Juan Ignacio Colil

por Bartolomé Leal

El escritor Juan Ignacio Colil fue el ganador del concurso literario “Pedro de Oña” 2018, discernido por el jurado en enero 2019. Dicho jurado estuvo compuesto por los escritores Teresa Calderón, Carlos Iturra y José Luis Rosasco. El premio es uno de los pocos concursos que existen fuera de los del Consejo del Libro. Afirma Colil: “Me gustaría que hubiese más. Creo que los concursos son importantes en la medida que permiten mover un poco las aguas de la literatura. Los premios son un buen estímulo”.

Juan Ignacio Colil es profesor de historia y practica concienzudamente el noir de largo y corto aliento, habiendo ganado innumerables premios nacionales e internacionales. Lo suyo es el marco agobiante en que viven los habitantes precarios de la ciudad, cuyos destinos están a menudo marcados por el delito y el crimen. Su más reciente novela negra publicada en Chile es El reparto del olvido (LOM Ediciones, 2017).

Un grupo de escritores noir celebrando el premio a Colil en el Hemingway

Un grupo de escritores noir celebrando el premio a Colil en el Hemingway

La novela ganadora del “Pedro de Oña” es una novela relativamente breve (120 páginas) y se titula Espejismo cruel, que glosa una canción de Nino García. Según su autor, “es una novela que tiene bastante de novela negra. Se trata de un sujeto que siempre anda en asuntos oscuros y de poca monta y termina enredado en una trama internacional con grupos de rusos, chechenos y georgianos que andan en busca de una mujer. La mitad de la novela transcurre en Santiago y la otra parte en Osetia”.

Aún no está programada su publicación, pero es posible que algo ocurra este año, adelanta el autor.

Vale la pena señalar los dos libros anteriores de Juan Ignacio Colil, que recibieron importantes premios en el rubro policial y negro, pero que no tuvieron mayor resonancia en la prensa oficial. No se han distribuido aún en nuestro país. Uno fue por la novela Los muertos siempre pueden esperar, ganadora del concurso internacional “Córdoba Mata” de 2016, organizado en la ciudad argentina como parte de su Feria del Libro y la reunión de género negro que da nombre al premio.

Colil fue favorecido por un jurado de mucho prestigio en la materia: el mexicano Élmer Mendoza, María Inés Krimer de Buenos Aires y Lucio Yudicello, escritor residente en Córdoba. Los muertos siempre pueden esperar fue publicada en Córdoba (Argentina) por la editorial Raíz de Dos.

La crítica argentina Florencia Vercellone ha señalado: “Esta novela se sitúa en Santiago de Chile, en sus zonas más densas y oscuras, a decir verdad, donde personajes marginales sobreviven –casi con necesaria delincuencia- a un mundo que les es indiferente. En esa atmósfera de crimen y desdicha, un joven mapuche se ha quitado la vida –o así lo hacen ver los indicios en su pequeño apartamento- y allí irá el detective Larrondo, como parte de la Brigada de Homicidios a investigar el caso”. La comentarista concluye: “La literatura, una vez más, hace justicia simbólica con los hechos”.

El jurado expresó en el acta de premiación: “Un argumento sólido, un ritmo y una tensión sostenidos y la eficacia con la que se describe la atmósfera oscura y penosamente cosmopolita de un Santiago de Chile poco conocido, en la que sobrevuela la sombra de la dictadura”.

Por su parte, Leandro Calle en un reseña en la revista “El corredor mediterráneo”, señala: “Chile, que ya tiene una narrativa de género negro consolidada y conocida a nivel internacional … llega ahora a Córdoba (a partir de una editorial local) con Juan Colil Abricot, un autor que vale la pena leer.

Cabe mencionar también el premio “Cosecha Roja” que Colil ganó en España y que fue publicado el año 2017. Una novela negra titulada Un abismo sin música ni luz, y de la cual el crítico Óscar Brox escribió en la revista Détour (Enero 2019): “En Un abismo sin música ni luz, la dictadura de Pinochet está presente en cada una de sus páginas; tanto da si la acción de la novela salta del Chile de los años 80 al presente. Se trata, en definitiva, de una presencia ominosa capaz de contagiar cada estrato de la realidad, cada rincón del paisaje y a cada uno de los personajes”.

El crítico pone énfasis en lo que es el nudo central de esta novela: “De los numerosos crímenes que se cometen a lo largo de la novela, el más grave de todos es contra la memoria. Contra nuestra capacidad de sacar a la superficie, tanto tiempo después, el pasado turbulento que ha sido parte de la historia de un país”.

Óscar Brox infiere un elemento interesante para todos los que somos cultores del género negro: “A diferencia del relato criminal europeo, perdido en un maremágnum de malas novelas y booms literarios desnortados, el noir del Sur de América sabe cómo hacer de las numerosas heridas abiertas de su historia reciente el combustible para sus ficciones”.

juan ignacio colil abricot un abismo sin musica ni luz

Portada de la novela de Colil ganadora del premio “Cosecha Roja” 2017