El vigor de la mirada

De tanto mirarme el ombligo me salió un ojo que me mira. Ahora que somos dos no pueden acusarme de egocentrismo.

La poesía ya no conmueve

Para seducir a la chica tu-pupila-es-azul, quiso escribir los versos más tristes esa noche. Pero no pudo, tenía demasiada confianza en sí mismo, estaba contento, una estúpida sonrisa chorreaba de su boca y de su pluma. Le salió un versículo patético, ridículamente esdrújulo, que la chica, por fortuna, ni siquiera llegó a leer porque esa noche salió con un economista.

Lotiforme

Mi diccionario y yo estamos enamorados. Mi amor es razonable pero el suyo es brutal y arbitrario. A cualquier hora abre sus piernas y me obliga a sacarle una palabra. A veces las palabras son preciosas y yo compongo poemas ligeros y dulces. Pero a veces usa términos absurdos, y me veo obligado a decirle frases como «¿lotiforme?, no se puede hacer nada con esa palabra, ¿qué pretendes de mí?, no soy mago». Entonces llora y se desdibuja, y las palabras empiezan a escurrírsele, a chorrear por las patas de la mesa. En ese momento debo acariciarlo y escribir cualquier cosa, y todo vuelve a la normalidad.

Ocuparse

«Ocúpate de la política si no quieres que la política se ocupe de ti», me dijo. Me afilió a su partido, me llevó a pegar carteles y a hacer número en sus meetings. Ganó las elecciones y se volvió difícil de encontrar. Firmó un decreto por el cual la fábrica en la que yo trabajaba cerró sus puertas. Me echaron del zulo que alquilaba por falta de pago. Él tuvo más suerte y se compró una casa espaciosa junto al mar, rodeada de una muralla muy alta. Muy alta pero no tanto como para impedirle a uno treparse si se provee de una buena escalera.

Lo tengo en la mira.

El prosista irreprochable

Nunca puso un adjetivo de más. No cayó en el psicologismo ni en el panfleto. No cultivó la literatura pasatista pero tampoco militó en el experimentalismo. No fue solemne ni cursi ni pretencioso ni meramente sarcástico. Jamás escribió una línea.

Fabián Vique nació en Buenos Aires en 1966. Es profesor de lengua y literatura (ISFD nº 45, Haedo). Publicó la colección de minilibros Minicuentos, Morón, 1994, y los libros Con las palabras contadas, Madrid, 2003, y La vida misma y otras minificciones, Belgrado, 2007. Cuentos, poemas y minificciones suyas aparecen en antologías y revistas de Argentina, España y Serbia, países en los que vivió. Actualmente reside en Morón, provincia de Buenos Aires, escribe ficciones y una tesis sobre la minificción en Argentina. Tiene un blog poco personal y bastante literario: delasavesquevuelan.blogspot.com.