ruica cindoriProducto de un convenio recíproco de difusión de las literaturas croata  y chilena actuales entre la Sociedad de Escritores Croatas y Letras de Chile acordado en 2009, tenemos la oportunidad de conocer autores contemporáneos de esa nacionalidad. En esta ocasión a la poeta RUŽICA CINDORI. La traducción es de la profesora e investigadora Željka Lovrenčić, cuyo prolífico trabajo ha sido un motor para el acercamiento de la literatura en ambas lenguas.

 BLUES PARA EL ESTADO Y PARA EL INDIVIDUO

(Blues za državu i pojedinca)

 

 1.

 

La conexión es un número.

Orden seguro.

Donde el papel absorbe mis ojos,

y me devuelve

la mandarina china.

Innumerables sueños potables, sin color.

Las ardillas callan.

Los predadores del mar

atacan bajo la cintura

sólo la niebla está

en nuestra boca.

¡Estado, protégenos!

Danos

inocencia duradera

y sayal

en vez de salones

de belleza.

Y cenizas,

en vez del rimel.

Duerme

a todos los que piensan

y despierta a aquellos

que trabajan

en las contabilidades

de las grandes empresas.  

Allá se almacena

el magma vidente,

positivismo cegado,

arveja escupida.

Los coribantes siempre

cambian la piel.

Ahora vibran

sólo los flecos

de los abrigos de terciopelo

y suben al cerro

montones de pavos

en esmoquin.

Todas las radioemisoras

han sido ajustadas

para que susurren siempre

buenas noches.

 

2.

Carismáticamente lisa,

seguramente cómoda

subconsciencia.

Los martes se ejercita

el insomnio,

el apartamento está sucio

por palabras que no se pueden ventilar,

la secadora del pelo retarda

la indecisión.

“¿Llegaré a tiempo?”

se pregunta

la trepadora distraída.

¡Sólo hecha raíces

que floten, que floten! 

 El mediodía está congelado

como cascada,

sin cambiado en la escritura

digital,

dura como el golpe

de la campana de algodón.

 

LOS ANTEOJOS FELICES

(Sretne naočale)

 

Antaño gustabas del silencio.

Podías descansar

en la palma de su mano,

absorber su tranquilidad.

La gente era tranquila.

Las gentes eran unidas,

mansas gatas dormidas.

Los años eran jóvenes,

brote de lirio,

por la mañana se viajaba

a Holanda o a Reikiavik.

¿Dónde están ahora

nuestros anteojos felices?

¿Dónde está la pluma blanca

De los cisnes enamorados   

Y las misericordiosas torres

de

Chartres?

La ausencia tiene forma de

cuerpo, y el invierno corre

al ritmo de leche regada.

 

CEREMONIA

(Svečanost)

 

Ahora sé

donde está la ceremonia:

cerrada

en el pequeño libro blanco.

Se descubre

sólo en la primavera

en el vuelo de las golondrinas,

al anochecer,

a través de la nata color violeta

del crepúsculo.

Entonces ocurre

 un encuentro importante:

las rosas con sus flores,

los árboles con el follaje,

las manos con el tacto.

Como el potrillo

inclino la cabeza,

segura de que todavía no

he visto

esta noche.

 

LISTA DE LAS PÉRDIDAS EN LA VIDA

(Popis životnih gubitaka)

 

Esos zapatos

que  me han abandonado.

Aquellas camisas

que tiré porque tenían

los cuellos demasiado

grandes

y aquellas que he regalado

porque tenían los cuellos

demasiado pequeños.

Aquellos botones

que perdí

abriéndome camino

en el tranvía.

Aquellos jardines  

que no sallé.

Aquellos brotes de bambú

que se marchitaron

porque no los regué

y aquellos ficus

que se han podrido

porque los regué demasiado.

Aquellas habitaciones

que he dejado antes de tiempo

y aquellas que

he abandonado

en los malos tiempo.

Aquellos días

que pasé dormida

y fueron apaciblemente tristes,

como el reflejo del cielo

en los charcos.

Aquellos conciertos

que  escuché

distraída

y esos nombres

que la gente  

calló.

Aquella niebla

que dejé de

hervir,

los pasteles

que escaparon

mi avidez,

aquella gente que

no conocí,     

aquel momento

que  puse 

en el bolsillo roto.

 

 

BULGARIA

(Bugarska)

 

Iré a Bulgaria.

En el centro comercial

compro un vestido

para Bulgaria.

(Negro, plisado, serio.)

De Bulgaria me llegan

correos electrónicos

en búlgaro y en inglés.

(Leo aquellos escritos en inglés,

apenas descifro la letra cirílica.)

Espero el boleto para el avión.

Espero el día en que iré

A Bulgaria.

En el periódico está escrito:

mataron a un

escritor búlgaro.

Lo mató la mafia.

Estoy repitiendo lo que sé

de Bulgaria:

Mar Negro, Balcanes,

Unión Europea.

Bulgaria huele a rosas.

 

No sé nada de Bulgaria.           

