a punto de tocarse, el tragaluz del pasillo se bloqueó, obstruyendo toda la luz.

¿Los recuerdos están invadiendo la realidad, o es que…?

Cuando miré esos ojos verdes, no pude sentir ninguna emoción que proviniera de ella, porque solo había un mensaje y era el deseo de caza más primitivo que sólo lo tienen las bestias. Antes de que tuviera tiempo de gritar, solo alcancé a ver el vestido amarillo y al instante fui cubierta por la oscuridad.

Tambaleé hacia atrás, usando mis últimas fuerzas, la puerta se cerró de golpe frente a mí.

¿La niña del vestido amarillo está destinada a ser devorada por monstruos?

No tengo ni idea.

Lo único que sé es que aunque no haya comido en mucho tiempo, mis lágrimas siguen estando saladas.

Todo lo que sé es que… en el último momento, Sésamo se lanzó sobre ella.

 

 4

 Pupilas verde oscuro

 Se ha acumulado una fina capa de polvo en el ordenador que lleva mucho tiempo sin ser utilizado. Soplé y, con la tenue luz, pude ver una pequeña pelusa flotante.

Era el pelo de Sésamo.

Si estuviésemos en el pasado, él estaría en este momento acostado junto a la estantería que está a mi mano derecha, entrecerrando los ojos, mirándome escribir en el teclado o mirando a los gorriones silbar y volando fuera de la ventana, o lamiéndose en diferentes posiciones atractivas y tirando al suelo todos los bolígrafos que hay sobre la mesa.

Olí las pocas pelusas que tenía en la mano, pretendiendo oler el familiar aroma a leche de la arena de gato.

Seis días después, el olor de Sésamo aún permanecía en esta pequeña casa alquilada. Aparecía de vez en cuando para recordarme que él ya no estaba.

Si no hubiera vuelto a recibir el mensaje de A-Ding, tal vez me habría quedado en la cama hasta que me pudriera poco a poco.

La red de internet lleva mucho tiempo caída. Si me preguntaras cómo ha cambiado el mundo exterior. ¿ Realmente aún me importaría este tema? Todo mi mundo es esta habitación, esta isla solitaria abandonada por el tiempo.

El único contacto que tengo con mis padres son los básicos mensajes de texto. Parece que hemos llegado a una especie de acuerdo tácito para enviarnos un mensaje cada tres días. ¿Por qué no una vez al día? Tal vez… es sólo para establecer un tiempo de calmante psicológico para cuando llegue tarde o temprano lo inesperado.

¿Y con A-Ding? De hecho, nunca nos hemos contactado todos los días. Incluso, cuando regresabamos a casa después del colegio en la secundaria, a menudo no decíamos nada en todo el camino, solo decíamos «adiós» cuando teníamos que separarnos.

Después de que Sésamo se fue, dejé de luchar. Ya no me lavaba la cara ni me cepillaba los dientes, ya no lavaba la ropa ni fregaba el suelo, ni siquiera regaba los camotes… Descubrí que a parte de regar camotes, todo lo demás era sólo un ritual diario para pasar el tiempo. Utilizaba estas actividades mecánicas repetitivas para recordarme a mí misma que yo, como ser humano, todavía estaba viva.

Siempre me consideré su dueña. Pero no fue hasta que Sésamo desapareció que me di cuenta de quién era el apoyo de quién.

El mensaje de A-Ding era conciso, de solo cuatro palabras:

Revisa rápido tu correo

Abrí vacilante la computadora que no tenía acceso a internet, entonces apareció un recordatorio de un correo electrónico no leído en el escritorio. Esta no era la primera vez que me sorprendía con el hackeo.

No había ningún texto en el correo electrónico, sólo un vídeo adjunto.

Esperé mil años para descomprimirlo, hasta que la mano que sostenía el mouse empezó a sudar. Después de mover un poco la cámara, la imagen quedó clara. A-Ding llevaba una bata de laboratorio blanca que me resultaba familiar. La ropa blanca de mi recuerdo se había vuelto amarilla. Tal vez era sólo porque la luz era demasiado oscura.

— A-Lun, ¿todavía recuerdas la babosa esmeralda que he estado estudiando durante los últimos años? — ella frunció el ceño y dudó en hablar.

