La autora de 93 años se convirtió en la quinta mujer en obtener el galardón, considerado el Cervantes de la poesía.

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Integrante de la Generación del 45 junto a sus compatriotas Mario Benedetti o Juan Carlos Onetti, Ida Vitale vive en Estados Unidos desde 1989, donde se radicó como profesora de Literatura tras pasar 12 años en México, donde recaló en 1974 escapando de la dictadura uruguaya. «No necesito más que una biblioteca y un aeropuerto para sentirme en casa», dijo la escritora al diario El País a horas de haber recibido el Premio Reina Sofía de ¨Poesía Iberoamericana.

El premio, que fue otorgado por unanimidad del jurado reunido el martes en el Palacio Real de Madrid, es concedido por la Universidad de Salamanca y está dotado de 42 mil euros. Este reconoce «el conjunto de la obra de un autor vivo que por su valor literario constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España».

En entrevista con EFE, Vitale dijo estar «feliz y honrada» por el premio y que «es una manera de prestigiar una lengua» y unir al mundo hispanohablante. 

Entre las obras más destacadas de esta autora, de 91 años, está La luz de esta memoria, sus primeros versos de 1949, Reducción del infinito, el libro antológico que la dio a conocer en España tardíamente editado por Tusquets en 2002 y Mella y criba, su último volumen publicado en 2010. Por estos días, Vitale prepara unas memorias sobre sus primeros años en el exilio mexicano y una recopilación de artículos.

En su poesía, tachada de «pura e íntima, Vitale explora la alquimia del lenguaje, mezclando sus referentes: sigue la línea del barroco español, pasando por el modernismo americano y el simbolismo francés. En 2009 ganó el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo, poeta a quien también conoció durante su exilio en México, en los 70 y con quien trabajó en la revista Vuelta. La uruguaya también ayudó a fundar el periódico Uno más uno y como crítica literaria escribió en las publicaciones Crisis de Buenos Aires, Eco de Bogotá, El pez y la serpiente de Nicaragua. Además, lee y ha traducido del francés y del italiano, la español, a autores como Simone de Beauvoir, Benjamin Péret, Gaston Bachelard y Luigi Pirandello.

Vitale es la quinta mujer que recibe este premio de los 24 galardonados después de la portuguesa Sophia de Mello Breyner, primera en recibirlo en 2003, la peruana Blanca Varela (2007), la cubana Fina García (2011) y la española María Victoria Atencia, premiada el año pasado.