 

De la antología poética Pamučno zvono (Campana de algodón)

 

 ISLAS NAVIDEÑAS

(Božićni otoci)

 

¿Por qué no nos vamos

a las Islas Navideñas,

huyamos  

de la oscuridad y del frío

sobornemos el Sol

que siempre  

nos amenaza

con el mordisco dorado?

 

Amor,

dibuja para mí

esas islas,

siémbralas las en el mar,

con amplio y

azulado gesto,    

para que germinen

como el corazón en el lápiz,

como el verde

en el iris

de Santa Lucía.

 

CITAS

(Citati)

 

 Desde ahora

sólo buscaré citas,

dicen: ya todo está dicho,

sólo hay que encontrar

quién, cuándo y dónde

dijo aquello

que justo ahora pensamos,

que sentimos,

que tememos,

que desearíamos;

sólo hay que ponerse

en los zapatos ajenos,

escarbar la billetera ajena,

utilizar

fotografías felices 

de alguien

en luna de miel

o de la fiesta de cumpleaños,

del bautizo, de la Confirmación,

de la extremaunción.

 

La muerte en verdad

es el fenómeno más democrático

de la vida.

Ni la tierra es exigente,

y los árboles nos buscarán

con sus raíces,

nos abrazarán generosamente

en nuestro camino

hacia la luz.       

 

      

LOS PASAJEROS Y EL TIEMPO

(Prolaznici i vrijeme)

 

Por fin,

nuestros pasos

irán al aire.

El cielo se transformó

en una simple cabeza de col

y amenaza con regarnos de

grandes grumos de clorofila.

Y oyes a los transeúntes

como se quejan:

de dolor de cabeza,

 alergia, ambrosia

y del tiempo.

Caminan abrumados

y con las cejas fruncidas,

afligidos por el tiempo,

como si el color gris y la lluvia

fueran lo que los enajenara.

Como si el tiempo fuera

un gran frasco  

que hay que llenar

con trivialidades fermentadas,

con las páginas y recortes arrancados,

de souvenirs baratos

que entonces guardan

al menos el recuerdo

de aromas, sabores, colores.

Mira, aquí estamos nosotros:

chiquitos y arrugados,

pálidos en el daguerrotipo

de nuestra realidad pasada,

homúnculos

que mueven las manos

frente a la furiosa locomotora,

caen del ardiente Zeppelin,

flotan por el mar helado

agarrándolo todo,

y hasta la más pequeña ocasión

para hacer

el corte de salvación.   

 

DINERO SUELTO

(Sitniš)

 

El Sol cada vez más económicamente 

echa las monedas,

por ese dinero suelto

nadie se inclinaría

en la calle,

eso no es importante, dicen,

cambiaremos el día

por la ganancia en las casas de juego,

y el canto matutino de la alondra;

por el bono – regalo del lavado del auto,

construiremos

un puente firme

a través del río Estigia

y el viaducto

a través de la inexplorada entrada

a Hades,

ahora ya estamos muy cerca

a Marte,

en nuestras pompas

de jabón,

en nuestras alas

de cera.

      

CASA DE VERANO

(Ljetnikovac)

 

Cuando nos vayamos,

las nubes llenarán la casa.

En algún lugar, sin descanso,

al tacto 

golpearán los postigos,

erizados

como alas de pavo.

La luz se adelgazara

hasta ser una línea

sobre el alta mar.

Iremos hacia ella

descuidados como chivos.

Nuestra vasija para la leche,

copa, taza de té,

quedarán volcadas

sobre la mesa.

En el umbral, la gata, confusa,

guiñe,

borracha

por la pesadez de la incertidumbre.

 

De la antología poética Kasno (Tarde)

 

Traducción: Željka Lovrenčić    

 

***

Ružica Cindori nació en Ludbreg en el año 1961. Se graduó en literatura comparada y filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de Zagreb y luego cursó postgrado de informática, rama bibliotecología.

Publica poemas, artículos y reseñas en numerosas revistas y anuarios – Quorum, Republika, Forum (Foro), Književna Rijeka (La Rijeka Literaria), Podravski zbornik (Anuario de Podravina), Croatian Government Bulletin, Kontura (Contorno) y por La radio de Zagreb. Por mucho tiempo trabajaba como bibliotecaria y ahora es secretaria de la Sociedad de Escritores Croatas.

Ha publicado las siguientes antologías poéticas: Lomače zelenila (Las hogueras del verde, 1984), Rez, nezacijeljen (Corte no cicatrizado 1989), Krugovi. Udaljenost. (Círculos. Distancia.,1997), Ludbreški listopad (Octubre de Ludbreg, 2002), Strpljivost (Paciencia, 2006) Grad, šuma, otok (Ciudad, bosque, isla, 2006), Pamučno zvono (Campana de algodón, 2011), Kasno (Tarde, 2011).

En el festival poético “El abrazo eslavo” en Varna (Bulgaria), en 2010 recibió el premio “La  pluma de plata voladora por “creación total  para contribuir a la comprensión entre los eslavos”.

Sus poemas  han sido traducidos a varios idiomas – inglés, francés, español, ruso, macedonio, búlgaro. Ž.L.