Por supuesto que lo recuerdo, y sé más que eso, incluso puedo pronunciar claramente su nombre científico en español: Elysia chlorotica. La babosa esmeralda es actualmente el único organismo unicelular entre todos los animales terrestres conocidos capaz de realizar la fotosíntesis. Puede comer algas, incorporar sus genes en sus propios cromosomas y absorber sus cloroplastos para su propio uso. De esta manera, tiene la función de la propia fotosíntesis y puede utilizar la energía solar para convertir directamente el dióxido de carbono y el agua en nutrientes para su supervivencia. Por lo tanto, independientemente de que lleven mucho tiempo expuestos al sol, pueden pasar largos periodos sin comer, hasta 9 meses. Lo qué hay que saber es que todo su ciclo de vida es de sólo un año. —contesté.

La investigación de A-Ding consistía en utilizar la cleptoplastia de la babosa esmeralda, un tipo de “secuestro” donde “roba alimento» de los genes de otros organismos. Todo esto con el fin de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para las enfermedades genéticas humanas.

Sabes que la babosa esmeralda se descubrió por primera vez en Estados Unidos y Canadá. Originalmente vivían en pantanos y estanques a lo largo de la costa este de Estados Unidos y Canadá, donde la profundidad del agua generalmente no supera el medio metro. Pero hace un año, también se descubrió una población de babosas esmeraldas en el Golfo de México, que eran capaces de sobrevivir más de lo que se había descubierto anteriormente. Podían sobrevivir casi 5 metros bajo el agua y vivir más tiempo. Hace unos meses, los miembros de mi grupo y yo fuimos a México para estudiar estas babosas esmeraldas recién descubiertas.

Sí, lo sé. Antes de partir, la ayudé a traducir algunos documentos en español. Luego recibí un montón de postales de la Ciudad de México, Mérida, Cancún… Los pegué en el mapa en sus ubicaciones correspondientes, exactamente alrededor del Golfo de México.

Más abajo está el Mar Caribe, pero allí no hay nada. De hecho ahí está mi ciudad natal a la que tal vez nunca vuelva.

Ahora están en la pared detrás de mí, reflejados en la pantalla del ordenador, mirándome como ojos que han perdido las pupilas.

Eso es bueno, evolucionaron. Las poblaciones descubiertas anteriormente solo comían algas costeras, pero ahora comen todo tipo de algas y la sensibilidad de las proteínas fotosensibles en su superficie se ha triplicado. Es por eso que son capaces de sobrevivir en ambientes más hostiles…

A-Ding tomó un sorbo de agua y le tembló la mano que sostenía la taza. Ella seguía frunciendo los labios. Yo sabía que sólo hacía esto cuando estaba nerviosa.

Creemos que… esto está relacionado con la peste de hace más de treinta años. No estoy diciendo que sea la causa de esa peste. Nadie lo sabe, y aquellos que lo saben seguramente ya no estén en este mundo. Lo que quiero decir es que… como resultado de esa peste… todo el ecosistema sufrió una reorganización importante, y las especies que sobrevivieron mejoraron su capacidad para adaptarse al medio ambiente, incluso evolucionaron a un ritmo exponencial. La babosa esmeralda es un típico ejemplo.

A lo largo de los años, he esperado encontrar nuevas soluciones a las enfermedades genéticas humanas a partir de los mecanismos de la babosa esmeralda. De hecho, antes de que todo esto sucediera, el experimento con animales ya había llegado a la segunda fase.

 así que……

A-Ding levantó la cabeza y me miró a través de la pantalla, con los ojos brillantes.

He decidido ser el primer experimento humano.

De hecho, ya había adivinado lo que diría, pero aun así no pude evitar llorar.

Me encantan estas cosas desde que era niña. Cuando éramos pequeñas, íbamos juntas a cazar renacuajos e íbamos al acuario a ver el «Dinosaurio Hexagonal»… A mí me emocionaba mucho más que a ti. Luego, yo también cumplí mi deseo y me especialicé en biología, haciendo investigaciones que me gustaban. A pesar de vivir día y noche con estas asombrosas criaturas, a menudo me sigue sorprendiendo su capacidad para adaptarse al ambiente.

 Así que, A-Lun, ¿Alguna vez lo has considerado? Si los que están afuera  pueden considerarse como una especie de “evolución” de los seres humanos, ¿Por qué no elegimos evolucionar por nuestra cuenta para adaptarnos a “su” mundo? En lugar de escondernos en una habitación oscura y esperar a morir?

