Taller Dario Salas de "Letras en El Liceo"

Durante los últimos meses de 2009, Letras de Chile realizó el proyecto LETRAS EN EL LICEO, con el auspicio del Consejo Nacional del Libro y la Municipalidad de Santiago. Se realizaron lecturas masivas con escritores, visitas de aula y cinco talleres en liceos de la comuna de Santiago. Una experiencia única y de enorme valor. Aquí se presenta una selección de trabajos de los talleristas del Liceo Darío Salas. El taller fue dirigido por Diego Muñoz Valenzuela.

Presentación

Siempre la dirección de un taller literario trae aprendizajes para el monitor, no sólo para quienes participan en él. Esto he aprendido a través de muchos años de realizar talleres. También encarna desafíos diferentes y nuevos que permiten renovar e innovar con las formas de trabajo, y eso es más que bueno.

Uno de los mayores atractivos de la invitación de Letras de Chile para dirigir un taller con estudiantes de enseñanza media del Darío Salas era trabajar con gente muy joven interesada en la creación literaria. Evidentemente no es lo mismo que trabajar con talleres donde predominan los adultos en periodo laboral activo.

Otro atractivo importante era poder experimentar algo en lo que muchos hemos venido insistiendo por años: que los escritores visitaran a los liceos para establecer un contacto directo  mediante lecturas masivas, visitas de aula y talleres. Es una idea que Letras de Chile ha venido proponiendo desde su mismo nacimiento en el año 2000.

Mi experiencia ha sido extraordinaria: fue posible establecer una relación plena de confianza, alegría y debate en torno a la creación literaria. La mayor parte de los asistentes al taller escribió textos como resultado del taller, algunos de los cuales -los más representativos de cada cual, a juicio de este monitor- se incluyen en esta muestra.

Todos los incluidos en esta selección tienen un futuro literario, acaso persisten con disciplina, energía y disfrutan del trabajo creativo. Es lo que traté de contagiarles, junto con conocimientos, visiones globales y herramientas de escritura.

En el proceso gané mucho en lo personal: varios jóvenes amigos y futuros colegas, y la convicción de que es beneficioso hacer este tipo de experiencia. Los jóvenes están más que listos para avanzar –con asombrosos resultados- mucho más allá de lo que podemos imaginar, mucho más allá de los límites restringidos de los programas escolares, y ganar en madurez y conocimientos una auténtica fortuna.

A todos los talleristas les auguro lo mejor: serán siempre mejores personas, más sabias, más creativas y más tenaces; por ende más libres. 

A los profesores y las autoridades que lean esta revista los conmino a explorar los nuevos límites que demarcan esta valiosa experiencia.

 Diego Muñoz Valenzuela

CUATRO DE MARZO

 
Hoy fui víctima de la risa,

hoy fui acusada de reír a carcajadas,

hoy fui detenida por gritar mil veces soy feliz

y al final me quedé esperando el volantín…

Para esta Corte mis delitos son tan graves

que merecen la pena de muerte,

será necesario cerrar los ojos

y seguir esperando el volantín…

  

GRISSEL URRA, 2º. C, Liceo Darío Salas

PENSANDO EN TI

Estoy aquí pensando en ti

¡Es que sólo pienso en ti!

Me haces tan feliz

Que daría mi vida

Por verte sonreír,

A lo mejor no soy suficiente

Pero es tan inmenso lo que se siente,

Siento amor

Siento que llego hasta el sol,

Un sentimiento inexplicable

Que con un beso tú encontraste

Y a la vez despertaste.

Has liberado sentimientos

Que estaban ocultos

Abriste mis ojos

Y me diste un rumbo,

El rumbo de estar a tu lado

De besar tus labios

De decirte cada día que te amo

Y que sueño cada noche

Con tenerte entre mis brazos,

Eres lo que me hace vivir,

Eres mi aliento, mi respirar

La dueña de este sentimiento

Que jamás se ha de acabar,

Porque hoy y siempre

Para toda la vida….

ALEJANDRO LEFIMIL, 1º. L, Liceo Darío Salas

SERÍA

No dejes de mirarme con esos ojos, moriría si a otra miraras igual

No dejes de besarme como lo haces, me pregunto cómo sería si besaras a otra

No dejes de rodearme con tus brazos, ¿podrías hacer con otra lo mismo?

Quédate durmiendo a mi lado, ¿serían tus sueños mejores cerca de ella?

Sé Mío el Domingo, sé Mío para siempre.

RUTINA

Me cansé de esa rutina.

Traté de hacer todo para que pareciera diferente.

Comencé por la canción. Un día la cambie, decidí escuchar otra cosa pero, seguía siendo rutinario.

Entonces decidí cambiar más cosas… el mp4 y el metro.

