Para quienes asistimos a la presentación del libro de Miguel Lawner, Con Allende en la memoria. Crónicas del cincuentenario (LOM, abril 2025) fue inesperado, conmovedor y bello cuando dos hombres nos entregaron con gran cariño y solemnidad un muy especial presente: una carta en la que contaban su historia y un cartucho de papel con un pan amasado de verdad.
Aquí podrán leer la carta -parte de nuestra memoria- y lo que Miguel Lawner escribió al día siguiente, para reconocer este acto simbólico y tan significativo.
Santiago, martes 20 de mayo de 2025
Amigos y compañeros/as:
Esta es nuestra historia que venimos a contar.
Vamos a hablar de los pobres de aquellos tiempos que habitábamos en Las Condes, hoy también Vitacura y Lo Barnechea.
Estábamos instalados, los más, en las dos orillas del Mapocho. El Ejemplo, El Esfuerzo, Villa El Trabajo, Puente Nuevo, Quinchamalí y otros más arriba.
Paralelamente a lo que hoy es Avenida Kennedy estuvo la combativa población La Pechuga.
Alrededor del ex fundo también vivieron otros nuestros, chacras Rosa Elena y San Félix.
En el año 1967, setecientas familias también viniendo de diversos sectores llegaron a casas definitivas, hoy Colón Oriente, Gobierno de Eduardo Frei Montalva.
Y fue ahí donde comenzó otro capítulo de nuestra historia. Decenas de hijos, retoños de Colón Oriente dieron origen al comité Patria Nueva.
La historia que sigue ya la hemos contado otras veces, pero hay otros aspectos que nunca los hemos mencionado. Contar, por ejemplo, que la toma de terrenos del 2 de septiembre de 1970 y que estaba en los cerros fue trasladada a un campamento de tránsito al interior del ex fundo San Luis, al lado de los departamentos que ya se estaban construyendo, y fue justamente para cuidar esas viviendas.
Ya a mediados de los años 70 estábamos listos para cambiarnos.
Cumplimos entonces la honrosa función de ser parte de la Comisión de asignaciones de CORHABIT Oriente; no fue tarea fácil. Ramón Luco F., alcalde de derecha, cumpliendo instrucciones del poder económico y las fuerzas militares se negó a la recepción de la enorme y significativa obra del compañero Allende.
A todo esto, ya habíamos conocido a mucha gente de la CORMU, a los arquitectos de las empresas constructoras, sabíamos del celo de los compañeros para llevar a buen éxito la concretización de la hermosa obra del presidente y su ministro de Vivienda y el recordado Carlos Cortés (1).
Pero se vino la noche negra y centenares fuimos desalojados; dos de nuestros dos jóvenes dirigentes fueron ejecutados políticos: Drago Gojanovic y Jorge Orrego, QEPD.
Hoy han pasado muchos años, querido compañero Miguel, lejanos están aquellos tiempos en que nos conocimos; éramos los jóvenes de las camisas amaranto, grises, verdes, etc. Todos seguíamos tus instrucciones y por supuesto, por mi parte, tu consejo partidario.
Hoy te queremos agradecer que gracias también a ti, pronto tendremos un museo.
Un museo que seguramente en algún rincón tendrá múltiples trozos cerámicos donde estarán esculpidos los nombres de las familias que un día vieron tus sueños truncados.
Para terminar, querido Miguel Lawner, los que aún estamos vivos y porfiados, te deseamos muchos años más de vida.
Jorge Rojas Garrido, ex Presidente comité Patria Nueva y demandante causa San Luis.
(1) Carlos Cortés Díaz, Taltal, 1923 – 1971, obrero, dirigente sindical de la construcción y la minería, militante del Partido Socialista, ministro de Vivienda y Urbanismo entre 1970 y 1971, en el gobierno de la Unidad Popular presidido por Salvador Allende Gossens. Junto con su equipo, encabezó el primer Programa de Vivienda del gobierno.
EL REPARTIDOR DEL PAN AMASADO
Por Miguel Lawner… el obstinado
21 de mayo de 2025
Durante el lanzamiento de mi libro CON ALLENDE EN LA MEMORIA, evento efectuado ayer en el GAM, hubo una persona que estuvo repartiendo un tierno pan amasado, confeccionado por él mismo.
Cometí el error de no identificarlo públicamente, contando su historia durante el acto. Reparo esta omisión con el presente texto. Se trata de Jorge Rojas Garrido, quien es una de las personas desalojadas de la Villa San Luis el año 1975.