 

Algo se movió en mi corazón. De hecho, nunca había pensado en eso. Antes de escuchar lo que dijo A-Ding, esperar a ser rescatado o esperar a morir eran las dos opciones que quedaban y en las que creí desde el principio. Pero ahora parece que solo quedaba una.
 

Por supuesto, otra razón es que me he quedado sin provisiones. Incluso si no hago esto, no sobreviviré por mucho tiempo. En realidad, lamento haberme burlado de mis colegas que creían en los dinosaurios hexagonales. El rejuvenecimiento tampoco parece algo malo, jeje… Si los genes de la babosa esmeralda se pueden fusionar con los míos, entonces tal vez yo podría sobrevivir mediante la fotosíntesis. .

A-Ding agachó la cabeza.

Extraño mucho el sol.

En ese momento, vi los pequeños pelos claros creciendo en su cabeza afeitada. También había lágrimas en las comisuras de sus ojos.

Habiendo dicho todo esto, en realidad vine a despedirme de ti. Debes estar confundida. No te preocupes, yo también lo estoy… No sé cuál será el resultado del experimento. Incluso si tengo éxito, no se si seré la misma o no después de esto… Pero no importa cuál sea el resultado, esta será la última vez que me comunique contigo como Ding Sijia.

 Por supuesto, deséame suerte. Espero «renacer».

El vídeo terminó y el mundo volvió a quedarse en silencio, como si nada hubiese pasado.

Espero que tú también lo tengas.

Repetí las últimas palabras de A-Ding. Todo ha cambiado.

Además, todo se ha vuelto irreconocible y ya no hay vuelta atrás. Una vez creí obstinadamente que habría una fuerza poderosa y milagrosa como en las películas de ciencia ficción, que devolvería todo a como era antes. Pensé que al igual que se restablece un sistema informático, también se podría restablezcer esta línea de tiempo.

Pero ahora tengo que aceptar que esto es sólo una ilusión de mi parte. Lo único que se ha paralizado es mi tiempo. El mundo exterior ha avanzado hacia el futuro, quizás un futuro que pueda describirse como “cruel”.

Al mismo tiempo, este verano que ha pasado tan rápido, también ha sido la primera vez que he estado tan cerca de la muerte. Lo extraño es que no tengo miedo como lo imaginé, tampoco siquiera he tenido una pizca de suerte ni de alivio.

 

Gracias, A-Ding.

Se escuchaba el golpeteo de la lluvia que venía fuera de la ventana,zaa, zaa… un golpe tras otro…

Eran golpeteos deliberadamente rítmicos, que tenían una fragancia inusualmente dulce y que penetraba a través del hueco de la ventana y ambientaba completamente la sala de estudio.

Los relámpagos de verano habían estado en silencio durante mucho tiempo. Ahora esta debía ser la lluvia de otoño. Un día, durante el trance de despertar de un sueño, hice algo que me sorprendió incluso a mí misma: abrir las cortinas.

Ví que el viejo árbol de osmanto que estaba fuera de la ventana al fin había florecido. Cuando de repente en medio del mar de deslumbrantes flores doradas, vi dos pupilas verdes familiares.

Era Sésamo.

 

 

5

 Luz de luna plateada

 Sésamo llegó a mi mundo cuarenta y cinco días después de nacer. Sus tres hermanos y hermanas murieron prematuramente debido a la falta de leche de la gata, pero él sobrevivió tenazmente. Cuando me lo encargó su anterior dueño, tuve mucho ánimo, a pesar de que su cuerpo era pequeño y liviano.

Cuando era pequeño, su pelaje era atigrado entre negro y marrón. Después se desvaneció y se volvió de un negro tan intenso como las semillas de sésamo.

Si miras detenidamente sus ojos, encontrarás que entre la pupila negra y amarilla, hay un círculo verde, como un halo de luna clara.

Ahora, el halo lunar se ha extendido y toda la pupila se ha convertido en una luna llena verde.

Examiné minuciosamente cada centímetro de su pelaje como si le estuviera pillando pulgas el día que lo traje a casa. En la base de su pata derecha, cerca de su abdomen, encontré marcas de dientes: 8 incisivos, 4 caninos y 8 premolares. Ahora la herida ya se ha sanado.

Además tiene una etiqueta con mi número de celular grabado colgando de su cuello. Fue un regalo de A-Ding.

