Por Omar López

Hoy amaneció nublado y se anuncian inminentes lluvias más o menos intensas, según los sectores de nuestra capital: una primavera dubitativa sin lugar a dudas; algo indecisa en pintar sus habituales encantos y extender sus perfumes de seducción adolescente. Sin embargo, en la tarde de ayer participamos de un acto que, podría interpretarse casi como un “acto suicida” en estos frenéticos tiempos de rentabilidad inmediata y costo emocional garantizado: proyectamos, trabajamos y realizamos exitosamente el lanzamiento de un libro de poesía de nuestro Taller Botella al Mar.

Fue de todas maneras, un encuentro de abrazos, cariño latente y respeto por los poetas y los músicos que, alternaban versos y melodías. Gente buena, gente sana y que , a pesar de vivir en medio de un mundo contaminado de urgencias y peligros ocultos , ( donde la desconfianza y el miedo se está convirtiendo en una moneda de cambio) sabe que la vida tiene todavía una opción de reconstruirse cada día y que es bueno de pronto atender a los creadores en cualquiera de sus disciplinas o géneros de expresión. Estamos felices de escribir como un ejercicio de respiración continua; libres de dobles intenciones o afanes vanidosos que se pierden en su neblina. Sentir que llegan los amigos poetas y están ahí acompañando nuestro empeño; ver a nuestros talentosos canta autores ( Eduardo Yáñez y Javier Luis Reyes) compartiendo sus temas con la simpatía innata de los mejores; contemplar a todos y cada uno de los protagonistas de este cálido y emotivo encuentro nos deja una sensación de tranquila felicidad.

Nuestro presentador, el distinguido poeta, cronista y escritor Edmundo Moure, nos regaló una clase magistral del oficio de… escribir y “del decir”; del empleo de la palabra en su máxima eficacia para captar la atención del público e informar de sus impresiones respecto a nuestra publicación. Grande Edmundo, en calidad humana y en su benevolente apreciación de los textos. También el saludo del Presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), David Hevia y el contenido de un discurso objetivo y claro para describir la realidad del libro y las serias deficiencias en políticas culturales que enfrentamos, nos insta a trabajar con una mayor visión de unidad y proyectos que estimule un rol activo de los poetas y los escritores en nuestro país.

Un dato revelador: De los 30 ejemplares que llevamos para la venta, solo se vendieron 2. Esto, que en cualquier caso se pudiera rotular como un fracaso parecido al del 04 de septiembre, no nos inquieta pero es tan lamentable como el otro resultado. Detalle tragicómico: Nuestro equipo de ventas compuesto por Paola y Patricio, tenía en la mesa un sello con una atractiva lectura…”Se aceptan tarjetas”…( Débito y otras) y en realidad debiéramos haberle agregado: “…Y también disculpas”. Agradecidos de ellos, por la paciencia y estar ahí, esperando a eventuales interesados. Y nuestro querido y antiguo amigo Ignacio Reyes, diagramador y diseñador de la portada de “CAMINAR POR EL VIENTO” a propósito de lo mismo, también fue cáustico y cómico al exclamar: Bueno, mejor entenderlo como que LA POESÍA NO SE VENDE, cambiándolo a un sentido de consiga rebelde y política.

En fin, nunca hemos sido graves en estas materias y hoy, menos que nunca: seguiremos inmersos en esta Botella marítima que, como toda botella lanzada al mar puede llegar a zonas, puertos o playas insospechadas…o puede ser arrojada contra arrecifes en cualquier noche de tormenta y su contenido, humano y escrito se disolverá en la oscuridad de los tiempos. Todavía así, nuestros poemas y versos seguirán apareciendo en nuestra sensibilidad y en el cotidiano afán de crecer como lo está haciendo en este instante un pollito de cualquier lugar del planeta o surgirán desde la mirada de un ser humano que también ahora, está buscando urgente refugio bajo un bombardeo, en el mismo planeta y la misma hora.

Un abrazo desde esta diario para todos los que ayer estaban , incluso para los que no pudieron estar y nuestro cariño y admiración a Melania Tello; Edith Contador; Aminta Ximena Rojas; Paola Carrasco; José Luis Reveco; Javier Luis Reyes; Guillermo Dávalos y Patricio Rebolledo. Nuestra gratitud por supuesto; para los invitados especiales: Reinaldo Lacámara ( ex Presidente SECH ); David Hevia, actual Presidente; Samuel Leal, Director Revista de Poesía NUBE CÓNICA , extensivo además para Eugenio Dávalos que por razones de salud , no pudo asistir. Y debemos destacar también la calidad y el trabajo de Antonia Cabezas y su esposo Luis además de su equipo en la puesta en escena, o mejor dicho, en la mesa de un excelente cóctel y en otros servicios de asesoría logística para que nuestro acto, fuera pleno. Y… así fue, como diría el candoroso Juan Gabriel.

¡Viva Botella al Mar y salgamos a …CAMINAR POR EL VIENTO.!!

Omar López
Puente Alto, noviembre 11 de 2022.