Sergio PintoPor Sergio Pinto Villalobos

La Décima Espinela:

Diez versos octosílabos consonantes, (abbaaccddc)

Forma métrica que viene del Siglo de Oro español

Se le atribuye al poeta español Vicente de Espinel (1550-1624)

Se difundió por América, durante el periodo colonial.

 

 

            01

¿Por qué tú eres quién eres

y no fuiste otro ser,

con diferentes saberes

con distintos pareceres?

Aun si lo ignores o niegues

origen , determinismo,

calco de igual algoritmo,

análogo barro nos llena.

Cualquier vida será plena

si hay consciencia de sí mismo.

 

02       

¿Me pregunto si te pasa

que en esta vida moderna

la prisa que nos enferma

esconda tras su viveza

esa oscura pobreza

de contrato comercial

mutando en artificial

la  natural alegría

y el gozo de cada día

en los pasillos del “Mall”?

 

03       

¿Has pensado tú en la muerte?

¿Esa elusiva certeza

que a toda razón la fuerza

en  herida permanente

y te asalta de repente

estando en cualquier suceso

y en hielo te deja preso

con un frío que apuñala

extendiendo así sus alas

para el viaje de regreso?

 

04       

¿A quién tú irías a ver

si supieras que mañana

las personas que tú amas

todas van a fallecer?

¿Cuál es tu último poder

para hacerte soberano

y brindarte como hermano

aliviando sus penurias

y perdonarte las tuyas       

con real amor de cristiano?

 

05       

¿Qué consejo le darías

a un niño del tercer mundo

que de sus ojos profundos

brota el dolor cada día?

Abusados, sin comida,

desnutridos y explotados

Ínfimamente pagados

alimentan la gordura

la codicia y la locura

del  mundo desarrollado.

 

06       

¿Sabes tú alguna cosa

que te haga diferente

cuando juzgas a la gente

con arrogancia espantosa,

con ironía dudosa

cual ángel divinizado

de si narciso pagado

superior en jerarquía?

¿Rendirías  pleitesía

a tal monstruo acomplejado?

 

             07

¿Estarías tú dispuesto

a entregar años de vida

haciendo un pacto a escondidas

con ese “coludo” infesto?

Te promete ser perfecto

gozar de toda riqueza

placer en cada belleza…

¿Cuántos años restarías

enviando  tu alma umbría

a esa fea bajeza?

 

08       

¿Cuánto tiempo has esperado

por lo que debes hacer

inhibiendo  tu querer

largamente postergado?

¿Es tu vivir amargado

por tamaña indecisión?

No tendrás ningún perdón

por tan grande cobardía

apela a tu rebeldía,                                     

es tiempo de liberación.

 

            09

¿Qué consideras peor?

¿Fallar aunque ello duela

o estar siempre a la espera

acrecentando el dolor

de vivir con el traidor

escondido en la espesura

de aquella mentira oscura

inculcada en tu niñez?

Prematura invalidez

condenando a la amargura.

 

10       

¿Que mentira te creíste

de tu valía y valor

Alguien  negó el esplendor

de pureza  que naciste

y si tu miedo persiste

cierras la oportunidad

de  hacer carne tu verdad

mientras ríe el hacedor

de creerte perdedor

por tamaña necedad?

 

11

¿Quién te convenció de infante

que ser pobre era pecado?            

Naciste desheredado

y marcado socialmente.              

Estigma vil en la mente

como  falla original,

el gran pecado social

encadenando memorias.                         

¿Basura humana en la historia,

desecho colateral?

 

12       

¿Qué mentira te inventaste

para enfrentar tu dolor?

La cerrazón del temor

fue una lápida constante.  

Llegaste para ser brillante   

sin moral condicionada,                                                                   

esa impresa en tu alborada

lacerándote de niño,

asesinando el cariño                        

en tu mente programada.

 

13

¿De qué manera actuarías

si nadie fuese a juzgar                                

lo que pudieras a tomar

en tu hacer de cada día?

Tu mente que escondería

a  tu “ángel” o “demonio”

aquel extraño binomio                                                                 

disputando  en tu moral

su elección de bien o mal

en precario matrimonio?          

