Letras de Chile se sumó al sentimiento colectivo por la muerte de Mariano Puga, extraordinario sacerdote, cura-obrero, quien entregó su vida acompañando activamente a los excluidos de todo, los más pobres, los perseguidos, los desamparados. Encarnó el evangelio de manera generosa, iluminando y acogiendo a esos miles de seres humanos que la sociedad ignora o rechaza.

Paulo Álvarez Bravo lo acompañó muy estrechamente durante años. Entregamos a nuestros lectores las palabras que Paulo dijo en su funeral y que compartimos absolutamente.
Mariano Puga fue un ser humano ejemplar al que recordaremos siempre con amor y agradecimiento.

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