Por Diego Muñoz Valenzuela
Hotel Chile (título que hace referencia al lugar donde nació) es un libro que se lee con atención y vivo interés, gracias a la pluma de Luis Sepúlveda y al admirable trabajo de edición de Daniel Mordzinski, el fotógrafo de los escritores y gran amigo del autor. A tres años de la muerte de nuestro gran escritor nacional, este libro nos permite indagar en zonas desconocidas, íntimas, no siempre a la vista de los lectores de sus obras, ni expuestas en las notas de prensa. A través de las páginas de Hotel Chile vamos conociendo poco a poco a su familia y amigos más cercanos, sus orígenes, su manera tan sencilla, sincera y profunda de abordar la vida, sin hacer el quite a las mayores complejidades ni los riesgos que esta nos va ofreciendo. Las imágenes capturadas por Mordzinski capturan momentos entrañables y trascendentes y complementan la selección de textos hecha por él.
La vida de Sepúlveda, siempre aventurera, en busca de los límites para transgredirlos, nos pasea por diversos rincones del mundo, partiendo por la propia patria extrañada en el exilio (y su vida antes y después de éste): el profundo sur de Chile (Chiloé, Patagonia, Tierra del Fuego), nuestro sur cercano, más central y autóctono que tanto revela nuestra naturaleza profunda de chilenos, el Norte Chico. Luego sus periplos por Europa, donde lo llevó el exilio: Alemania, Francia, España, su adorada Gijón en Asturias, frente el Mar Cantábrico, donde vivió con alegría e intensidad.
Esta cercanía entre escritor y fotógrafo permitió una amistad y colaboración extraordinariamente hondas e inusuales. Tal condición permitió que este libro pudiera ser compilado, integrando textos e imágenes de diversas procedencias en un collage que permite conocer la singular personalidad de uno de nuestros escritores de mayor éxito internacional. Recorriendo sus páginas podemos asimilar su historia y entender la raíz de su intenso compromiso social y político, aquel que mantuvo desde su juventud más temprana hasta su prematura muerte, por causa de la pandemia asoladora de la humanidad. Deseó con pasión un mundo mejor, más solidario y fraterno, más justo, y no escatimó esfuerzos para contribuir desde la literatura y la lucha social. Eso se grafica con sus propias palabras: “nuestros sueños, que son el ejercicio del deber ineludible de soñar, siguen vivos, fuertes e invictos”.
El prólogo de Daniel Mordzinski es un agudo retrato de Luis Sepúlveda, pintado desde una proximidad privilegiada que mantuvieron por tres décadas de amistad entrañable. En estas palabras se revela la combinación de amor y dolor que Sepúlveda experimentó hacia su patria, escenario de tormentos sin nombre y heroísmos extraordinarios, ingratitudes imposibles de justificar y lealtades inclaudicables.
En el prólogo, así como en la selección de textos que conforma el volumen, se adquiere una visión privilegiada de sus afectos, sus hijos, su pareja, la poeta Carmen Yáñez, sus seis hijos, y amistades fuertes como aquellas con Víctor Hugo de la Fuente, Mempo Giardinelli, José Miguel Fajardo. Este recorrido se complementa, por ejemplo, con un pescador patagónico parco en palabras, aunque pródigo en afectos, un faquir capaz de masticar vidrio y hojas de afeitar, descendientes directos de pistoleros del oeste afincados en la Patagonia. Y una notable y estrambótica galería de personajes que nos acercan a la auténtica humanidad.
Luis Sepúlveda (Ovalle, 1949; Oviedo, 2020) es un autor que se hizo conocido mundialmente con la novela Un viejo que leía novelas de amor, escrita en 1988, éxito extraordinario que implicó su traducción a 60 idiomas y 18 millones de ejemplares vendidos, un registro por cierto sorprendente, cuya clave es la trama que atrapa al lector y una escritura atractiva que pone acento en lo curioso y extraordinario. Sus obras posteriores, como las novelas La sombra de lo que fuimos, Nombre de torero, Diario de un killer sentimental, demuestran su amplio oficio narrativo capaz de cautivar a legiones de lectores.
Señala Daniel Mordzinski señala en su prólogo: «Hotel Chile nace de mi necesidad de ponerle punto final a este duelo, y es un puente transversal entre literatura y fotografía, son flashes de una ‘foto-biografía’ que incluye textos de Luis, que dialogan con mis fotografías; un tándem que nos permite asomarnos a los lugares que tuvieron especial sentido en la vida del escritor, desde las ciudades de su infancia y juventud hasta aquella última en la que residió hasta su muerte, descubrir las anotaciones de sus sueños y la evocación íntima de sus afectos familiares, acompañarlo en su pasión por el viaje y por la historia de los perdedores. Muchas de estas imágenes sirvieron de marco a algunos de sus relatos más famosos y nos acercan a un Lucho que es muchos ‘Luchos’: el narrador, el cineasta, el poeta, el combatiente, el padre, el compañero, el amigo».
Hotel Chile, un libro de indudable interés para acercarse a un autor que supo capturar a millones de lecturas con sus historias humanas, mágicas, donde se combinan las esperanzas, los sueños, la muerte, el dolor, el amor y la felicidad, las grandes materias primas de la buena literatura.
Hotel Chile, Luis Sepúlveda, fotografías y edición Daniel Mordzinski, Tusquets Editores, España 2022, 214 pp.
Diego Muñoz Valenzuela
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…