Algunas hipótesis sobre el boom de la minificción en Hispanoamérica

Por Lauro Zavala

El punto de partida de estas notas es la convicción de que la minificción es un género literario distinto del minicuento, pues en lugar de simplemente contar una historia en pocas líneas, la minificción propone una serie de estrategias para una relectura irónica o poética de la tradición literaria y extraliteraria.

Lo anterior puede ser reformulado en términos más técnicos, señalando que mientras el minicuento tiene un inicio catafórico (es decir, que anuncia lo que va a ser narrado), un tiempo secuencial, un lenguaje literal, un narrador confiable y un final epifánico, anafórico y concluyente, en cambio la minificción tiende a ser lúdica, alegórica e intensamente intertextual, y en su interior los rasgos señalados del cuento clásico aparecen en forma de simulacro.(1)

Al estudiar este género resulta notable el desarrollo que ha tenido a lo largo del siglo XX en la región iberoamericana, incluyendo España, Brasil y Portugal. Este hecho se refleja incluso en el hecho de que existen importantes estudios y antologías de la minificción hispanoamericana publicados en Italia, Alemania, Corea, Tailandia, Japón, Francia, Australia y Nueva Zelandia, en todos los cuales se señala la calidad y la abundancia de los textos de minificción producidos en la región.(2)

En este trabajo presento tres tipos de hipótesis que podrían explicar el surgimiento y desarrollo de la minificción en Hispanoamérica durante el siglo XX. Estas hipótesis son de tres tipos. Primero presento algunas hipótesis sobre los antecedentes literarios que podrían explicar la tradición de la cual se derivó el género en la región. En seguida presento algunas hipótesis de carácter preliterario que pueden haber contribuido al surgimiento de este género literario en la región. Y por último, algunas hipótesis extraliterarias sobre para responder a la pregunta ¿Por qué ahora? O más exactamente, ¿por qué ha sido hasta la última década del siglo XX cuando empezó a ser estudiado este género de manera sistemática, a pesar de que muchos de sus más notables autores empezaron a producir su obra desde las primeras décadas del mismo siglo XX?

Hipótesis literarias: ¿Por qué el boom?

En este contexto habría que entender el boom como el surgimiento de la minificción en los países donde se habla español y portugués. Y sería necesario preguntarse si existe una tradición de minificción chicana, lo cual no ha sido explorado hasta el momento.

Estas hipótesis señalan la existencia de varios terrenos en los que la minificción dialoga con las tradiciones literarias específicas de la región, lo cual produce diversas formas de relectura irónica. Estas formas de relectura son al menos las siguientes:

1. Relectura irónica de los bestiarios surgidos durante la Colonia

El antecedente más antiguo ligado directamente con la escritura de la minificción se encuentra en los bestiarios fantásticos surgidos durante la Colonia. Aquí es necesario recordar que cuando los cronistas de Indias escuchaban las descripciones de sus informantes indígenas acerca de la fauna local, estos cronistas españoles se encontraban en la necesidad de realizar una doble traducción. Es decir, una traducción de una lengua a otra, y del conocimiento de la fauna europea a aquello que parecía ser producto de la imaginación. Estas descripciones poéticas de animales inexistentes son el antecedente de una tradición literaria que está ausente en la escritura europea y en el resto del mundo. Y este antecedente explica que los bestiarios fantásticos en Hispanoamérica sean de carácter poético (como los de Arreola, Borges, Cortázar y muchísimos otros), mientras que los bestiarios europeos son de carácter peyorativo. En lugar de mostrar seres humanos bestializados, los bestiarios hispanoamericanos son una poetización de las bestias reales o imaginarias.(3)

2. Relectura irónica de la literatura universal y de mitos preliterarios

Otro antecedente preliterario que aparece con frecuencia en la minificción contemporánea se encuentra en los mitos de carácter universal, entre los que ocupa un lugar central el mito de la Cenicienta, que de acuerdo con diversos testimonios antropológicos, es el mito más universal en todas las culturas, hasta el grado de realizarse con regularidad diversos encuentros internacionales de expertos en estudios mitológicos, con el fin de estudiar la diversidad de manifestaciones que tiene este mito universal. Aquí sólo es necesario recordar la conocida serie de parodias que propone Ana María Shua en su Casa de geishas.