Quizás estaba impaciente porque lo tocara, por eso Sésamo movió su cola hacia adelante y atrás. Cuando no estaba prestando atención, saltó ligeramente de la mesa y corrió hacia el agua potable que estaba junto al balcón.

Para celebrar su regreso, coloqué su codorniz deshidratada favorita en un tazón (solo quedaban las dos últimas). Él las olió, pero se dió la vuelta.

La intuición me dice que Sésamo está un poco diferente. Pero no sé qué es exactamente.

Esa noche no pude dormir. Pensando en las últimas palabras de A-Ding, pensando en el regreso de Sésamo … la pérdida y el reencuentro tal vez sean cambios momentáneos. Justo cuando me sentía decaída, muchas emociones renacieron, recordándome que en realidad estaba “viva”.

Puede que la pérdida te entristezca, pero te puede sorprender lo que pierdes y recuperes.

Si los que están afuera pueden considerarse como una especie de “evolución” de los seres humanos, ¿Por qué no elegimos evolucionar por nuestra cuenta para adaptarnos a “su” mundo? En lugar de escondernos en una habitación oscura y esperar a morir?

Las palabras de A-Ding aún estaban en mi mente cuando escuché el sonido que venía fuera del dormitorio.

Era Sésamo maullando “miauuu ~ miauuu”. Sólo cuando un gato atrapa a su presa emite un sonido tan fuerte como ese. Además, en este momento no hay ningún ser vivo en la casa: sin contar a sus lagartijas favoritas, las cucarachas… ni siquiera una mosca.

Me envolví en una manta y mantuve la puerta entreabierta. Justo enfrente del dormitorio se encuentra la sala de estudio donde el reloj de la pared marcaba las dos y diez. Allí, la sala de estudio brillaba sorprendentemente.

Era la luz de la luna.

Sin la obstrucción de la malla de la ventana, la luz clara de la luna llena brillaba libremente. Mi mundo estaba cubierto por una capa de color plateado y una paz un poco falsa.

El cuerpecito de Sésamo estaba en cuclillas en el umbral de la ventana, como una escultura. No, la estatua no se movía, pero su cuerpo temblaba violentamente.

Parecía que acababa de pelear y su cuerpo se agitaba debido a la respiración rápida.

Cuando mis ojos se encontraron con los suyos, vi un destello de una coqueta luz verde ante la brillante luz de la luna. Feroz, brillante, pero llena de vida.

También vi que había una cosa blanca luchando desesperadamente en su boca que poco a poco dejó de moverse.

Luego bajó del umbral de la ventana, del escritorio de la computadora, de la silla y vino hacia mí caminando con su paso característico.

Colocó la cosa blanca que ya no se movía cerca a mis pies.

Era un conejo.

“Miauuu ” entró por la rendija de la puerta, se frotó contra mis pies como antes y se negó a irse durante mucho tiempo.

De repente me di cuenta de que algo era diferente.

Su cuerpo ya no estaba caliente.

 

 6

  Pupilas verde oscuro

 Las siguientes veces, Sésamo salía de vez en cuando a cazar tarde en la noche y cuando me despertaba por la mañana, veía un cuerpo más en la puerta de mi habitación.

Había trozos de comida de conejos, ratones, gallinas, serpientes… Todas eran criaturas que había visto en este vecindario. Unos habían sido criados por la señora de la planta baja del edificio siete, otros recogidos por el vigilante, otros perseguidos y golpeados por los niños… Todo esto parecía una metáfora, recordándome que todos mis anteriores encuentros con este mundo terminaban en muerte y que yo continue con mi instinto de supervivencia.

Estoy agradecida, pero también me siento avergonzada otra vez.

No he sabido nada de mis padres en cinco días.

Y A-Ding, ¿habrá tenido éxito?

El verde en los ojos de Sésamo se extendía día a día, a la misma velocidad que su cuerpo se enfriaba.

Había algunas cicatrices más en su cuerpo. Para ser más precisos, eran marcas de dientes de diversas formas.

Durante la luna creciente y menguante, nunca lo volví ver sangrar.

Finalmente tomé la decisión una tarde de finales de otoño. En ese momento, yo estaba sosteniendo el cuerpo helado de Sésamo, de pie junto a la ventana, escuchando el canto de los pájaros.

Después de todo esto, lo primero que desapareció fue el grito de los vendedores ambulantes, y luego el ruido de los coches y el rugido de los tanques… Si prestas atención, te podrás dar cuenta que los pájaros empiezan a cantar cada vez que anochece.

