Rony Vásquez GuevaraPor Rony Vásquez

 

Crueldad

En el cuartel

GENERAL: (Señalando al prisionero). Primero, le cercenas los dedos de la mano; luego le mutilas los pies y le cortas la lengua. (Se dispone a salir). Ah, intenta que no sufra. SARGENTO: (Con preocupación) ¿Y los ojos, la cabeza?

GENERAL: Mañana.

 

Muñeca

 

Acto único

 

El Niño no puede dormir. Camina por toda la casa y finalmente decide entrar a la habitación de su madre. Solo encuentra la vetusta Muñeca de su madre.

Niño: (mirando tristemente a la Muñeca) ¿Extrañas a mamá?

Muñeca: (gira lentamente su cabeza a ambos lados y concentra su mirada en ojos del Niño)

Niño: Yo no.

Ambos, fuertemente, se abrazan. El Niño se siente feliz. La Muñeca sonríe.

 

Lector in Facebook

 

Acto único

 

Para informarse de las noticias de su amada Dulcinea, Don Alonso Quijano ingresó a su cuenta de Facebook, como siempre, bien acompañado de su fiel Sancho Panza.

 

Alonso Quijano: (asustado) Los perros ladran, querido Sancho.

Sancho Panza: (desesperado por responder) ¿será por la rabia?

 

Se corta la electricidad. Sancho Panza intenta un silbido llamando a Rocinante. Don Alonso Quijano piensa en los hackers.

 

 

El fantasma

 

Acto único

El Fantasma de la ciudad invisible comenzó a dudar de su existencia.


Fantasma: (preocupado) ¿Seré real?

Intentó atravesar una pared. Silencio. El Fantasma por un instante deja de dudar.

Lectura

 

Acto único

9:00 a.m.

Un domingo cualquiera.

En el fondo del vestíbulo la Hija está sentada leyendo un libro. La Madre cansada de los quehaceres del hogar la observa.

Madre: (con voz tierna) ¿Qué haces hijita?

Hija: (emocionada) Estoy leyendo Great expectations de Oliver Twist.

Un implacable silencio invade la habitación.

Madre: (con voz sentenciadora) ¿Sabes? Deja de no hacer nada y ayúdame. A tu padre le desagrada el desorden.

La Hija abandona el libro abierto en la mesa del centro y sigue a su madre. Las páginas del libro lentamente van juntándose hasta cerrarse.

***

 

El escritor abandona la libreta y su historia para gozar de sus vacaciones, pero el protagonista, insistente, lo persigue en cada esquina.

 

***

 

El narrador de cuentos ingresa en su novela para capturar y desterrar a sus personajes. Los noticieros anuncian su extraña desaparición.

 

***

 

Imagine usted el final de esta historia si conociera al escritor. Imagine que le presenta un personaje. Imagínelo nuevamente. Solo imagine.

 

***

 

Decepcionado por la película de terror que miraba en el cine, ingresó en ella y disparó contra el protagonista. El guionista sigue escondido.

 

***

 

Caperucita se desvía del camino. Llega, en horas de la noche, a casa del leñador. Imagine usted el final de esta historia.

 

***

 

Aprendió el idioma y se vestía como ellos. Vivió feliz, pues nadie se percató que su tercer ojo siempre estuvo cerrado.

 

 

El microrrelato

(Cuento de terror)

 

Cuando despertó, seguía siendo un Cuento.

 

Múltiplo de tres

Los números siempre le persiguieron desde sus primeros días de clase: no fue buen alumno en matemáticas y sus compañeros le llamaban “múltiplo de tres”, porque nunca respondió la pregunta estúpida de la maestra Belén, quien ahora, tomándose un café con Albert, se disculpa por aquel incidente, pues siendo tan pequeño no debía conocer el significado del número 69, aunque guiñándole un ojo le dice: “Ahora ya estás grandecito”.

 

Hotelero y huésped

-¿La 201?

-Sí, esa misma, por favor.

– Bueno. Por lo menos no estará solo.

 

La venganza del fantasma

Deprimido por no reflejarse en todos los espejos del mundo, decidió desaparecerlos en desquiciada venganza. Los espejos siguen intactos.

 

K.O. I

 

Se miraban fijamente mientras el réferi señalaba las reglas de la contienda. Ya no eran los mismos que, minutos antes, estuvieron sentados en las esquinas del cuadrilátero. Sonó la campanilla. Aunque los teóricos señalan que el Cuento siempre gana por K.O., en esta ocasión la Minificción logró esquivar aquel primer golpe certero. La campanilla sonó nuevamente. Se aproximaba el segundo round.