De manera simultánea, algunos materiales de la literatura europea han sido releídos en forma irónica por numerosos escritores hispanoamericanos, entre los que sin duda destaca el trabajo de Marco Denevi y sus Falsificaciones.

3. Relectura irónica de las vanguardias de entreguerras

En todos los estudios sobre la evolución del género se ha señalado que tal vez el antecedente más inmediato de la minificción posmoderna, por su carácter experimental, se encuentra en las vanguardias históricas del periodo de entreguerras. Ya ha sido señalado el hecho de que, a pesar de que esta tradición está generalizada a todo el mundo occidental, sin embargo estas vanguardias tienen un desarrollo espectacular y muy propio de la lengua española en la región hispanoamericana, precisamente al defender la autonomía lingüística y cultural de la región. Tan sólo la escritura de autores como Macedonio Fernández, Felisberto Hernández y Oliverio Girondo, entre muchos otros, es suficiente para documentar la importancia literaria de este periodo en la historia de la minificción.

4. Relectura irónica de la narrativa intimista del medio siglo

En contraste con el tono lúdico e innovador de las vanguardias de entreguerras, en la primera mitad del siglo XX se escribió también una narrativa formalmente tradicional, centrada exclusivamente en el contenido, como es el caso de la narrativa de la Revolución Mexicana. En la década de 1950 se llega al punto de una casi total ausencia de humor, ironía y parodia en la literatura hispanoamericana. El tono dominante es el intimismo de la literatura de medio siglo, como puede observarse en cuentistas mexicanos tan destacados como Elena Garro, Carlos Fuentes, Inés Arredondo y Juan García Ponce. Y es precisamente la ruptura con esta vena trágica lo que define a la llamada literatura de la Onda. El empleo del lenguaje cotidiano y el uso de los giros coloquiales, la escritura irónica, la experimentación genérica y el inicio de una conciencia de género con sentido del humor es lo que define las rupturas de la narrativa de los años sesenta (José Agustín, Jorge Ibargüengoitia, René Avilés Fabila, Rosario Castellanos), y es el antecedente de las formas de intertextualidad y metaficción que son característicos en la ficción y la minificción de las décadas siguientes.

5. Relectura irónica de la novela del boom en la década de 1960

Es necesario recordar que el boom de la novela hispanoamericana recibe este nombre precisamente porque fue, además de un importante momento literario, un notable fenómeno en el mercado editorial internacional. En cambio, lo que podríamos llamar el boom de lo breve es de carácter silencioso, ocurre sólo en las bibliotecas y es de naturaleza estrictamente literario. Y una de sus características consiste, precisamente, en proponer una relectura irónica de algunas de las características de esa narrativa, como el realismo mágico y lo real maravilloso, aunados al compromiso militante y las reivindicaciones de clase. En muchas de las minificciones posmodernas contemporáneas se ironizan algunos de estos rasgos que, en su momento, produjeron un mercado internacional de consumo de esta imagen hispanoamericana para la exportación.

2. Hipótesis preliterarias: ¿Por qué en aquí?

En este contexto habría que entender aquí como el terreno cultural hispanoamericano en el que existen varias tradiciones que determinan el surgimiento de la minificción durante las primeras décadas del siglo XX, en el periodo de entreguerras y de las vanguardias históricas, especialmente en la obra de escritores como Julio Torri y Alfonso Reyes en México, Macedonio Fernández y Oliverio Girondo en Argentina, Luis Vidales y Jorge Zalamea en Colombia, y otros más en el resto de la región.

Estas hipótesis señalan la existencia de las tradiciones preliterarias que determinaron el surgimiento de una tendencia al empleo lúdico de la palabra oral y escrita en la región hispanoamericana. Estas tradiciones culturales de la región son principalmente las siguientes:

1. Tendencia al empleo de un lenguaje metafórico (albures, adivinanzas, etc.)

En la vida cotidiana de la región hispanoamericana es ampliamente conocida la presencia de palabras con doble sentido. En México, el empleo de estas palabras está asociado a lo que se le conoce como albures, es decir, duelos verbales de agresividad sexual (de carácter metafórico) en los que alguno de los interlocutores gana al conocer más palabras con doble sentido. Tal vez esta tradición es una variante regional de los juegos verbales de extrema brevedad que existen en todas las lenguas, como es el caso de los trabalenguas, los palíndromos, los apodos, las adivinanzas rimadas y los desafíos lógicos.

