Por Lilian Elphick

Penélope I

Efectivamente, el bolso es de piel marrón. Antes estaba maltratada por el sol y la brisa marina, ya sabes, y con la curtiembre adquirió el tono ideal.

Después me haré un par de zapatos de taco aguja y, si alcanza, una falda corta, con flecos estilo mohicano. Bueno, quizás se la regale a Euriclea, que hizo el trabajo duro.

Extraño, eso sí, esas madrugadas donde el amante de turno, bostezando, estiraba sus manos para que yo ovillara la lana del tejido deshecho.

Penélope II

Querido Ulises: espero que al recibo de esta misiva se encuentre Ud. bien de salud y que su otitis sea un vago recuerdo en el barco de su memoria. ¿Tomó la medicina para el mareo? Es a base de amanita muscaria, un hongo que crece en el bosque de mi deseo. También debiera beber el elixir que le preparé para que nunca me olvide. Es un destilado de lophophora williamsii y de eritroxilon coca, plantas provenientes de tierras lejanas, y que utilizan sólo los hombres sagrados, como usted, mi rey.

Yo, aquí, fumando cannabis indica y papaver somniferum para hacer más agradable la espera. Y me río, viera cómo río y me dan ganas de no sé, un cosquilleo por aquí y por acá.

Cuídese mucho. Si vomita, escucha voces o ve visiones, no se preocupe. Es parte del tratamiento.

Sin nada más que agregar, se despide

P., hasta que la muerte nos separe.

Penélope III

Urdo la historia más triste del mundo, en donde el ovillo de lana es el protagonista principal y la oveja, su antagonista. Ulises es personaje secundario en la malla narrativa, un navegante que terminó tierra adentro, balando desesperado su derrota.

Adana

Mírame las costillas: hay cuatro rotas, te las doy así como están, y el ojo perpetuo en su tinta.

Luego harán de mí la boca incendiaria, el paquete inservible que se lanza al vacío.

Mira el sin refugio, la alambrada, la púa, el diente en el suelo.

Adana es mi nombre.

Repítelo.

Guárdalo en tu corazón para que otros me recuerden como el primer verbo crucificado en las casas de tortura.

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Estos microcuentos pertenecen al libro Bellas de sangre contraria (Microrrelatos, Mosquito Comunicaciones, 2009).