Diana Burazer: una poeta croata actual

Producto de un convenio recíproco de difusión de las literaturas croata  y chilena actuales entre la Sociedad de Escritores Croatas y Letras de Chile, con ocasión del viaje de Diego Muñoz Valenzuela a Zagreb a fines de 2009, es que tendremos la oportunidad de conocer autores contemporáneos de esa nacionalidad. En esta ocasión presentamos –para abrir esta serie- a la poeta Diana Burazer. La traducción es de la profesora e investigadora Željka Lovrenčić, cuyo prolífico trabajo ha sido un motor para el acercamiento de la literatura en ambas lenguas.

MARIPOSA (o una escena parecida)

Leptir (ili sličan prizor)

Con cuatro agujitas crucificada

en un respaldo de terciopelo azul

espero ahora, ya impacientemente,

el final de todo el proceso

para  morir cuanto antes.

Se trata de dignidad

y del deseo de que bajo el cristal,

guarde en parte la bella expresión del rostro

para que más tarde con sólo mirarme 

sufras bastante.

Liberada ya de todo pensamiento de cambio

trato de representarme en la escena de una ilustración

de devocionario

dejado en la mesa.

Puedo apenas mover los labios,

 y con los ojos tocar las lejanas palmas de las manos.

Puedo pronunciar una plegaria a Él

al que miro ahora con el rabo del ojo

como, por su propia voluntad baja de la cruz y

se me acerca.

            Ni yo, cuando me fue más difícil

           pude juntar las manos –

me susurra al oído.

Secándose las manos

con la orla de mi vestido,

toma el devocionario

lo pone bajo el brazo

y sin tocar el suelo con los pies

me deja.

Piénsenlo,

¡¿me deja!?

 EL MURO

(Zid)

¿Cuándo fue hecho?

No lo sé.

¿Quién ordenó que se hiciera?

Dudo de algunos de nosotros.

Ahí está.

Alto

seguro

y  poderoso.

Puedo atestiguar su solidez

Porque por años me recosté en él

y no se quebró.

Puedo testimoniar su seguridad

porque por años me refugié a su sombra,

sin que me entregase a los que me buscaban.

A ratos me parecía demasiado alto,

que por su altura no veo bien lo demás

 y la gente que pasa a mi lado,

que no me toca algo

que  de alguna manera debería incumbirme.

Pero algo así,

con mi  inmensurable agradecimiento,

lo olvidaba ya con el primer ventarrón.

No obstante,

no puedo arrancarme la duda de que

ese  muro

me  robó algo,

que me  protegió de algo

para  lo que nunca,

de verdad nunca,

le di autorización.

UN MAL DÍA

(Loš dan)

No pasó nada especial,

pero todo el día

me  maltratan mis propias emociones.

Indeseables son

como el moho en el queso

que se quedó olvidado en el refrigerador,

como la espesa niebla tirada sobre los vidrios del auto

mientras trato de determinar el lugar del viraje.

Como la continua caravana de hormigas amarillas

que no vienen de ninguna parte

y  persistentemente se deslizan por la pared

hacia la nada.

Esas tiranas ocuparon todo el espacio disponible,

liberadas hasta del más mínimo conveniente miedo,

del ataque de cualquier diferente persona  

o cosa.  

Al final del día cedo y no resisto más.

Acostada en el sofá

miro por décima vez la película ya vista.

Qué bueno sería empezar a llorar por Ella

A la que Él  justo ahora ha abandonado, o

levantarse de repente

pegarse en  la rodilla o

dormirse,

antes de tomar una mala decisión

y acabar este día.

 EL TIEMPO QUE  NOS QUEDA

(Vrijeme koje nam preostaje)

Entre tú y yo el cielo extendido,

carpa segura sobre un lago azul.

Bella puedo ser aún únicamente

cuando  

en  la  neblina  acuosa

 me  toca la luna plateada.