Pero no me pareció suficiente y decidí cambiar el camino que tomábamos para salir de tu casa, pero seguía siendo lo mismo, porque las conversaciones también eran rutinarias.

Entonces empecé a meter otros temas. Pero tus respuestas eran las mismas con cualquier tema.

CERO IMAGINACIÓN.

Incluso pensé en cambiar la marca de cigarros (como por variar)

Así que me dije… Quizás si cambio YO esto deje de ser rutinario pero… ¿Valía la pena cambiar?

Entonces te cambié a ti. Y se acabó todo mi problema.

LORETO ORTEGA, 3º I, Liceo Darío Salas

VUELTAS

Me senté frente a ella para observarla dar vueltas. Aunque trataba de no hacerlo, lo único que podía hacer era mirarla, a su alrededor todo parecía muerto. Seguía girando y los colores que lucía se mezclaban. Comenzaba a marearme. Cesó sus giros y habló:

–       Ha concluido el ciclo de lavado.

POEMA

¡Ay Esteban!

Siento lo que pasa…

Y como te duele,

Te aseguro, le duele a mi alma,

Porque te veo

Y sé que el aburrimiento

Es lo que te acompaña…

Y con lo de la crisis

¡No tienes razón

pa’ salir de casa!

Antes el trabajo

te mantenía afuera

Ahora te preocupas

Pues no tienes plata…

Va a ser difícil Esteban,

Pues tus años te opacan

Pero tienes a tu viejita

Que trabaja y trabaja…

Estás cansado, lo sé

Y no de tanto laborar

No, de sentir

Que no aportas en nada…

Pero, Esteban, viejo

Tienes algo que no se paga

Pero que se agradece,

Tu vida y tus mil aventuras…

Esas que convertiste en mías

Cuando me las relatabas

Las que agrandaron mi espíritu

Fortalecieron mi alma…

¡Ay viejito, cuánto te amo!

Descansa, disfruta…

Porque aunque no lo quiera

Aunque no me guste

El tiempo avanza…

Y en un momento se nos acaba…

FERNANDA GONZÁLEZ, 2º. I, Liceo Darío Salas

SÁDICA BELLEZA

           

            Fulgurantes, desesperados y muy apasionados gritos lanzaste cuando desgarraba tu pequeño y delicado cuello.

            Jamás olvidaré tu hermosa sangre color rojo italiano esparcida por mi valiosa y extravagante alfombra, decorada de blancas rosas de primaveral alegría.

DAMA

Siento.

Aún la espero.

Ella que me falta,

que sé no tener.

Observo alrededor,

y también más allá.

No la encuentro.

Oprime mi pecho,

desgarra mi psiquis,

hunde mi voz,

entorpece mis manos…

Sí, ella, oculta,

en algún páramo,

 o bajo esa montaña.

Quizás este

tras aquel

frondoso árbol,

donde,

por vez primera,

la imaginé.

MAURICIO VÁSQUEZ, 3º. C, Liceo Darío Salas

FORTUNA SIN MAYOR TUNA

Me encontraba en la “Salvifamily”. Mi mamá hormiga trabajaba todo el santo  día, igual que papá mono por su lado. Yo soy una adorable ranita, sin cosa que hacer que  andar de salto todo el día.                                          

Un día tocó la puerta el señor búho, un viejo cartero que ya apenas volaba. Mamá le abrió con rapidez, le dio las pertinentes gracias, y después entró con cara despavorida. Papá mono  y yo esperábamos para escuchar qué ocurría. Mamá se sentó y comenzó a leer la carta:

Querida Señora Hormiga de “SalviFamily”:

Me dirijo a Ud. con el motivo de hacerle saber la situación de “Animal Metrópoli”. Su familia compuesta por sus ocho hermanos tiene un gran escándalo en la ciudad. Luego de la muerte de su madre,  sus hermanos, cuñado(a)s, sobrino(a)s, tienen el tremendo dilema de quién se quedará con la fortuna de Doña Hormiga Reina.

Yo, Erberto Cocodrail, abogado de la familia, tuve que hacerme cargo de este caso, y hacerle saber esta situación que  ¡uuff! tiene color de hormiga. POR FAVOR ACÉRQUESE A LA CIUDAD. NECESITAMOS SU OPINIÓN.

Gracias

Erberto Cocodrail

Mamá rompió en llanto, corrió como era esperable,  arregló sus cosas. Papá detrás de ella le preguntaba ¿qué harás?  y ella respondía: ¡NADA! ¡Iré hablar con esos canallas para que tomen conciencia!

Se fue, pasaron varios meses y la cosa  parecía no tener solución.                                                         Papá mono y yo viajamos a la Animal Metrópoli. Un largo viaje.                                                                              Llegamos al punto álgido de la situación. Mi papá me decía que ellos parecía monos en una ¡gran monada! Yo reía.

