por Diego Muñoz Valenzuela

Desde el día posterior al estallido del 18 de octubre fui escribiendo de manera espontánea una serie de crónicas y algunos microrrelatos. Reunidas estas piezas en orden cronológico, constituyen una forma de relato de lo que hemos vivido en Chile que puede servir para informar y entender lo que nos ha ocurrido.

Estoy seguro de que las movilizaciones, en especial la gigantesca marcha de ayer 25 de octubre, han detenido un autogolpe, sueño dorado de los ultrareaccionarios y fascistas que siempre aguardan su momento.

Es una historia en progreso, que no se detiene ni se detendrá, porque será un punto de inflexión de la historia de Chile. Una crisis anunciada por la desigualdad y el abuso que instaló el neoliberalismo en nuestro país.

19 de octubre, 2019

Diálogo

Pidieron justicia, les respondieron con golpes. Exigieron equidad: los tomaron detenidos. Reclamaron por las alzas, contestaron con burlas. Protestaron en las calles y ellos mandaron soldados. Demandaron soluciones: los apuntaron con fusiles.

20 de octubre, 2019

Me asombro con este retroceso hacia aquellos años que parecían lejanos e irrepetibles: camiones con militares armados hasta los dientes, tanquetas patrullando la ciudad, cientos de barricadas, helicópteros trepidando con su sonido siniestro sobre la ciudad, toque de queda. Es una verdadera pesadilla. El modelo neoliberal no da para más, cruje y rechina, anuncia el derrumbe. Y el gobierno de derecha muestra una vez más no sólo ineptitud, insensibilidad y falta de criterio, sino que no encuentra ninguna opción mejor que poner al ejército en la calle. Una vez más la raigambre fascista emerge y muestra su rostro horroroso y amenazante. La derecha no ha cambiado nada, no ha aprendido nada, en ella impera la misma mente fascista que ha mostrado su cara tantas veces en la historia de Chile y del mundo. Unidad del pueblo, movilización, fuerza, único camino.

21 de octubre, 2019

Emerge desde el pasado la teoría del ‘enemigo interno’ con el cual estamos en guerra. Qué espanto. Qué desvergüenza y cinismo. El fascismo en marcha para generar un autogolpe. ¿por qué los valientes soldados y carabineros no enfrentan y controlan al lumpen y los enmascarados? ¿porque tienen miedo? ¿porque no les conviene? ¿porque es más fácil pegarle a la ciudadanía pacífica que protesta? Senadores y diputados: asuman su rol. Confronten al Ministro del Interior antes de que nos ponga en prisión y convierta al país es un campo de concentración. Ha pasado antes. Conocemos la historia. Ahora es cuando se conocerá a los auténticos patriotas.

22 de octubre, 2019

Regresé ayer a medianoche desde el Sur a Santiago, por el atraso general de los vuelos. No solo regreso a Santiago sino al tiempo del ogro: militares con traje de campaña patrullan la ciudad armados para la guerra que han fraguado los gobernantes contagiados por la fiebre del fascismo. Nos controlan varias veces en el camino, algunos con tosquedad, otros amables. ¿Qué capacidad pueden tener esos jóvenes para manejar la situación, si los envían a un país en guerra? Imagino que la mayoría desconoce la historia, que sus jefes los adoctrinan para ser feroces e implacables. Todavía algunos procuran sonreír y ser amables; la humanidad los habita aún. Esta situación se irá exacerbando con el paso del tiempo y la resistencia sostenida y unitaria que debe levantarse desde la ciudadanía.

Todos juntos -mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, obreros, intelectuales, profesoras, artistas, empleadas- TODOS debemos detener el autogolpe y salvar nuestra democracia para perfeccionarla y convertirla en un instrumento de mejora, no de dominio por parte de los poderosos. Tenemos el imperativo ético de resistir pacíficamente pero con decisión y firmeza. Muchas amigas y amigos me escriben de todo el mundo, preocupados por lo que pasa en Chile. Nos quieren, piensan en nosotros. No estamos solos. Debemos unirnos en este trance histórico.

23 de octubre, 2019

La ciudad amanece conmocionada y reconozco un ánimo combativo que no tiene visos de decaer. Al contrario, la cantidad de personas involucradas aumenta de día en día, los caceroleos elevan intensidad, los letreros hechos a mano revelan el ingenio de cada cual, las aspiraciones legítimas de personas que piensan y sueñan.

La mayoría de nuestros dirigentes ha abjurado de sus principios, fuesen cuales fuesen. Ya no se guían por principios, sino por intereses, alianzas, conveniencias, aquello que usualmente se denomina «redes», para darle una aureola positiva, moderna, chic. La mayoría de nuestros dirigentes han dejado de pensar en su pueblo y en soñar en bondades para la gente.

Desde la mañana he visto a los jóvenes en la calle, con disposición a manifestar sin ambages ni medias tintas su rechazo a este sistema que expresa su inhumanidad de tantas formas. Las pensiones miserables, las alzas desmesuradas de los servicios, la trampa de los créditos, el impulso del marketing al consumismo, los sueldos reducidos, la lista es interminable.

No sé cómo va culminar este capítulo de la historia, pero quisiera que no haya derramamiento de sangre (que ya ha habido). Ya tuvimos suficiente de eso en 17 años de terror. Ciudadanos de uniforme: no se conviertan en infames verdugos de su pueblo. No se transformen en asesinos para defender los intereses de los privilegiados. Rebélense contra la iniquidad

Ustedes son pueblo, como nosotros, que estamos con banderas, risas y esperanzas en la calle. No tenemos armas, tenemos sueños. No es posible detener a un pueblo consciente, resuelto, unido para cumplir con su bellísimo sueño de libertad, justicia y democracia.

