Crónica literaria de Eddie Morales Piña

La figura histórica de la mística alemana del siglo XII, Hildegarda de Bingen concita el interés cada día. Recientemente hemos concluido la lectura de una novela en torno a esta personalidad subyugante de los siglos medievales. Hace algunos años le dedicamos un artículo académico a Hildegarda en el contexto de las monjas de la época medieval, lo que iba en conexión con la lectura de textos historiográficos de destacados estudiosos que indagaban en ella, así como también en Matilde Magdeburgo, Beatriz de Nazaret, Hadewijch de Amberes, Margarita Porete, entre otras. El libro recién leído es una novela histórica de Anne Lise Marstrand-Jorgensen, escritora nacida en Dinamarca en 1971.

La novela se titula, simplemente, Hildegarda y está dividida en tres partes que aglutinan los segmentos de años en que vivió la mística de acuerdo con los espacios físicos en que se desenvolvió su vida: Bermersheim y Disibodenberg. Como lo dijimos recién es una novela histórica, en consecuencia, en el relato se aúnan los datos que recoge la historiografía en relación a la monja alemana y aquellos que corresponden a lo que Vargas Llosa denominó el elemento añadido, es decir, lo que le da el carácter ficcional al texto.

La trama de la novela abarca desde la infancia de Hildegarda hasta el momento en que el Papa Eugenio III en el sínodo de Tréveris -y por intercesión de San Bernardo de Claraval- declara que ella es una visionaria y que es Dios quien le habla. Efectivamente, el relato de casi quinientas páginas va desenvolviendo pausadamente la trayectoria vital de Hildegarda desde su más tierna infancia. Nacida frágil y enferma, muchos pensaban que no sobreviviría. La constitución enfermiza de Hildegarda la acompañará durante toda su vida, pero siempre saldrá airosa.

Las famosas visiones de la mística comenzaron a temprana edad y las mantendrá en el tiempo. En una época en que era fácil de que fueran tomadas como manifestaciones alejadas de la religiosidad -derechamente, posesiones de espíritus malignos-, el caso de Hildegarda es sorprendente. A los diez años la recluyeron en un convento del que no saldrá más. La novela va desenvolviendo los distintos avatares de su familia – una familia de la nobleza local del Palatinado- hasta que es ingresada al convento. En este contexto aparecen figuras históricas que tendrán un papel primordial en su vida como la monja Jutta de Spanheim, quien la educará de acuerdo a lo cánones de la época. Por otra parte, en el convento conocerá al monje Volmar, quien será también su formador, especialmente en lo relativo a la biología y a la medicina natural, y quien se transformará en secretario suyo. Todo esto que la historiografía ha investigado y desarrollado en textos eruditos, Marstrand-Jorgensen le da la tonalidad literaria mediante una configuración de la trama interesante.

La novela tiene un narrador omnisciente que guía al lector/a por la historia de la monja -hoy, una santa de la Iglesia- donde se va mostrando la personalidad de Hildegarda, quien también desafió a la jerarquía y hasta el emperador Barbarroja. Hildegarda se nos muestra como un personaje femenino de muchas facetas: poeta, compositora, estudiosa de la medicina natural, y de la corporalidad femenina. Además, inventó la cerveza. Pero, sin duda, que se resalta en la novela por lo que ha sido revalidada: su condición de mística y visionaria. La visión de la Luz tan intensa que la acompañó desde niña hasta el final de los días terrenos no era más que la Luz del Señor que la tenía predestinada a culminar como abadesa y a fundar una orden de religiosas vestidas de blanco y sin velo.

“Fue no sólo inteligente, sino astuta y manipuladora cuando le convino -escribe Ángeles Caso-. Y al igual que otras muchas mujeres a lo largo de la historia, disimuló su talento y sabiduría detrás de un discurso aplacador de las posibles iras masculinas”. En definitiva, un relato que no dejará a nadie indiferente. Una novela histórica sobresaliente sobre la Sibila del Rin, como la llamaron en el medioevo sus muchos seguidores.

(Anne Lise Marstrand-Jorgensen: Hildegarda. Lumen. 2022. 485 pág.).