2. Tendencia al humor frente a tragedias colectivas (chistes crueles)

Otra tradición extraliteraria de extrema brevedad en la región hispanoamericana es la tendencia a inventar y socializar rápidamente chistes anónimos cuando ocurren tragedias colectivas. Esta clase de humor es similar en su estructura a los chistes políticos sobre personajes públicos, y que ya ha sido objeto de estudio sociológico y lingüístico en las últimas décadas. Las estrategias lingüísticas del chiste cruel son similares a las utilizadas por el llamado lenguaje juvenil, que refleja una actitud hacia las instituciones establecidas, es decir, lo que Wittgenstein llamaba una metáfora como forma de vida.(4)

3. Tendencia a la democratización didáctica y sorprendente de la alta cultura

Ésta es una de las hipótesis más interesantes, pero que requiere ser explorada con mayor detenimiento. Una posible razón del surgimiento de la minificción en la región iberoamericana se puede explicar por la vocación democratizadora que han tenido los líderes morales en la región, quienes se han opuesto críticamente a la herencia de una tradición impuesta, que originalmente se presentó en el ámbito religioso. Frente a la cultura oficial, que propone su visión hierática de la historia colectiva, los escritores hispanoamericanos, precisamente al pertenecer a una élite intelectual, se han integrado a una larga tradición democratizadora de la cultura, incluyendo la cultura universal.

3. Hipótesis extraliterarias: ¿Por qué ahora?

En este contexto habría que entender ahora como el momento histórico en el que se empieza a reconocer y estudiar a la minificción de manera sistemática en la región hispanoamericana.

Estas hipótesis señalan la existencia de las diversas condiciones extraliterarias que han determinado el surgimiento de una sensibilidad específica en los lectores durante la década de 1990 en adelante. Estas condiciones se manifiestan en diversos fenómenos de la cultura contemporánea, que sólo en la región hispanoamericana han producido el estudio de la minificción a partir de la década de 1980. Entre ellas podrían ser mencionadas las siguientes:

1. Estética del trailer cinematográfico (inicio anafórico y final catafórico)

Entre los elementos específicos de la cultura mediática contemporánea se encuentran los medios audiovisuales. Y en particular, la experiencia de ver cine está acompañada por un género de brevedad extrema que cumple una función estratégica en el proceso comunicativo de la industria cinematográfica. Este género es el llamado trailer, que consiste en el material audiovisual que se proyecta en la sala de cine anunciando un próximo estreno. Precisamente por su función deíctica, es decir, transitiva (pues no es un material autónomo), el trailer tiene siempre las características de la minificción, y en algunos casos incluso llega a tener la estructura de una narrativa clásica.(5)

2. Estética del spot televisivo (político o comercial)

Sin duda el género de minificción audiovisual que tiene mayor presencia en la cultura contemporánea, y cuyos efectos son más contundentes es el spot, que puede tener una naturaleza política o comercial. Mencionemos el caso de las elecciones presidenciales del año 2006 en México, cuando el candidato que tenía una ventaja de más de 30 por cierto de la intención del voto por sobre su opositor, se derrumbó en menos de tres semanas debido a una campaña de spots políticos por televisión que lograron su efectividad no tanto por el contenido de la campaña (a todas luces absurdo), sino por la fuerza persuasiva de sus recursos audiovisuales. Éste es un terreno que requiere mayor atención, y que pude ser estudiado con los recursos utilizados para el análisis de la minificción literaria.

3. Estética del cine posmoderno (hibridación genérica, metaficción generalizada)

El cine posmoderno consiste en una yuxtaposición de los componentes formales del cine clásico y los componentes del cine moderno, vanguardista y antinarrativo. Estas formas de cine han ejercido una fuerte influencia en las otras formas de arte, especialmente en el terreno de la narrativa metaficcional y la hibridación genérica. Las llamadas nuevas olas del cine europeo de los años sesenta (Jean-Luc Godard en Francia; Rainer Werner Fassbinder en Alemania; Michelangelo Antonioni en Italia) y las formas experimentales del cine independiente estadounidense (John Cassavettes y otros) prepararon el camino para las formas de experimentación que también se produjeron, de manera militante, en Hispanoamérica.

