Sonia Cienfuegos

por Sonia Cienfuegos

 

Sobreviviendo, sobreviviendo

En cuanto Ellos estaban seguros que habíamos muerto, nos quitaban todos los órganos, vísceras y esqueletos. Nos dejaban como huevo vacío de su interior, sólo con la caparazón.
Nos concedían tres días adicionales posteriores a nuestro deceso, para movernos con cierta dificultad e incluso hablar o cantar.
Yo escogí lo segundo para realizar un tributo espontáneo a una pareja homosexual, que debieron esconder su orientación para obtener la chance de amarse sin censura en el lapso de “sobrevivencia”.
Elegí un tema del belga Jacques Brel “Ne me quittes pas”. Comencé a cantar en una sala pequeña. Percibí que llegaría a un público más numeroso si lo hacía desde un amplio salón.
Solicité a Coulon que me prestara un micrófono. Inmediatamente accedió.
Sabía fehacientemente que quizás no podría concluir la canción, pues sentía que mi energía iba disminuyendo y el público que no había muerto y los que pertenecían a la “Sociedad de muertos(a)s en Vida” (corta pero igualmente Vida), comenzaban a notarlo.
Para mi sorpresa y alegría, pude finalizarla.
La ovación fue tremenda. Me dije – misión cumplida – y así fue como comencé a desinflar mi cáscara como un todo y a elevarme-elevarme hasta que lo último que vi y oí, fueron miles de manos agitándose abajo como hormigas acopiando su alimento invernal y el sonido/estallido de mi piel, como si se tratara de un símil aerostático.
Concluí que ahora comenzaba el fin finale.
Para ser bien honesta, debo confesar es que caí en la trampa o la disyuntiva shakesperiana inmortal en voz de Hamlet: “To be or not to be”.

Sentencias, refranes y reflexiones

Almodóvar me lo advirtió – no vayas al psicoanalista, te quitará la creatividad, te dejará vacío el magín. Si el flaco judío de Allen se la pasa sentado sobre el diván de algunos de esos, a mí no me va, joder.

Reflexioné profundamente sobre la sentencia de Pedro. Me acordé del médico – discípulo de la maestra Lola Hoffman – que sólo trataba la psique con terapia en base a tus sueños – MIS sueños – que suelen ser guiones para cine o video.
La falta de tiempo para que yo los escribiera y patentara, le permitía a este miembro integrante del Cártel de los Sueños, coleccionarlos. Tal vez, volverlos más o menos inverosímiles, editarlos, publicarlos y lanzarlos a la venta.

Almodóvar querido, tenías toda la razón. Nadie sabe, excepto tú, para quién trabaja. Escrito de otro modo: de que hay sustractores/ladrones de sueños, pues que los hay, Garay.

Armando el puzzle

– Una persona ha caído a las vías de Estación Los Domínicos – se escucha el aviso nítida y reiteradamente, en la voz de una mujer.

Me pregunto – ¿se cayó, la empujaron, se tiró a? –

Misterio profundo.

Lo que realmente importa, intentanto resolver este “caer a las vías de…”, es que a los pasajeros de la Línea 1 del Metro de Santiago de Chile les quede bien claro que
– los trenes circularán sólo entre las estaciones San Pablo y Manquehue –

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Sonia Cienfuegos, estudió filosofía, vivió algún tiempo en París, ha escrito de todo, y publicado sus textos en un libro con otros cinco autores, participantes del taller de Diego Muñoz Valenzuela. Participó también en dos talleres con Gonzalo Millán. Es asesora del directorio de la Corporación Letras de Chile. Su libro de microcuentos Entre dos será publicado próximamente.