por Juan Carlos García Araya

Santos Discépolo lo escribió ya una vez
que en el dos mil, en el siglo Veintiuno
todo proseguirá al revés
y el mundo seguirá siendo una porquería.

Siguen existiendo los “chorros”
los malandras y los sinvergüenzas
aunque cambien sus nombres
a flaites, legisladores o congresistas.

Todo sigue igual, nada mejorará, no hay esperanzas
los ignorantes se toman la palabra
mientras nos presiden bufones,
ladrones y predicadores.

Si lloras, pataleas o protestas
la pasma te gasea y te aporrea
y aunque labures todo el día
tu cuenta estará al “debe” todavía.

Seguimos revolcados en el charco
giles, llaman a los honrados
y los rebeldes de pasado
juegan con tu dinero en los mercados.

Carteles de la corrupción
matones de la politiquería
nos tienen las mentes adormecidas
con “fakes news” y chabacanería.