 

14

¿Eres tú el tipo de gente

que adoptarías de amigo,

por conocer al dedillo

tu laberíntica mente?

¿Sabes de ti suficiente

para lavar cada herida?

¿Qué hará esa infamia escondida

cuando sientas el llamado?                   

¿Estarías a tu lado

cuando termine tu vida?

 

15

¿Si dicen que reencarnamos

y no tenemos memoria

de qué sirve tanta historia

si todo hacer olvidamos?

Aunque es justo que entendamos

no es asunto baladí,

porque dicen que es aquí

donde pagamos el “karma,”

cuando vuelve nuestra alma

con su recuerdo de sí.

 

16

¿Escuchas la percusión

de ese latido perfecto

afanándose en directo

con el fuelle del pulmón?     

Tus órganos en  comunión

trabajan  con fluidez.                         

¿Querrías tú alguna vez

sentir correr tus fluidos

discurriendo como un río,    

por tu impasible sandez? 

 

17

¿Quién eres tú y qué somos?

¿Frutos del químico azar

o de un divino crear?

Dualidad que ignoramos,

pero  si bien lo pensamos

es indivisa unidad, 

inmersos en esa verdad

espíritu y cuerpo cargamos

¿Por qué dudas arrastramos

si esa unión es claridad? 

 

18

Si la unión es claridad

cuál es el mal que separa

nos divide y nos compara

a toda la humanidad?

¿Segregamos por fealdad

por ser gordo, flaco o chico

por ser pobre, negro o rico

mercadista o socialista

agnóstico o teísta …

¡Ya paremos este circo!

 

19

¿ A qué motivos jugabas

en tus duros diecisiete?

Cuando la sangre arremete

y lujos de inmortal te dabas,

duda y razón postergabas

por hormonas cada día,

pasión y razón confundías

entre tus muchos amores?  

¿Ahora, experto en dolores,

qué consejo te darías?

 

20

¿Qué consejos te darías?

Tú, con esa belleza ajada

si vas triste, amortajada                           

perdida toda alegría,

porque de joven creías

que no ibas a envejecer?

Y ese inmenso poder

erótico de tu cuerpo

Se marchitó con el tiempo

¿Hoy, qué dice tu saber?

 

21

¿Hoy qué dice tu saber?

¿Vas ligero de equipaje?

Cuando termine tu viaje

que te puedes responder?

¿Cultivaste el comprender,

o acumulaste dinero?

¿Hiciste examen somero

si era de más valor

la fama y el esplendor

o tu conciencia primero?

 

22

¿Si es tu conciencia primero

en qué tierra la cultivas?

O dejas a la deriva

tu libre albedrío entero.

¿Desmalezas el sendero

que lleva a la sabiduría,

o buscas la compañía

de la fuga y la evasión,

dejando la solución

a una incierta lotería?

 

23

¿Cuál es el real motivo

que se oculta con gran maña?

De su sombra nos engaña

manteniéndonos dormidos,

somos así sus cautivos

con la mente dividida

y esa verdad escondida

es el motivo ulterior,

si afrontamos su esplendor:

¡Ni cicatrices, ni heridas!

 

24

¿Qué ley es más importante

la biológica natural

o la jurídico ideal,

cuando obligado a salvarte

de una agresión infamante

te defiendes de inmediato

infringiendo ese mandato          

que te juzga criminal

y cuyo dictamen final

es aberración de facto?

 

             25

¿Entre el corazón y el pulso

debe existir consistencia

y para igualar a la ciencia

equilibrio en el discurso?

Entre lo dicho y lo hecho

debe primar madurez,

o en fingida lucidez

hacer poco es confundir

si llena la boca el decir

engañando con doblez.     

 

26

¿Cuál es tu cuerpo ideal

el formado en siliconas,                              

pechos, glúteos, feromonas?

¿O aquel nacido real

sin la presión cultural

que uniforma la belleza,

ignorando esa nobleza    

perfeccionada de antaño

en diez millones de años 

de sabia naturaleza?

 

27

El sexo como instrumento

es goce mecanizado?    

¿Juega solo en ese lado

del éxtasis del momento?

