por Ramón Díaz Eterovic
Se ha ido Luis Sepúlveda y nos deja con una tristeza que parece multiplicarse en estos días de aislamiento y soledad que nos impone el coronavirus. Escritores y lectores de todo el mundo están lamentando su partida, recordando muchas de las historias memorables que nos contó, tanto en sus libros como en sus conferencias y tertulias. Sus libros fueron y serán leídos por infinidad de lectores porque fueron fruto de la pluma de un creador de historias que tenía el embrujo que solo unos pocos poseen para atrapar a sus lectores. Luis Sepúlveda fue un autor que navegó por muchas rutas literarias. Con su exitosa novela “El viejo que leía novelas de amor” bebió de las aguas del realismo mágico para hablarnos de América Latina y sus eternas luchas sociales. Abordó la novela negra en títulos como “Nombre de torero” y “Hot Line”, donde dio vida al policía de origen mapuche Washington Caucamán. “Patagonia express” y “Últimas noticias del sur” son dos crónicas sobre la Patagonia, fruto de viajes realizados con su amigo, el fotógrafo Daniel Mordzinski. Tampoco le fue ajena la literatura infantil, a la que llegó con una novela de gran belleza como “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar” e “Historia de un perro llamado Leal”. A todo lo anterior, hay que sumar sus constantes crónicas y columnas en la prensa internacional, reunidas algunas de ellas en el libro “Historias marginales”.
También se ha ido un escritor que siempre tuvo gran generosidad para difundir los libros de sus pares y para inventar espacios donde reunir a los escritores del mundo entero. El Salón del Libro Hispanoamericano de Gijón fue un ejemplo de ese afán integrador y de amistad que caracterizaba a Luis. Y se ha ido un compañero leal de todas las causas justas, libertarias y democráticas existentes en América Latina y en otras partes del mundo.
Hace un año, en abril de 2019, se publicó en La Gata de Colette (revista chilena dedicada al mundo de los gatos), una entrevista que “conversamos” por correo y en la que hablamos de dos grandes amores de Luis: los libros y los gatos. De “Zorbas” su gato de ficción, y de “El camararada Yoyo” su gato de la vida real. La publico en su recuerdo y homenaje. Y también una foto que nos tomamos en los siempre días felices de Gijón, junto con el escritor Oscar Barrientos. La foto es de Daniel Mordzinski, gran fotógrafo y amigo de Luis, con quien hicieron un libro especialmente bello llamado “Últimas noticias del sur” en el que se narra un apasionante viaje por la Patagonia.
Un gran abrazo para Carmen en estos tristes momentos.
Adiós, Luis. Nos quedamos con los mejores recuerdos de tu amistad y tus libros que nos seguirán acompañando hasta el “mundo del fin del mundo”.
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…