4. Estética del hipertexto (narratividad interactiva)

La interactividad de los medios digitales es un elemento omnipresente, y cuyos efectos durante las últimas décadas han propiciado que sea hasta ahora cuando se reconoce la importancia de la narrativa mínima, pues su naturaleza recombinable (como el ADN) parece corresponder con la lógica de estos medios. Por supuesto, el libro coexiste con los medios digitales, y la minificción coexiste con el cuento y la novela, pero estos últimos ahora pueden ser leídos como géneros subsidiarios de la minificción.

5. Estética de la balada (narrativa fractal, alternativamente autónoma y serial)

Hablar de la vida cotidiana urbana es hablar de los medios electrónicos (especialmente radio y televisión), y en ellos la balada (romántica o de otra naturaleza) ocupa un lugar central. Por supuesto, la letra de toda balada siempre tiene un componente poético esencial al género, y estos materiales pueden ser estudiados como un subgénero de la minificción contemporánea. Las baladas son fractales, es decir, son materiales simultáneamente autónomos y seriales. Esto significa que una balada, como una minificción, difícilmente existe en un vacío total, sino que se integra a una serie, aunque puede ser disfrutada de manera independiente de la serie a la que pertenece virtualmente.

6. Estética de la brevedad extraliteraria (influencia de solapas, reseñas, viñetas)

Entre los principales géneros extraliterarios de brevedad extrema que tienen una naturaleza funcional (es decir, cuya naturaleza no es necesariamente lúdica, como los palíndromos o las adivinanzas) se encuentran las solapas, las reseñas bibliográficas y las viñetas. Estos géneros extraliterarios parecen haber desplazado, en muchos casos, la experiencia original de la lectura literaria o la fruición musical o cinematográfica. Al no poder leer todos los libros que nos interesan y al no poder ver todas las películas que nos podrían interesar, debemos conformarnos con la lectura de estos materiales, que así terminan teniendo una relativa autonomía estética.

7. Estética de la novela sincopada (capítulos elípticos pero sin autonomía narrativa:

entre novela fragmentaria y cuentos integrados)

La frontera entre el todo y las partes se encuentra en el centro de la estética contemporánea, y pone en la mesa de discusión la distinción entre fragmentos y detalles, es decir, entre unidades narrativas que tienen nostalgia de totalidad (como es propio de la estética moderna) y unidades narrativas totalmente autónomas (como es propio de la estética clásica). La novela sincopada es aquella cuyos capítulos pueden ser leídos en uno u otro sentido, y cuyas primeras manifestaciones se produjeron ya en la década de 1930 (Cartucho de Nellie Campobello) y que tiene casos tan notables como Pedro Páramo (1954) de Juan Rulfo y La feria (1962) de Juan José Arreola, para no salir del ámbito de la literatura mexicana.(6)

8. Estética del detalle (nostalgia de totalidad desplazada por autonomía del fragmento:

caso extremo: novela a través del teléfono celular)

La estética del detalle ha llegado a extremos sorprendentes en la narrativa contemporánea, como es el caso de las primeras novelas que se dan a conocer, antes de su versión impresa y encuadernada en forma de libro, por medio de la transmisión en teléfono celular. La novela más exitosa en Japón a principios del año 2006 fue leída en los aparatos celulares de las amas de casa en Japón, que después lo adquirieron en su presentación más convencional. Este tipo de fenómenos anuncia la importancia que está adquiriendo en los medios digitales la estética del detalle.

Conclusiones preliminares

Para explicar el reconocimiento que ha tenido la minificción literaria en Hispanoamérica durante las últimas dos décadas es necesario añadir, a todas las condiciones literarias, preliterarias y extraliterarias que se han señalado hasta aquí, la función que han tenido otros factores contingentes, como la difusión editorial, la investigación académica, la organización de congresos nacionales e internacionales y la existencia de revistas especializadas en el estudio del género, en los cuales se difunden los resultados de estas mismas investigaciones. Y tal vez vale la pena enfatizar que todo esto ha ocurrido poniendo la atención en la minificción hispanoamericana.