24 de octubre, 2019

Mirándote al espejo

Seguro en este mismo instante te miras en el espejo, con esa ridícula de soberbia de enano mental, agregando imaginariamente un bigotillo hitleriano bajo tu nariz de payaso. Gesticulas, hablas con vehemencia, pronuncias discursos premiados con el silencio. Incapaz de experimentar emociones, pretendes resolver los problemas del país con ecuaciones arbitrarias, pensadas con trazos cortos y mezquinos. No escuchas los millones de voces de quienes no esperan nada de ti, porque eres inútil, cobarde, codicioso, falaz, artero, afecto a las adulaciones e inmune a las críticas veraces. A estas alturas solo puedes contar con una enorme certeza: concentras el profundo desprecio del pueblo. No tienes perdón posible, despreciable tiranuelo de pacotilla, caerás a las alcantarillas de la historia, sin aplausos, guasón, sin risas siquiera.

24 de octubre, 2019

En algún sentido es un absurdo, porque la realidad está allí, frente a nuestros ojos, manifestándose a cada momento con nítidos signos. Sin embargo, hay quienes insisten en negarla y hacer caso omiso. ¿Por conveniencia, por idiotez, para protegerse, por fanatismo? Por una o varias de estas razones.

A los idiotas saquémoslos de la ecuación: existen y para ellos las explicaciones no cuentan. El vacío extremo de sus mentes: conocimiento, ideas, razonamiento se encuentran ausentes. ¿Qué se puede esperar? Comentarios, acciones, juicios propios de idiotas.

Hay quienes desean protegerse a toda costa, no ceder un ápice de sus privilegios y riquezas. Es un móvil poderoso pues tiene que ver con la propiedad, base de nuestro modelo social. Con una concentración de la riqueza tan desmedida como la que hemos alcanzado en el Chile ultra-neoliberal, se ha creado una amenaza tremenda.

Las conveniencias son temibles, pues gente inteligente y hábil advierte en la crisis una oportunidad para hacerse de fama, poder, prestigio. La ambición convierte en tontos irracionales a personas cargadas de títulos y saber. Hay demasiados ejemplos, antiguos y nuevos, dispuestos a hacer el trabajo sucio.
Y los fanáticos, ellos siempre aguardando su momento para emerger del inframundo. Cuando todo/todos han fallado y una situación compleja empeora para convertirse en holocausto, ellos surgen como salvadores de la patria. Son a quienes más temo: seres abominables, exentos de escrúpulos, sedientes de sangre, inhumanos, bestiales. Estos ya tienen su símbolo y líder serpentino, diabólico, decidido a todo.

El huevo de la serpiente madura en estas situaciones y desarrolla estrategias para estos cuatro grupos. Piensa en cómo destruir a quienes concibe como amenazas.

“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. Lo dijo Antonio Gramsci, que salió solo para morir de las cárceles del fascismo italiano. Estamos viendo cómo se manifiesta este anuncio.

También dijo Gramsci: “Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia…Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo…y organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”.

Vale la pena meditar sobre estas frases mientras cantamos, bailamos y hacemos sonar cacerolas y sartenes. Nadie lo hará por nosotros.

25 de octubre, 2019

Un millón y medio de personas en el sector Plaza Italia. Decenas de miles en otros puntos de Santiago. Una demostración contundente del rechazo de la ciudadanía al gobierno de Piñera y a la pésima situación de desigualdad que ha provocado el experimento ultra-neoliberal en Chile. El “milagro” devino en desastre. “Chile despertó”, corean los manifestantes.

El noventa por ciento son jóvenes entre 15 y 35 años. Los mayores de 60, como yo, condecorados con canas, raleamos y tendemos, espontáneamente, a mirarnos con simpatía. Me encuentro con varios conocidos, más o menos cercanos, de los tiempos de la lucha contra la dictadura; miembros anónimos de la resistencia, héroes desconocidos, con ojos brillantes por la emoción. Los otros, medito, deben haber sido parte activa de la misma historia, lo leo en sus miradas.

“Ahora falta que voten”: ese letrero portaba uno de mis coetáneos y se lo enseñaba a los jóvenes que pasaban junto a él. Es verdad: cualquier elección se daría vuelta con esta enorme masa que desarrolla a gran velocidad su conciencia cívica en este movimiento. Deben estructurar movimientos y partidos nuevos, crear nuevas organizaciones sociales, proponer candidatos que defiendan sus intereses, no los de los ricos, que no pretendan eternizarse en el poder.

Hoy una serie de zombies serviciales -ambiciosos, rastreros, tontos útiles, intelectuales egocéntricos, políticos pútridos- fue invitada al palacio presidencial para confirmar las creencias del megalómano fracasado y ponerse en la fila de distribución de los réditos: ¿acaso puestos en el nuevo gabinete? ¿otras prebendas?

El pueblo propinó en la calle un rotundo NO a la magra propuesta del gobierno para detener las protestas. Pero sabemos que no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Que los soldados vuelvan a sus cuarteles: están entrenados para matar, no para controlar multitudes. Está probado históricamente y hace apenas escasas décadas. Fin del estado de emergencia. Convocatoria a asamblea constituyente. Mejoras inmediatas en las pensiones. Ya está bueno de payasadas, chistes y burlas. De dilaciones, manejo de prensa, represión brutal a manos de agentes del estado.

A fijar un cronograma para empezar a resolver los problemas de salud, previsión y educación, la desigualdad extrema, el manejo de los medios de comunicación.

Hay poco tiempo y -si no se dan muestras concretas de avance- exigua paciencia. Eso leí en los rostros alborozados y seguros de mis compatriotas, sobre todo de los jóvenes que anhelan -con justo derecho- una vida digna y libre para los chilenos.