El tiempo que aún nos queda

corre  irremisiblemente:

silenciosos  remeros en el horizonte,

pañuelo de seda sobre los hombros desnudos.

En la película muda,

por un momento detenido en su brinco,

se detiene el jinete enmascarado. 

Hay demasiadas cosas que no hicimos.

La  profundidad real del lago todavía nos es desconocida,

aún tenemos que entender la distancia entre nosotros y el universo,

es enorme todavía la tierra que no hemos pisado.

Pero comprendimos

que en la risa o el llanto

se gasta la misma energía.

Aprendimos que la

alegría pura

es  pobre, y que

la riqueza del sufrimiento 

es  inexpresable.

La primera la compartíamos con amigos

sin piedad,

El sufrimiento,

que también ofrecimos,

nadie lo quiso.     

PARÍS

(Pariz)

Mientras caminábamos por las calles

llovía

aburrido

frío  y

sin  esperanza.

¿Y qué podíamos esperar

en la época de invierno, en cualquier parte donde estuviéramos.

La pregunta es sólo

¿qué esperábamos de nosotros?

En el desván de un hotel de poca estima

al lado de la famosa Ópera

tarde  por la noche, después de un paseo de todo el día,

por fin

nos quitamos la ropa y los pesados zapatos.

Rápidamente ponemos los casados cuerpos en el gran lecho

de  agradable y desconocida fragancia.

En la mesa de noche folletos esparcidos,

el plano de la ciudad y del metro

con indicadores subrayados para no perdernos,

postales de los Campos Eliseos aún no escritas

Montmartre –

lujo visual

que apenas

espera a nuestros amigos.

Cerca de los documentos,

que nos marcan infaliblemente,

pequeños baratos souvenir

bajo la débil bombilla de la lámpara de mesa

pierden su brillo matutino.

Si no hay viento,

mañana hay que ir a la Torre de Eiffel.

Luego que te duermes, me levanto y

abrigada con una manta de lana

que no me puede calentar

estoy parada por largo tiempo cerca de la ventana.

La lluvia que ya ha inundado las estrechas calles,

sube por las paredes.

Sobre el límite del vidrio roza la frente,

gotea a los ojos,

aquí peligrosamente se acumula y

amenaza con el diluvio.

VENECIA

(Venecija)

A esta ciudad la declaro corriente,

en nada diferente a las demás.

Ciudad que tiene sus barrios

iluminados  para ser exhibidos

y esos otros,

plazas de flores

y depósitos de desperdicios en las calles laterales.

Las góndolas con los gondoleros

en las que van los enamorados

que llegaron a esta cuidad

para enamorarse aún más.

Tiene y puentes

bajo los cuales duermen los abandonados y los perdidos,

aquellos que no tienen a nadie

por los que valdría la pena regresar.

¿Por qué va a ser especial?

Alguien justo en esta ciudad,

o por ella,

fue olvidado y

desquerido.

La ciudad, a la que por protesta

no quiero viajar,                    

 me mira traicioneramente desde la foto mal impresa.

de la entrada olvidada en tu bolsillo.

PRELUDIO

(Predigra)

Podría amarte de nuevo

pienso cada vez cuando abro la puerta

de nuestra casa

y cuando me con cien manos abraza el calor

que baja

por las paredes

en el crepúsculo

otoñal.

Primero me toma por la cintura

me abraza los hombros

luego por largo tiempo me acaricia la cara.

Me levanta en los dedos

y ligeramente me arrastra hacia sí.

Cierro los ojos.

Desaparezco.

Cada cual en su soledad

sin vergüenza o remordimiento

de que en este momento engañamos a alguien

hacemos el amor

en secreto

En la televisión justamente

dan las  noticias vespertinas

pronostican el tiempo y

dicen todo lo que para los demás es muy importante.

Te quiero,

dicen pequeños cuerpos etéreos

mientras del cosmos

me acercan a ti.

Un poco después

seguro de sí sonríes

convencido de que la suavidad

con la que justamente te tocaba

fuese sólo tu mérito.    

