Roberto Araya

Tu trayectoria literaria en 3 líneas…
1974, «El Sarolímido», poemas y cuentos. Soy incluido frecuentemente en revistas, diarios, textos de estudio y antologías. 2005, «Epiménides», libro con cuentos poético/metafísicos (varias reimpresiones RIL).

¿A quién le recomendarías leer esta antología?
Entre varios, Lucía Guerra Cunnigham (California); Dantón Chelén (México); Roberto Alifano (Argentina), Amalia Mosquera (España); Carla Cordua y Cecilia Sánchez.

¿Para qué sirve la literatura fantástica?
La literatura fantástica sirve para abrir la mente, ensoñar, vislumbrar otras realidades y exponer experiencias extrañas.

¿Cuál es tu última publicación (da igual el género) y dónde se encuentra?
«Epiménides» RIL Editores, Santiago de Chile.

¿Seguirás escribiendo microcuentos fantásticos?
Obvio. Lo que sueño dormido o despierto y lo que imagino, siempre me inspiran microcuentos.

Persecución

Roberto Araya

Entre el semisueño del alba lo vi levantarse sigiloso, calzarse mis zapatos, ponerse mi traje, tomar mi maletín, abrir la puerta sin hacer ruido y salir a la calle.

La somnolencia me hizo reaccionar tardíamente pero de todas maneras comencé a seguirlo.

–¡Eh, espere, se lleva mis cosas! –le grité.

Él apuró aún más su marcha.

A veces creía alcanzarlo, pero a causa de las aglomeraciones, de la tortuosidad de algunas callejas, o debido a su rapidez y mi cansancio, de nuevo se alejaba hasta perderlo totalmente de vista.

Cuando él volvía un tanto la cabeza me parecía reconocerlo aunque lo más frecuente era encontrarlo del todo extraño.

Esa noche regresé tan fatigado a mi lecho que de inmediato me dormí. Sin embargo, desperté muy temprano. Entre la semioscuridad de esa hora pude verlo allí en mi habitación todavía durmiendo el semisueño del alba.

Me levanté sigiloso, me puse los zapatos, el traje, tomé el maletín, abrí la puerta sin hacer ruido, salí a la calle y caminé rápido.

–¡Eh, espere, se lleva mis cosas! –gritó alguien poco después a mis espaldas, pero ya lejos.

Yo simulé que no oía y apuré aún más la marcha.