 La carne de erizo hervida que había comido en el almuerzo se revolvía en mi estómago. Después de acostumbrarme a la carne de rata, ya nada me parecía inaceptable, pero mi estómago todavía necesitaba tiempo para digerirlo. Sésamo se quedó dormido en mis brazos. La caza de anoche agotó todas sus energías.

Vivimos juntos de una manera tan extraña. Aunque ya no tiene calor corporal y ya no respira, se siente más vivo que yo, que apenas sobrevivo.

Él todavía tiene el espíritu de lucha para vivir, mientras que yo simplemente digiero y excreto.

La puesta de sol debió haber sido hermosa ese día. A través de las aperturas de las cortinas, vi el deslumbrante color carmesí.

Mientras estaba perdida en mis pensamientos, algo flotó y cayó. Aunque fue sólo por un momento, pude verlo, estaba en medio de la luz roja del cielo, era la mitad de un vestido amarillo.

Estaba roto y era muy ligero. Fue recogido por el viento, flotó ante mis ojos, volvió a elevarse en el aire y desapareció inmediatamente.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

Finalmente tomé la decisión que había estado dudando durante mucho tiempo.

Muérdeme.

Después de pellizcar las patas de Sésamo, puse mi mano en su boca.

Sésamo abrió los ojos y una mancha de luz verde brilló en sus ojos. Estiró sus extremidades y las almohadillas de sus patas presionaron mis brazos, como si quisiera dejarme una última marca.

Cerré los ojos y esperé …

El dolor era helado y corto. Pronto, la oscuridad apareció en todas las direcciones, envolviéndome y abrazándome.

En ese momento, una melodía familiar apareció en mi mente. Recordé que era una canción en español que cantaba mi madre cuando era niña.

Rápidas manos frías 

Retiran una a una

Las vendas de la sombra

Abro los ojos

Todavía

estoy vivo

En el centro

De una herida todavía fresca[3]

Abrí los ojos y vi esos familiares ojos verdes. No..

No eran sólo los ojos, sino el techo verde, las cortinas verdes, el mundo ….. era verde.

¿Es este el mundo que A-Ding ahora ve?

También recordé el nombre de esta canción.

Se llamaba Amanecer.

 

 

 

 

*****************************Fin del texto, lo siguiente es ultrasecreto*************************

 

 

 

 

 

 

Comentarios de revisión:

El cuento anterior fue recuperado de una computadora desenterrada de las ruinas de Jinyang en el distrito de Wuhou, Chengdu, China. El grupo de expertos estaba dividido sobre la autenticidad de este documento. ¿Quién es el autor? ¿Quién es el “tú” que aparece frecuentemente en el texto? ¿Cuál es la relación con él/ella? ¿Es este cuento ficción o simplemente su diario? Una búsqueda en una base de datos muestra que, de hecho, hay varias personas llamadas “XX Lun” en el siglo XXI, pero ninguna identidad coincide con la del autor de este cuento, incluyendo a jugadores de deportes electrónicos, magnates de productos acuáticos y ex profesores de una universidad en Australia.. Además, la primera gran peste mencionada en el texto no se puede verificar después de todo. Lo único de lo que podemos estar seguros es que en la época del autor, es decir, a principios del siglo XXI, sí brotó una peste que duró cinco años y cambió completamente la tierra. Siendo esto también el primer amanecer de nuestra civilización.

Hay muchos misterios sobre este cuento que deben estudiarse y desenterrarse en el futuro.

 

Resultado de la evaluación: Reliquia cultural de clase B, se requiere autorización para obtener permiso de acceso

Sugerencias de procesamiento: Archivar en la biblioteca de documentos UC-R926 xing CPLT

Firma:

Fecha: 3/6/7767

 

 

 

 

Traducido por Amar E.

 

[1] La ciudad de Jiangmen, provincia de Guangdong, es una ciudad-condado. Según estadísticas de principios del siglo XXI, el 80% de los 200.000 chinos de ultramar que vivía en Venezuela provenía de Enping。

[2]Significa “el camino del sufrimiento”. Existe una calle con el mismo nombre en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Según la leyenda, fue la forma en que Jesús cargó la cruz para ser crucificado.

 

[3] 委内瑞拉一名无名诗人的诗作。

Poema de un poeta venezolano desconocido.