Georgina Ramírez nació en Caracas Venezuela en el año 1972 y reside en Santiago de Chile. Creadora y directora del movimiento cultural LA PARADA POÉTICA.

Sus poemas han sido publicados en las antologías poéticas: El Ojo Errante (Venezuela); La Mujer Rota (México); La voz de la ciudad (Venezuela); Miradas y palabras sobre Caracas, para bien o para mal (Venezuela); Arte Poética (Argentina); 102 Poetas Jamming (Venezuela); Cien mujeres contra la violencia de género (Venezuela); Aquel invierno que gritamos (España); La Mujer Rota (República Dominicana); Fragua de Preces (España).

Algunas de sus obras son Piel de Durazno (plaquette de poesía) Taller Editorial El pez soluble; Lo que calla la noche, Ediciones del movimiento; Daño oculto, Oscar Todtmann editores.

Los poemas enviados pertenecen a este último poemario, publicado el 2015 en Caracas, Venezuela.

MANTIS

Se abre la pierna para fracturar el mundo

Y la boca
que en vano intenta desviarse
se enreda

Un caudal en ráfaga
hace estragos
los olores arañan

la lengua devora todo resto
cae rendida ante el follaje
perece

Hay presas que merecen ser mordidas.

EL ÚLTIMO ALFABETO

Te aprendí
en todos los idiomas
hasta el peso exacto de tu cuerpo

tu mirada
tus caminos

Estabas
entre mis manos
y no pude percibirte
sostuve mi puño
para no perderte

sólo la nada
me pertenece.

NOVIEMBRE CUARTO

Hoy ha muerto mi padre
sólo el movimiento de mis labios
recuerda tierra

me hago nube

en casa pequeñas islas
naufragamos en intemperie

su aliento menguó
entre mis brazos
fragmentando el suelo

cerrando mis ojos con él.

INTEMPERIE

Él le regala su último adiós
La despide con la mirada envejecida
como quien ha visto tanto amanecer a su lado
que conoce todas las noches de su cuerpo

Ella le sujeta el alma
la anuda con palabras que ya no dicen
que son sólo errancia
Promete otra noche
una última noche estragada que no sepa de mañanas
que estalle en el temblor de las carnes

Hay recuerdos que no saben despedirse.

EN EL SEMÁFORO

Ellos te miran
esconden sus miedos
lavados al sol

la armadura de cristal
separa su hambre
de tu duda

Inevitable la luz verde.

CREDO

No basta una plegaria
divagar en la tiniebla te ha extraviado
he nadado en la locura
y en tu nombre
madre
hoy me confieso

De pronto tus alas desconocieron el vuelo
y estalla en la ventana el mañana
la luz se hace miedo
te pierdo

No supe de esta oscuridad que eras
y deshago los peldaños que me llevan a tu infierno
ya no hay camino en ti

Se diluyen los días que te nombran

Nunca has sabido levar anclas
quizá por eso el naufragio
la deriva en los ojos.

PEREGRINACIÓN

Yo nunca pedí esta guerra

ni siquiera pedí la oración
que me cuelga del pecho

Yo no quería estar muerta
para pelearla desde mi tumba.

EXTRANJERA

Soy inmigrante en mi cuerpo

¿dónde el rostro
una mueca quizá,
algún trazo?

Intento extraer los restos

ni siquiera una mano
para asirme al recuerdo
ni un diente para morder la herida

mi silueta
apenas una sombra

un breve instante si te nombro.

DAÑO OCULTO

Me dejo caer en gotas sobre su lengua

Se entrega a pedazos
le devuelvo el gesto

A veces intuye que no soy suya
y me enternece

Los domingos
viene cargando abedules para mi vientre
y un trébol azul que me corre hasta los pies

Me bebo su calma cuando se duerme
le dejo toda la nostalgia en la espalda
me abrazo a sus sueños

entiendo
que aún no es el momento de decirle
que ya me he ido.

RETRATO EN SEPIA

Quizá escriba un poema que no lleve tu nombre
despojado de vacío y ausencia
que no tenga tu aroma extraviando recuerdos

trascenderá tu cielo
superará tu altura
no tendrá el azul de tu mirada
la línea perfecta de tus labios

escribiré un poema donde no hable de ti
donde no te describa sobre mi cuerpo en fuego
derritiéndome
donde no evidencie que sin ti
la felicidad es una circunstancia

no estará lleno de memorias y destinos
será escrito desde esa parte de mí que ya no habitas

Cuando llegue la hora de olvidarte.