Cuando asumimos la responsabilidad como director ejecutivo de la CORMU durante el gobierno de Allende, una de nuestras prioridades fue destinar un sector del fundo San Luis, enorme extensión de terreno expropiada por la CORMU durante el gobierno del presidente Frei Montalva, a las familias sin casa instaladas en diferentes campamentos situados en dicha comuna. La familia de Jorge fue una de las beneficiadas.
Por otra parte, cuando el Parlamento chileno confirmó la victoria de Allende el 24 de noviembre de 1970, es decir, antes de asumir el mando, el ministro de la Vivienda del presidente Frei Montalva, entregó las llaves de 1.500 departamentos y viviendas terminadas, pero aún no asignadas en Santiago, además de los 5.000 sitios del fundo La Bandera, destinado a una Operación Sitio, que los entregó simplemente tizados sin ninguna obra de infraestructura realizada. Es lo que el pueblo bautizó como Operación Tiza.
Se trató de una enorme provocación, a fin de heredar al gobierno de Allende hechos consumados de magnitud colosal, forzándolo a iniciar su mandato en el marco de enormes acciones represivas.[1]
Allende se negó a ordenar el lanzamiento de quienes habían usurpado el derecho de las familias que habían postulado legalmente a una vivienda y recorrió personalmente dichos conjuntos habitacionales intentando su devolución. Logró la entrega de un pequeño número, pero la mayoría terminó consumando un delito que, con los años, se legitimó legalmente.
Teniendo presente esta situación, el gobierno de la Unidad Popular decidió dar comienzo a una experiencia inédita hasta entonces en las políticas habitacionales: preasignar todo nuestro programa habitacional desde sus inicios, a fin de que los mismos pobladores beneficiados, fueran los mejores defensores de sus futuras viviendas. Así es como cada grupo habitacional iniciado, se complementó con lo que llamamos un campamento en tránsito, instalado adyacente a las obras en ejecución, destinado a alojar a algunas de las futuras familias asignadas, quienes contribuían durante los fines de semana -además- a efectuar diversas labores de limpieza o acopio de materiales.
Jorge Rojas, el panadero de anoche, fue uno de quienes vivió esta experiencia en el fundo San Luis, de manera que desde un comienzo, estuvo totalmente familiarizado con los detalles constructivos y las características de los diferentes tipos de departamentos.
Cuando entregamos los primeros departamentos en marzo de 1972, Jorge fue un personaje fundamental contribuyendo con un buen número de asistentes sociales a ilustrar a los nuevos propietarios en el uso de los flamantes departamentos. Desconocían el uso y destino de un cálifont, los artefactos sanitarios, los tableros de luz y medidores de agua. Pero la mayor novedad, fueron los closets. Hasta entonces, el hábito era mantener todos sus enseres o vestuario, en unos cajones de azúcar desocupados. En esos años, la fábrica de azúcar CRAV,[2] los producía en un tamaño capaz de contener 30 kilos de azúcar granulada.
Comprenderán que la novedad fue mayúscula para la gran mayoría de los nuevos asignatarios.
Habíamos encendido una fogata, que consumía parte de los enseres desechados por los nuevos propietarios. De pronto, descendió desde los nuevos departamentos, una persona portando los mentados cajones desocupados y los arrojó en la fogata. Pronto comenzaron a bajar otros y otros, imitando la acción ya referida. Algunos lo hacían con furia, como queriendo poner fin a la vida de mierda que había tenido hasta entonces. Se armó una hoguera gigantesca, iluminando el hermoso crepúsculo generado a esas horas.
Anita, mi esposa, que nos había acompañado todo el día, y yo, no pudimos evitar las lágrimas al presenciar el final de un día tan hermoso como trascendental en la vida de muchas familias humildes.
He guardado toda la vida un recuerdo imborrable de ese histórico día, en el cual nuestro querido y abnegado Jorge Rojas, que ayer cocinó un canasto de tiernos panes amasados, para distribuir entre los asistentes al lanzamiento de nuestro libro, fue un protagonista fundamental.
[1] Cuando veo hoy día al Partido Demócrata Cristiano rehusando integrar coaliciones postulando al Parlamento, junto con el Partido Comunista, le recuerdo que jamás en la historia de Chile, el PC ha cometido una solo acción tan deshonesta, como las que acabo de describir. ¡Jamás!
[2] CRAV, Compañía Refinadora de Azúcar de Valparaíso, enorme fábrica situada en el corazón de Viña del Mar, que prácticamente abastecía a todo el país.
A propósito de la pregunta. De la Voz de Maipú: https://lavozdemaipu.cl/jose-baroja-escritor-maipucino-en-mexico/