Ellos llevaban meses peleando, papeles iban y venían respecto de la famosa fortuna. Sólo se escuchaban gritos de: “¡Es mío!”, ”¡No, es mío!”… y así                                                                                             hasta que Erberto Cocodrail los hizo callar y habló:

-¡Me aburrieron!  ¡Ya! ¡Arrojaré un papel y al que le caiga se queda con todo. ¡Y punto!.                                                                                                                                                                

Voló el papel y vino  un momento de tensión. Todos los ojos estaban  puestos en él. Iba de un lado a otro, yo miraba expectante. El papel cayó, vino un viento recio, volvió a volar, y llegó inesperadamente a mis manos. Toda la familia estaba enojada, pero también resignada, murmurando maldiciones.

Y yo con el papel, sin nada que expresar. Mamá y papá se acercaron diciendo que a ellos no les interesaba la fortuna, pero que era una buena solución que me haya caído a mí, para que nadie más peleara. Todo estaría bien. 

Nos trasladamos a una casa más grande donde invito  a mis amigos cuando quiero. Mamá y papá ya no trabajan y pueden estar más tiempo conmigo.                                                                                                      Igual mi mamá compartió algo de la fortuna con sus hermanos; ella decía que Hormiga Reina trabajó toda su vida para ver felices a sus hijos, sin discusiones.

BETZABÉ RODRÍGUEZ, 3º. E, Liceo Darío Salas

MI MAYOR LUCHA POR AMOR

Todo parecía congelarse, nada se movía, sólo oía el ruido del viento. Estaba nervioso y al mismo tiempo tranquilo, una sensación rara. Lo único que deseaba era decir todo y que después pasara lo que tuviera que pasar.

La tenía al frente mí, a un paso. Lo primero que le dije fue: “Ha pasado tiempo y la cosa es que… te quiero más que la cresta”. Hablé de forma rápida y nerviosa. Ella respondió con un “¡¿Qué?!” y tuve que decirlo de nuevo de una manera que me hizo percibir que estaba enamorado.

Quería saber qué es lo que sentía ella, pero sólo se reía repitiendo “Es raro…”. Hasta que me dijo “siento muchas cosas por ti, estoy confundida, tengo temor…”. Cada uno de sus movimientos, su forma de hablar, de mirarme, de expresar que sentía cosas por mí, me hacia quererla más, así que de la nada, sin pensarlo, le dije “TE AMO”. “¿Por qué lo dije?#  me pregunté a mí mismo. La respuesta estaba en mi corazón, me di cuenta que la amaba de verdad.

Todo esto habría sido muy hermoso si no hubiese sido por un detalle: ella tenía pareja, pero en ese momento no reparé en eso. Era como si el otro no existiera, éramos solo ella y yo… De pronto tomé su mano, la llevé a mi cara y después a mis labios, la besé y su respuesta fue una hermosa caricia que hizo de mi rostro el más perfecto, el más hermoso.

Me pregunté “¿Cómo alguien me hace sentir tan bien? La amo demasiado”. Nariz con nariz, lo único que faltaba era tocar sus hermosos y suaves labios. Cuando la quise besar, ella se alejó y me hizo sentir estúpido, pero luego me abrazó y subí al cielo desde el cual no quería aterrizar.

Después de tres meses de una lucha que sacó lágrimas y risas, tras tanta entrega de amor y tantas cosas dichas, estábamos sentados en un sofá, abrazados. Apoyó su cara en mi pecho con los ojos cerrados, besé sus labios y ella me respondió: tierno y hermoso momento. Me dijo “¡TE AMO!, soy feliz, no hay nada más que decir, es un amor fuerte, puro y hermoso…”.

La amo, luché por ella, no sé de dónde saque tanta fuerza, tanta pasión… pero en fin,  ahora estoy feliz.

ADOLFO ARÉVALO, 3º. E, Liceo Darío Salas

Un perro feliz

El perrito estaba tan feliz. Su dueña le había dado un hueso recién sacado de una rica cazuela. Con el hueso en el hocico fue rápidamente al patio para guardarlo con mucho cuidado. Cerca de su casita de madera comenzó a excavar en la tierra para darle refugio a ese hueso que en el pasado perteneció a una vaca. Frenético el perro, con lengua afuera y nerviosismo pleno, llegó a un punto duro que lo hizo reaccionar. Era fácil sacar aquel material desconocido. Y para sorpresa del perro, ¡era más hueso! Una mano humana de quizás cuánto tiempo atrás. Saltaba de alegría, ladró de felicidad. Excavó un poco por allí, un poco por allá, y pronto se encontró con un esqueleto humano completo. Si supieran lo feliz que estaba aquel perro con aquel premio. Bien se dice que un hueso saca otro hueso.

PAULA ASTORGA, 3º. E, Liceo Darío Salas