Por Antonio Rojas Gómez (Revista Occidente)
Los artistas entregan una mirada distinta del mundo social. Revela cosas que la mirada más racional no muestra.
Diego Muñoz Valenzuela es presidente de la Corporación Letras de Chile; acaba de ser reelegido para un nuevo periodo con la más alta votación, lo que es un índice para evaluar su gestión. Pero no se queda solo en la labor gremial, su actividad como escritor es incesante: ha publicado cuatro novelas y varios libros de cuentos breves, y dicta talleres de formación para escritores jóvenes. Ingeniero civil químico de la Universidad de Chile, es socio de la consultora Surlatina, y comparte su tiempo entre la ingeniería y la literatura.
-¿Eres ingeniero civil y escritor o escritor e ingeniero civil?
-Está primero la escritura.
-Tus padres –Diego Muñoz e Inés Valenzuela- fueron y son escritores; ¿influyó eso en tu vocación literaria?
-Evidentemente influyó por dos razones básicas: la casa estaba llena de libros e iban muchos escritores, eso fue un caldo de cultivo. Pero hubo un profesor de castellano que influyó mucho en mí, pese a que fue un reemplazante por unos meses; debo haber estado en octavo, nos dijo: Tendríamos que estudiar el Siglo de Oro, pero como lo hallo un poco aburrido vamos a ver otras cosas. partió leyendo La noche boca arriba, de Cortázar, después a Ray Bradbury, a Borges, a Rulfo, era una especie de antología de la literatura universal. Leía un cuento y lo comentábamos. Ahí terminé de intoxicarme de literatura. No recuerdo el nombre de ese profesor, pero quisiera encontrarme con él.
-Tú escribes novelas de ciencia ficción y microcuentos, ¿no son dos áreas muy disímiles para un mismo autor?
– He escrito otras novelas que abordan temas de la realidad más bien social. Pero evidentemente son dos modalidades muy diferentes, que no se compatibilizan. Cuando estoy escribiendo una novela, no puedo escribir micro cuentos, y viceversa. Hago una cosa o la otra.
-¿En qué nivel se encuentra la narrativa chilena en comparación con el resto del continente?
-La narrativa latinoamericana goza de muy buena salud, en comparación con la española que está en continuo decaimiento. La chilena se ha desarrollado enormemente. Se ha diversificado mucho y eso es bueno: hay novela negra, ciencia ficción, literatura social, de mujeres, en fin, una amplia apuesta que resulta beneficiosa.
-¿Cuál es, a tu juicio, la mejor novela chilena del siglo XIX, la del siglo XX, y en lo que va del siglo XXI?
-La más fácil de responder es la del siglo XX: Hijo de ladrón, de Manuel Rojas, mientras más lo pienso, más claro me va quedando. En el siglo XIX, cualquiera de Blest Gana, me estoy acordando de Martín Rivas. Blest Gana es lejos el mejor novelista, no hay quien le pueda competir. En cuanto al siglo XXI, es muy prematuro para tener un juicio, falta ver lo que se produzca de aquí a ochenta y cinco años más, incluso lo que podamos escribir nosotros, los que hoy estamos creando, y las futuras generaciones.
-¿Consideras que los escritores son valorados en la sociedad chilena?
-El país latinoamericano donde menos son valorados los escritores es este. Considerando que tenemos dos Premios Nobel, eso no resulta entendible. Puede que haya pequeños países, como las Guayanas, donde ni siquiera tengan escritores, pero en los países donde la literatura importa, estoy hablando de Brasil, de Argentina, de Uruguay, Perú, Bolivia, Colombia, México, Paraguay, etc., en cualquier otro país los escritores son más respetados, los tratan mejor.
-¿Crees necesaria la creación de un Ministerio de Cultura?
-A condición de que el Ministerio de Cultura signifique un aumento de la preocupación del Estado por los escritores y por el arte en general. Si va a significar acciones concretas y no solamente llamados a concursos de proyectos, abrumadoramente sí.
-¿Cuál es el aporte que los artistas, en general, y los escritores en particular, hacen a la sociedad?
-Los artistas entregan una mirada distinta del mundo social. Revelan cosas que la mirada más racional no muestra.
-Y en ese ámbito, ¿qué ofrece la Corporación Letras de Chile?
Lo que ofrece son fundamentalmente dos cosas: primero, la difusión de la literatura nacional a través de su página web, de sus actividades, concursos y actos masivos; y segundo, promover la lectura, sobre todo en el contacto con jóvenes estudiantes.
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En: Revista Occidente, No, 449, abril 2015
Es asombroso descubrir cómo se articulan las ideas y pasiones en torno a la poesía habiendo tanta distancia geográfica -nunca…