El 17 de marzo del presente año falleció el doctor Henry González Martínez, quien dedicó gran parte de su carrera académica al estudio, antología y fomento de la minificción latinoamericana.
González Martínez nació en Bogotá, Colombia, y obtuvo una Licenciatura de Español y Literatura en la Universidad Pedagógica Nacional y una Maestría en Literatura Hispanoamericana en el Seminario Andrés Bello del Instituto Caro y Cuervo, en su país de origen. Posteriormente, se diplomó como Profesor e Investigador en Lengua y Literatura Españolas en el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid y realizó un doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), obteniendo el título de Doctor en Literatura Iberoamericana.
Se desempeñó como profesor e investigador en literatura en la Universidad Pedagógica Nacional. Publicó artículos en diversas revistas de México, Canadá, España, Centroamérica y Colombia sobre, principalmente, Teoría Literaria, Didáctica de la Literatura y Literatura Española e Hispanoamericana. Durante años fue coordinador del Grupo de Investigación en Hipermedia, Minificción, Literatura y Lenguaje (HIMINI).
Dedicado, en gran medida, al estudio y promoción de la minificción, a su impulso se debe la creación, en el 2000, de la colección La Avellana, la primera serie de antologías académicas de este género, fruto de un convenio entre la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia y la UNAM. Desde esa colección se materializaron cuatro antologías: La minificción en Colombia. Antología (2002); La minificción en México: 50 textos breves (2002); La minificción en Panamá. Breve antología del cuento breve en Panamá (2003), y La minificción en Venezuela. Breve antología del cuento breve en Venezuela (2004).
Fue organizador, junto a Guillermo Bustamante Zamudio, del IV Congreso Internacional de Minificción, con sede en Colombia, el año 2010. Mantuvo contacto con destacados teóricos de la microficción latinoamericana, tales como Francisca Noguerol, Lauro Zavala, Violeta Rojo y Juan Armando Epple.
“En el mundo actual, caracterizado en gran medida por la especularización de la vacuidad, por los índices de rating y la caja registradora, la circulación de valores culturales entre naciones, que revindiquen la ética o el humanismo, se hace cada vez más distante y puede llegar a considerarse extraña y hasta incongruente. Más aún cuando se trata de creaciones literarias, que como el minicuento, no gozan de amplios círculos de lectores, aunque su perspectiva actual sea la de ir ganando cada vez más auditores (creadores, lectores, críticos, antologistas) en muchos países, especialmente los latinoamericanos”, escribía González Martínez en la presentación de La Minificción en Colombia, lo cual sintetiza el espíritu que significó su trayectoria en investigación y difusión de este género.
Cualquier parecido con la realidad sólo coincidencia.