Por Diego Muñoz Valenzuela / Letras de Chile

En tiempos turbulentos como los que vivimos, con terribles guerras en ejecución y las consecuentes víctimas civiles inocentes, los afanes totalitarios de los dictadores y los mandatarios autoritarios (que poco o nada se diferencian entre ellos) y los múltiples conflictos que emanan de la guerra comercial desatada por Donald Trump -que tendrán indudables impactos negativos en la calidad de vida de los ciudadanos de todo el mundo- la lectura de “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad viene a recordarnos que la oscuridad es parte esencial de nuestra naturaleza.

De alguna manera, esta novela -obra maestra de Conrad- narra un viaje que nos confronta de manera directa, sin concesiones, a la bestialidad humana, ejercida por las potencias coloniales en las profundidades del África, saqueada hasta la extinción de sus riquezas, donde destaca el codiciado marfil.

Marlow, marino de experiencia, contratado como capitán por una compañía belga, se lanza en una aventura fluvial en el Congo para encontrar a un personaje mítico, el agente comercial Kurtz, que ha instaurado un régimen de terror en la lejanía de la selva. Kurtz constituye el núcleo de la novela, por su fascinante personalidad. Kurtz ha terminado devorado por el salvajismo de la selva; ha sucumbido a los instintos más primitivos, liberando demonios que no tienen forma de ser contenidos y se desatan con funestas y terribles consecuencias.

El viaje de Marlow es un viaje de autoconocimiento, que pone a prueba todas las dimensiones del alma humana en el escenario de la brutalidad ilimitada del colonialismo, cuya codicia no reconoce límites. Es una ardua exploración de la sicología humana y de los efectos de la corrupción y el ejercicio desmedido del poder. El ilimitado ejercicio del racismo se aprecia en la vertiginosa y profunda prosa de Conrad, donde imperan la ambigüedad, el simbolismo que se convierten en útiles herramientas para explorar los límites de la condición humana en condiciones de extrema violencia. No hay moralejas en la historia ni menos aún mensajes de esperanza, es una ficción ambigua, compleja, difícil de dilucidar, un auténtico y descarnado descenso a las más profundas tinieblas del espíritu humano. La supuesta misión civilizadora europea revela sus verdaderos y más siniestros ángulos y facetas.

La prosa de Conrad es densa, alucinante, evocadora, poética, muy marcada por el delirio de la selva africana, febril, violenta, brutal, sangrienta. Nos presenta una visión de aquellas cosas que no quisiéramos ver jamás. Fue publicada en 1899, en los albores del siglo XX, en el cual ejerció una influencia notable en las transformaciones de la narrativa.

“El corazón de las tinieblas” fue inspiración para Francis Ford Coppola en “Apocalypse Now”, una de las películas emblemáticas acerca de la guerra de Vietnam, también ácida crítica moral de las aventuras imperialistas que acercan a la humanidad a los límites del infierno más horripilante.

Cito la página 27 de la novela: “Eran conquistadores, y para eso no se necesita más que fuerza bruta; nada de lo que se pueda uno jactar, cuando la tiene, pues la fuerza es solo un accidente que resulta de la debilidad ajena. Cogías lo que podían coger solo porque podían cogerlo. Aquello no era más que robo con violencia, asesinatos con agravantes cometidos a gran escala, y los hombres entregándose ciegamente a ello, como suele suceder con quien se enfrenta a una oscuridad. La conquista de la tierra, que en realidad significa arrebatársela a los que tienen otro color de piel o narices más chatas que las nuestras, no es algo muy bello si uno lo mira de cerca”.

Esta alucinante novela nos pone en el centro la parte más oscura de nuestra humanidad: el consabido horror desatado por la conquista violenta, el despojo de las riquezas materiales, la violación flagrante de los derechos humanos, el ejercicio masivo del racismo y la ejecución de crímenes de estado. En más de un siglo, constatamos que no ha habido cambios significativos.

“El corazón de las tinieblas”, novela, Joseph Conrad, Alfaguara, 2024, Barcelona, 165 pp.

El corazón de las tinieblas
El corazón de las tinieblas