         

 ROSA

(Ruža)

Es privilegio serrosa

en el jardín que has decidido cultivar.

Te espero lista:

antes de ti

ha pasado el viento invernal, y

los jinetes dentro de pesada armadura.

Sobre los pétalos

hielo y

 cuchillo.

Es privilegio serrosa

en el jardín que ahora destruyes.

Perfecta en todo,

estoy preparada para este momento.

Introduje la espina:

no existe castigo suficientemente grande

para liberarte de la culpa.

En tus manos

el rocío y

el último sedoso

 suspiro.

MI PADRE SE QUITA SUS ANTEOJOS

(Moj otac skida svoje naočale)

Mi padre se quita sus anteojos

los pone sobre la nube

toma el bastón

y se va a pasear.

Las suaves almohadas de la niebla

y mi amor

lo sostienen.

El día está extraordinariamente brillante,

la gran bola luminosa

se mece

peligrosamente

en los párpados.

Mi padre

alto y feliz

deja el bastón

y camina.

Yo le digo

está bien

             está bien.

Por la mañana

al despertarme

y después todo el día

me duele

la ligereza

con la que nos separamos.

* Este poema está publicado en el libro Na odmorištu između dva svijeta ( En el descanso entre dos mundos).

EN EL TARDIO OTOÑO VIAJARÍA MI MADRE

(U kasnu jesen doputovala bi majka)

En el tardío otoño viajaría mi madre.

En su bolso sólo dos blusas,

una falda

 los zapatos para la lluvia

y la bata casera.

Todo lo demás,

 naranjas todavía verdes.

Los domingos

cuando vamos a misa

me enojaba con ella

porque siempre llevaba la misma ropa.

De todas maneras traje demasiado,

decía,

 y los naranjos están tan fructíferos.

No sé ¿dónde se perdió este noviembre?

¿Y diciembre? 

 ¿Cuando, y por quién

fue puesto el puente

por el que se sale de tales escenas?

Ahora,

asoleados y jugosos globos,

de la isla llegan en ambulancia.

Viajan con pálida

y asustada gente

que no conozco.

El chofer tarde en la noche

toca el timbre.

Helas aquí, las enviaron – dice.

En la caja de cartón sólo naranjas.

Salen solas y se colocan

en la pieza de huéspedes

como por costumbre

abren los cajones y el armario con las perchas.

Cautiva de la escena

difícilmente diferencio la realidad y

el sueño.

Sin embargo,

después de eso, por días

en todo el departamento

entrelazados

mezclan su aroma.

De la antología poética Naranča (Naranja)

Traducción: Željka Lovrenčić

Diana Burazer nació en Zagreb el 23 de Octubre de 1953. Se educó en Pleternica y Ljubuški donde terminó el liceo. Se graduó en matemática teórica en la Facultad de Ciencias Naturales y Matemática en Zagreb.  

Vivió en Mostar (1977-1992) y desde el aňo 1992 vive y trabaja en Zagreb. Dirá que todo ese tiempo una parte de ella vivía (y vive ahora) en Stari Grad (La Ciudad Vieja, isla de Hvar).

Publicaba sus obras en numerosas revistas croatas y de Bosnia y Herzegovina. Ha sido presentada en  antologías y  panoramas de la poesía croata. Sus poemas han sido traducidos al francés, inglés, noruego, espaňol, polaco y ruso.

Ha publicado las siguientes antologías poéticas: Nesvanjivo (Lo que no amanece), Četvrti zid (La cuarta pared), Na odmorištu između dva svijeta), Druga kuća (La otra casa, 2003), Naranča (La Naranja, 2008.).  (En el descanso entre dos mundos) y las poesías escogidas Izvan zaklona (Fuera del refugio, 2006).

Es miembro de La Sociedad de Escritores Croatas, del PEN croata y de la Sociedad de  Escritores de Bosnia y Herzegovina.

Ha recibido varios premios.