pulgasPor Dany Doria Rodas

En el ámbito de la literatura peruana, tenemos, por un lado, junto con las tradiciones literarias conocidas y difundidas en las instituciones de enseñanza, una tradición de escritura minificcional y, por otro, un constante trabajo de promoción de los estudios sobre la minificción en el Perú.

Este último hecho está asociado con la presencia de revistas dedicadas exclusivamente a la investigación y difusión de textos brevísimos: Fix100 y Plesiosaurio. Con respecto a esta última, publicación a punto de contar con cinco años en su firme apuesta por la minificción, uno de sus objetivos consiste en el rescate de obras de autores consagrados por sus trabajos en otras modalidades discursivas.

Pero también cabe asociarlo con la publicación de antologías [1], ya que éstas nos permiten apreciar los alcances productivos, en el tiempo y en el espacio, de modalidad escritural tan fructífera. En este sentido, Circo de pulgas [2], de Rony Vásquez Guevara, constituye un valioso aporte. El libro, aún en prensa —pero bastante próximo para su puesta en escena—, nos ofrece aportes nada desdeñables para introducirnos y motivarnos en un estudio más exhaustivo sobre la vasta producción minificcional en el Perú.

Las contribuciones de Circo de pulgas pueden agruparse en dos bloques, como se aprecia en el subtítulo del libro: un estudio y una antología. La primera nos brinda la primera periodización de la producción de textos brevísimos en el Perú, una sistematización de la amplia producción en el país: publicaciones impresas de autores conocidos y de aquellos que no forman parte de nuestro panteón oficial literario, publicaciones electrónicas y producciones activas de provincia. Con ello, se pone de relieve la existencia de diferentes circuitos de circulación literaria minificcional, a la vez que se demanda un acucioso préstamo de atención a la compleja constitución del sistema de producción de minificción en el Perú.

En el estudio, también es importante destacar que su autor deslinda entre una estética de la brevedad y la minificción, con lo cual se evita la dilatación de este último concepto y se propone a Manuel González Prada como precursor con El tonel de Diógenes, de póstuma publicación (1945). La escritura del derrotero de la tradición minificcional en el Perú nos permite constatar algunas de sus peculiaridades, como cierto retraso de las publicaciones, transmisión clandestina de textos breves, ausencia de conciencia de incursión en una nueva modalidad textual, entre otras.

La segunda contribución, la antología, tiene una doble finalidad: dar cuenta de la existencia de una tradición prolífera de textos brevísimos en el país, que se acentúa con el paso de los días (¡de los días!), y contribuir, con ella, al corpus latinoamericano. Todo ello, a su vez, nos incita a investigar a cada uno de los autores y realizar un trabajo de selección, donde se ponga de relieve a los autores más valiosos, de mayor calidad o mejor aporte, así como a ahondar en las peculiaridades de cada periodo para establecer las relaciones entre ellos y determinar los cauces concretos de la adhesión a la minificción.

Finalmente, sólo nos queda esperar la aparición de Circo de pulgas y saludar el inicio del arduo trabajo que queda por hacer.

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[1] Destacamos la antología de Giovanna Minardi: Breves. Brevísimos. Antología de la minificción peruana (2006), donde se da cuenta de una tradición de la minificción en el Perú.

[2] Rony Vásquez Guevara. Circo de pulgas. Minificción peruana. Estudio y antología (1900 – 2011). Lima: Micrópolis, 2012. (En prensa).