Por Orietta de la Jara
La vida física en la Tierra es un suspiro, es un tiempo limitado, hay que aprovechar cada minuto para aprender, ganar conocimiento de lo que nos interesa y no usar el corto tiempo en absurdos que no nos importa ni dan provecho.
Albert Camus expresó “puede que lo que hacemos no traiga la felicidad pero si no hacemos nada, no habrá felicidad”.
Creo que el hombre a pesar de tener una vida sin sentido, sabiendo lo absurda que es su vida, puede encontrar la felicidad. El problema se presenta cuando al darse cuenta de ese absurdo y que la felicidad está a un paso, no lo tome o simplemente lo deje pasar para después.
El ideal, “que no es”, pero lo ideal sería, que el hombre al tomar conciencia de lo absurda de la vida que lleva, cambiara los patrones dándose una oportunidad para ser feliz. Creo que cuando el hombre pierde el sentido a lo que vino a esta vida, puede llegar al suicidio.
No me refiero solo a quitarse la vida física, sino también a suicidarse en vida, estar muerto por no vivir disfrutando de lo que le gusta.
Hay un proverbio árabe que dice “Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”.
Hace un tiempo leí, por ahí, unas letras que me dieron que pensar con respecto a vivir en vez de morir o mejor dicho pasar por la vida sin ser vista
En el año 2001 escribí lo que siempre me había preocupado en el libro “Sentimiento de Mujer” que dice:
HAZ ALGO
Silencio que el olvido va teniendo
no se nota en mi mente testaruda
imposible con fronteras y viviendo
las persigo, ya mi alma está desnuda.
El olvido entre el silencio se esconde
como bosque ruidoso nocturno
con la luz siempre alguien responde
hasta notar, aunque sea esto absurdo.
El crepúsculo resplandece, sin el miedo
que causaban a mis fibras juveniles
como nubes arrancando por el cielo
se quedaron los temores puberiles.
No es grave morir; sino, no vivir
Como la noche escondida en la noche
Nadie logrará saber algo de ti
Si de muestra no hay siquiera un derroche
Otro absurdo del hombre es que sabiendo el resultado negativo o el castigo a que va a ser sometido, insiste en seguir adelante, se condena a la rutina sin darse la posibilidad de liberarse. Esto por miedo o simplemente estupidez como dijo Goethe, dramaturgo alemán, “Contra la estupidez, hasta los dioses lucharon en vano”
El hombre se somete a suplicios incesantes, puede dejarlos, pero absurdamente sigue haciendo lo que no le gusta o viviendo o saliendo con personas que le hacen daño siendo nefastas para su salud y vida. Se consumen poco a poco pudiendo ponerle fin en un minuto. Vive una vida que no le gusta, que le molesta y sigue adelante sin cuestionar, sin renunciar, consciente o inconscientemente sin una explicación.
Es un cuestionamiento a la condición humana, es un debate de los problemas morales de nuestra época. Sensibilidad absurda y otra vez lo mismo. Insiste en vivir una vida que rechaza desde su fibra más intima a pesar del peso y costo que signifique.
Gustave Flaubert, escritor francés, dijo “El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. Esa es la razón del porqué se nos escapa el presente”.
Estamos sometidos a las voces del pasado, rodeados de mitos que se dice que alguien dijo, sin tener claro de dónde vienen. Costumbres arraigadas en cada hombre que se realizan sin sentir ni estar conscientes si son o no importantes en nuestra vida como celebraciones de bautizos, navidades, años nuevos, matrimonios, muerte. Cuando alguien rompe este esquema el mismo hombre se alegra por la valentía del otro o lo critica por no ser capaz de hacerlo él mismo. Estos mitos vividos por otros los repetimos una y otra vez siendo que el hombre es singular e irrepetible a través de los tiempos.
No logro entender porque el hombre se somete a gente contraria a sus gustos, necesidades, a una vida entera a trabajar diez o más horas, lejos de sus seres queridos sin disfrutarlos, consumiéndose encerrados en una oficina para comprar cosas que nunca va a disfrutar.
Estoy consciente que debemos estudiar, comer, vestirnos, pagar por usar el territorio en que nos tocó vivir, pero muchos de nosotros nunca ponemos término a esa “necesidad” de acumular cada día más cosas que a la tumba no nos podemos llevar.
Hoy que estoy en el invierno de mi vida, he logrado comprender que todo lo que me molestó durante mi vida pasada, estuvo en mis manos ponerle termino pero faltó la valentía para hacer y dejar de hacer para no molestar al mundo que me rodea. Siempre hay tiempo para negarse a continuar en algo que no es de tu agrado, a juntarte con gente que no te aporta nada para querer vivir siendo, que
somos libres, nacimos libres capaces de pensar y decidir por nosotros mismos y lo importante es que siempre hay tiempo para tomar la vida en tus propias manos no importa la edad que tengas, sea largo el tiempo o corto vale la pena ser dueño de tu presente. Lo que fui, ya no soy, no sufrir por el pasado y que el futuro sea una sorpresa.
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…