 

 

K.O. II

 

Para el último round subieron al cuadrilátero un escritor de cuentos y otro de minificciones. Ambos, conocedores de sus habilidades narrativas, no demoraron en soltar sus contundentes golpes. Nuevamente, sonó la campanilla. El jurado está deliberando. El escritor de twicciones espera su turno.

 

 

K.O. III

 

El escritor de twicciones abandona sus ciento cuarenta caracteres. “El tamaño sí importa”, piensa.

 

Escena familiar

Colérica, furiosa y desesperada cogió la maceta que descansaba sobre la mesa y la lanzó sobre su esposo. El niño observó atentamente el viaje violento de la maceta. Su padre se impulsó ligeramente y estiró los brazos con las manos abiertas. El niño pensaba que su padre era el mejor guardameta del mundo, mientras el sonido de sus palmadas inundaba la habitación y silenciaban los gritos de su madre.

 

Volver

 

Al cumplir sus cinco años, la madre sentenció:

—Llegó tu hora de conocer la familia.

Segundos después, a través del transportador ultrasónico, llegaron. En el interior, la madre presionó un botón: aparecieron las figuras de todos los familiares en hologramas que rodearon a los visitantes. La madre señalando a cada uno, inmortalizado en hologramas electrónicos, presentó a su hijo.

Al finalizar la visita, el niño preguntó por su abuelo: había escuchado que los abuelitos saben contar muchas historias. La abuela, desde el holograma, mirando a ambos:

—Volverá a nacer— dijo.

 

El paraíso nuevo

 

Mientras astronautas, analistas y demás científicos se ocupaban de su trabajo, el agricultor de manzanas, A. y su esposa E., abordaron una nave que les salvó de la explosión terrestre.

 

Cuando despertaron, un paisaje desértico los rodeaba: estaban en la luna. A. previendo el hambre en el futuro, metió la mano en el bolsillo y sembró una semilla. Esta vez, intentarán burlar a la serpiente.

 

Hic sunt sirenae o el origen de las sirenas

No le importó que aquel hombre de poblada barba blanca ordenara que cierren las puertas de su descomunal embarcación, incluso cuando divisó que el diluvio se aproximaba. Atargatis prefería seguir bebiendo con sus amigas. Pasaron, entonces, cuarenta días y cuarenta noches, hasta que el cielo por mandato divino se despejó. Noé jamás imaginó que al abrir las puertas del Arca volvería a encontrar a Atargatis bebiendo con sus amigas, todas recostadas sobre unas rocas y con la mitad de su cuerpo en forma de pez.

 

Cero a la izquierda

Finalmente, en la última clase de sus estudios profesionales, Cero tomó una decisión. Había sido maltratado por sentarse siempre a la derecha de sus nueve compañeros. “No vales nada”, le gritaban, burlándose de él. Esa mañana, decidido, Cero entró al aula. Se detuvo y ligeramente se dirigió a la izquierda. Las burlas cotidianas fueron paralizadas. Sentarse a la derecha de Cero sería un lujo.

 

El mundo de los hombres sin cabeza

 

—Érase una vez, el mundo de los hombres sin cabeza (…) y todos fueron felices para siempre.

— ¡Abuelito, qué lindo cuento!— celebró el niño.

Segundos más tarde, su cabeza rueda a los pies del abuelo.

Rony Vásquez Guevara (Lima, 1987) Director de Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana. Integrante del Comité Editorial de la Internacional Microcuentista y del Seminario de Estudios sobre Minificción (UNAM-México). Ponente en temas de minificción en diversos congresos nacionales e internacionales. Jurado en diversos concursos de minificción. Editor invitado por la revista Ekuóreo (Colombia, 2013). Fundador y Editor de Editorial Micrópolis. Ha publicado Cuadernillo de pulgas. Colección personal (2011), Cuaderno de pulgas (2011), Circo de pulgas. Minificción peruana. Estudio y antología (1900-2011) (2012), En pocas palabras. Antología del microcuento liberteño (2012), En pocas palabras. Antología del microcuento cajamarquino (2013) y El universo de los caracteres. Brevísimo estudio y antología (2014). Su Taller de Minificción “El dinosaurio” ha sido impartido en Santo Domingo (República Dominicana), Carabobo (Venezuela) y diversos lugares de Perú. Sus minificciones han sido traducidas al inglés, ruso y francés.