Por Aníbal Ricci
(Novela de Patricio Palacios del Villar)
Hay personas que nacen con una buena estrella, es un dicho popular, aunque para acceder a ese camino que lleva a ese destino prometedor, el afortunado debe tomar decisiones y eso no tiene que ver con la suerte ni con la astrología, más bien con la entereza para afrontar las buenas y malas experiencias para ir avanzando a un escenario que permita crecer como ser humano.
El protagonista de este viaje es Luis Patricio, que firma la novela como Patricio, ha tomado su primer nombre para narrar su trayectoria adolescente. Ya en el prólogo su hijo lo describe como una persona entrañable y en la dedicatoria el autor destaca el apoyo y amor de su familia.
No se trata de una buena estrella, sino de una persona que recibió afecto y amor por parte de su madre y del abuelo que lo aconseja antes del viaje.
El libro conforma un tipo de literatura que contrasta con los personajes Henry Chinaski y Dean Moriarty de generaciones anteriores. Chinasky es el alter ego de Charles Bukowski y Moriarty corresponde al alter ego de Neal Cassady retratado en la novela beat “En el camino” de Jack Kerouac.
Chinaski y Moriarty representan una crítica al sueño americano, híper realista, provienen de familias maltratadoras, de infancias y adolescencias en respuesta al mundo despiadado, uno donde no hay contactos ni gente que ayude a forjar una vida, uno donde el alcohol y los excesos son una forma de capear el tiempo y la mala estrella heredada de sus familias de clase baja.
En esos escenarios el futuro parecerá una nube oscura y pasar hambre entre empleos precarios la tónica de la existencia. Corresponde a un realismo sucio donde la toma de decisiones siempre se hace a partir de la precariedad, estos personajes no conocen un mundo mejor y las elecciones siempre llevarán a caminos inciertos.
En las antípodas de esa literatura se inscribe “Una carpa, una vela y una estrella”. Luis es un personaje rebelde, inconforme, lo hace un tipo interesante, aunque proviene de una familia de recursos económicos y ha recibido una buena educación, en esa época pocos latinoamericanos manejaban el inglés a temprana edad y eso proporcionaba muchas oportunidades.
La memoria de Luis es aguda, sus viajes por el sur de Chile y en el periplo por Europa son detallados y las aventuras no son precisamente lugares exóticos, sino destinos que están en el imaginario colectivo.
Se trata de una aventura por lugares turísticos premunido de una carpa y las ganas de comerse el mundo. Siempre existirá una reserva de dinero y cuando escasea se pasa hambre, pero no es el hambre de Bukowski o Kerouac, nunca Luis está luchando por su vida. Posee el amor prodigado por su familia como escudo y siempre encontrará a alguien conocido en el trayecto, alguien le habrá recomendado un mejor lugar.
Luis es un alma noble, sin resentimientos detrás, confronta a la gente en forma genuina y es capaz de convivir de buena forma con los marineros del barco que lo llevará a Europa. Toma decisiones lúcidas en los momentos cruciales y tiene un sentido del honor no tan común entre gente acomodada.
Es un sujeto querible que se abre paso a través de lo que encuentra en el viaje. Experimentará aventuras, se enamorará, conocerá amigos entrañables, siempre buscando una lección en los proyectos que emprende, vivir siempre tendrá un objetivo, incluso un ámbito espiritual, que lo hará crecer como persona y lo transformará a futuro en un gran padre.
Sus experiencias las afronta desde la humildad, toda persona le merece respeto incluso aquellos que obran contra él. Es interesante el tercer capítulo, “Señor Lacoste”, un huésped de un hotel de lujo, un millonario solitario que encierra algo de sabiduría, pero que ha sido un déspota en la vida. Siente desprecio por los demás, Luis se muestra amable y él lo incita a una labor extralimitada, cortarle el pelo, que resulta en un desastre y el hombre acaudalado no duda en solicitar su despido, no sin antes ofrecer su dolor, su incapacidad de abrir el corazón a los demás.
En todos los lugares demostrará su humanidad, por lo que no es extraño que encuentre hermandad, camaradería, incluso amor. Se hará respetar ante el resto y tendrá los primeros enfrentamientos frente la muerte. En el viaje no todo es de dulce, el ver partir a un amigo lo marcará para siempre. En el trayecto de vuelta los marineros reconocen su valía e incluso ofrecerán pagarle el pasaje. Viaja de polizonte, pero su humanidad lo salvará y le permitirá volver al seno familiar.
Disfrutamos esta novela de formación donde un adolescente se enfrenta con escollos y saldrá airoso. Un libro entretenido donde el protagonista retornará más sabio al volver a Chile. Una impronta luminosa tiñe estas páginas, la actitud de Luis ante la vida refleja su origen, esa familia que le inculcó una moral para enfrentar el futuro.
Al lector le hace sentido el viaje, ese recorrido que a veces es más importante que la meta. El protagonista nos invita a encontrarle un sentido a la vida y sin darse cuenta constituye un legado a su descendencia, definitivamente la novela nos habla de la importancia de la familia dentro de la sociedad.

Me gustó el relato detrás de lo leído invitando al lector a ser parte del mismo por parte de la…