Quiero cerrar estas notas señalando el interés que puede tener el estudio de la

escritura muy breve en la tradición europea y oriental, donde al parecer esta forma de escritura es muy frecuente entre los filósofos, como es el caso de Ernst Jünger, Jacques Derrida, Walter Benjamin, Theodor W. Adorno, Ludwig Wittgenstein y muchos otros.

La minificción literaria, entonces, parece ser parte del patrimonio cultural de la región hispanoamericana, y la reflexión sistemática sobre este género pude ser una de las contribuciones más originales en el contexto de la teoría literaria contemporánea, rebasando el ámbito de lo estrictamente literario.

Notas

(1) Desarrollo esta distinción en mi libro La minificción bajo el microscopio. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2006. También hay una edición colombiana, publicada por la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia (2005).

(2) Estas antologías son las siguientes: Gianni Toti, ed.: I racconti piú brevi del mondo. Roma Edizioni Fahrenheit 451, 1995; Edna Brandenberger, ed.: Cuentos brevísimos / Spanische Kürzest-geschichten. Munich, Deutscher Tschenbuch Verlg, 1994; número especial de la revista Minerva, The Literary Quarterly, 2002, publicada en Corea del Sur; tesis de maestría en Estudios Latinoamericanos elaborada por Pasuree Luesakul (Tailandia) en la Universidad de Salamanca, sobre “El bestiario en Los animales imaginarios de René Avilés Fabila”, 2004; número especial de la revista América. Cahiers du CRICCAL núm. 18, Formes breves de l’expression culturelle en Amérique Latine de 1950 a nous jours. Tome 1: Poétique de la forme breve. Conte. Nouvelle. París, Université de la Sorbonne Nouvelle, 1998; Rosemary Sorensen, ed.: Microstories. Tiny Stories. Auckland – London, Angus and Robertson (Harper & Collins), 1993.

(3) Entre las numerosas antologías de bestiarios literarios se pueden mencionar la de Óscar Rodríguez Cruz (ed): El libro de los animales. Pensamientos, fábulas y relatos. Caracas, Libros de El Nacional, 2002, y la de Raúl Brasca y Luis Chitarroni (eds.): Textículos bestiales. Cuentos breves de animales reales o imaginarios. Buenos Aires, Ediciones Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, 2004.

(4) Ludwig Wittgenstein: Philosophische Untersuchungen. Basil Blackwell, Oxford, 1958.

(5) Presenté la propuesta para una semiótica del trailer en el trabajo “El trailer como un género de la promesa”, durante el Segundo Encuentro Nacional de Semiótica, Ciudad de México, abril de 2007.

(6) Esta tesis se desarrolla más ampliamente en el trabajo “Fragmentos, fractales y fronteras: Género y lectura en las series de narrativa breve”, en la revista portuguesa Forma Breve, núm. 4: O Fragmento, Universidad de Aveiro, 2006, 35-52.

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Este trabajo fue presentado durante las Primeras Jornadas Universitarias de Minificción, que tuvieron lugar en la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina, en julio de 2007.

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Lauro Zavala es Doctor en Literatura Hispánica por El Colegio de México, y profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, en la Ciudad de México. En 1998 organizó en México el Primer Encuentro Internacional de Minificción, y es autor de La minificción bajo el microscopio (UNAM, 2006), y de varias antologías de cuento y minificción, incluyendo Relatos vertiginosos (Alfaguara, 2000), El dinosaurio anotado. Edición crítica de “El dinosaurio” de Augusto Monterroso (Alfaguara, 2002) y Minificción mexicana (UNAM, 2003). Es director de El Cuento en Red. Estudios sobre la ficción breve (http://cuentoenred.xoc.uam.mx) y presidente de la Asociación Mexicana de Teoría y Análisis Cinematográfico. Sus libros más recientes son Manual de análisis narrativo. Literatura. Cine. Intertexto (Trillas, 2007) y unas Instrucciones para asesinar a un profesor. Viñetas de la vida académica (UABCS, 2008).