Des-pa-cito

Por Raúl Bravo Villagra

Un evento circulatorio me llevó a la clínica anoche a las 4 A.M. Le pregunté al médico si acaso ese evento se podría haber debido a mi exceso de inteligencia. Como lo dije muy serio, y entorné los ojos como extraviado e hice un par de tics nerviosos con el hombro y el ojo derechos, al parecer me creyó. No alcancé a decirle que era una broma, y llegaron varios otros médicos y me sometieron a un intenso interrogatorio, no me atreví a decir nada de la broma… Me preguntaron en qué país estaba, en qué ciudad, qué día, mi nombre completo, tóquese la nariz, sígame el dedo con el ojo izquierdo, ahora cierre los ojos, levante las manos, hágalas girar en redondo… cuál es el actual candidato presidencial más chanta… le contesté que lejos el más chanta era uno de bracitos cortos, ahí se dieron cuenta de que no era tan grave el daño neurológico que suponían. Mientras tanto me pinchaban con una aguja el dedo gordo del pie, me golpeaban la rodilla. Asumí que ya ellos suponían en mí un coeficiente intelectual superior, así es que comencé a equivocarme a propósito para no asustarlos. Agregué que quería mejorarme lo antes posible para ir a una Notaría a firmar por Bernardo O`Higgins para que ganara fijo en primera vuelta. Ahí decidieron ingresarme a Neurología, me preguntaron por golpes en la cabeza…, si nací por parto normal o cesárea, en fin…, tanta alharaca por un alza de presión que ya se me había pasado y yo ya estaba normal, yo ya estaba normal… nórmál nor, nor… Des-pa-cito, tatatatatatatannn, des-pa-cito… me llevaron al Sal-va-dor…

Raúl Bravo Villagra (1943). Cirujano Dentista, residente de Viña del Mar.