por Manuel Serrano Funes
MI TELEVISOR
Me regalaron un televisor. Una maravilla. Pantalla extraplana. Conexión a Internet, Wi-fi, Bluetooth, control por movimiento, reconocimiento de voz, apagado programado, encendido predeterminado, asesor de contenidos y no sé cuántas cosas más.
Cuando llego a casa, me saluda y conecta mi programa favorito, porque aprende de mis gustos. Si me quedo dormido en el salón emite un sonido que me despierta. También se conecta a mi teléfono móvil y a mi ordenador. Incluso me sirve de video portero. Una maravilla. Ni qué decir tiene que al principio me ilusionó este asistente virtual, pero ahora con el paso del tiempo, no sé si es tan bueno. No sé si me regalaron un televisor o fui yo el regalado.
EL PÁTER
El cura del pueblo estaba bebido en el prostíbulo del pueblo cercano. Entre el calor del alcohol y el cuerpo satisfecho se quedó dormido en un banco. Por allí pasó Marcial y al verlo y le quitó el reloj y el dinero.
Al día siguiente el bueno del cura se dio cuenta de que le habían robado. Avisó a la Guardia Civil que rápidamente encontró al ladrón. Cuando lo tuvieron en los calabozos llamaron al juez de paz. El cura se presentó ante el juez.
—¿De dónde has sacado estos objetos? —preguntó el juez de paz.
—Me los encontré en el banco del prostíbulo donde había dormido un hombre borracho —contestó el ladronzuelo.
—¿Conoce usted estos objetos, páter?
—No los he visto en mi vida.
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Manuel Serrano Funes es maestro desde 1979. Colaborador de la Revista Valencia Escribe e integrante del Colectivo Letras & Poesía.
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…