Vano será cada intento

de ser uno con el otro

si la bestia mora dentro

y en el fango de las camas 

tañeran tristes campanas

por los orgasmos que han muerto.

 

28

¿Sientes tú cada segundo

a la guadaña del tiempo

Segando en cada momento

este pasar moribundo?

Inmerso en lo profundo

de la vida cotidiana

sordo al clarín de la diana

marcándote cada hora                  

tu inconsciencia se demora

olvidándose el mañana.

 

29

¿Juguemos hoy a morir?

Aunque sea falsedad,

escríbelo con brevedad

tu goce y dolor de vivir.

Has dejado de sentir  

desaloja tus rencores

tus alegrías y amores.

No hueles, ni oyes, ni tocas,

ningún sabor en tu boca.   

Sobre tu urna tres flores.

 

             30

¿En el espacio y la carne

se juega lo material?

Por evidente o esencial

es contrario a todo fraude

y más temprano que tarde,

así vivamos en risas

o sea la suerte enfermiza,

el cerebro y su esencia 

donde habita la conciencia, 

se convertirá en cenizas.

 

31

¿Tiene un sentido la vida?

Dímelo tú ahora mismo,

dejemos el conformismo

detengamos toda huida,

no aceptemos esa herida

de vivir en la ignorancia

revelemos la sustancia:

¿Es todo divina norma

o sólo es química forma?

Descubramos su fragancia

 

             32

No respondo por el tiempo

se contrae y se dilata

su discurrir se desata

en un fluir que contemplo

en su latido yo tiemblo

es de Cronos esa hoguera.

¿Somos chispas en las eras

consumidas velozmente

en el soplo incandescente

del final que nos espera?  

 

33

¿Qué piensas tú del trabajo,

es un laborar bendito

u obligado hacer maldito

de explotación a destajo?

Hablemos sin desparpajo:

El trabajo es vida misma

y no requiere sofismas

si el salario que faenas

sirve a tu familia plena

sin que te rompan la crisma.

                                                                                                                                                          34                                                                                                      

¿El problema es de etnia?

¿El problema es de edad?

No, el problema es falsedad

de ese poder que porfía

en velar la economía

como causa original

de toda pobreza y mal

que impera en nuestro planeta

segando vidas completas

por un arbitrio inmoral.

 

             35

¿Somos uno con la tierra?                     

¿Somos vida inseparable?

Todos somos miserables

si no paramos las guerras.

Temor latente a la espera

del holocausto final

coma ético ambiental

de plutocracia insensible,

avaricia corruptible

e indiferencia esencial.

 

36

¿Seguiremos destruyendo

A esta barca sideral?

Humus en vuelo espacial

hacia lo ignoto profundo.

Tu útero es este mundo 

de todos es nuestra madre          

y a cualquiera que no cuadre       

emigre a otro planeta

y succionen otra teta                                       

hasta enfangar todo su aire

 

37

Hijos somos de esta hembra

en su regazo viajamos

nos concibió como hermanos

somos del cosmos la siembra

si esta verdad no te asombra

es que no tienes consciencia

serás cómplice en potencia

de exterminar las especies.

¿Te preguntas si mereces

indulto por tu inocencia?

 

38

¿Qué cambiarías del mundo?

Nos queda poco planeta

la atmósfera está repleta

de gas y aire nauseabundo

lo tenemos moribundo

expoliando su riqueza,

cavando nuestra pobreza

por codicia e inconsciencia.

No salvará ni la ciencia

a esta viviente corteza.

 

             39

¿Oyes cómo el tiempo suena

en su silencio de tumba

y la carne se derrumba

en sacrificios y penas?

Oponerse a esa condena

es trabajo permanente,

es el fluir de la mente

sin un hacer angustiado.

Ni futuro ni pasado.

Vivamos solo el presente.

 

            40

Solo hay una realidad

la materia es lo visible

la consciencia lo invisible,

son dos pies de la verdad.

No existe disparidad.

Materia y espíritu son

comburente y combustión,

no se pueden escindir,

cuerpo y alma es un fluir…

¿Lo sientes con igual pasión?

 

41

¿De qué cosa estás huyendo?

Es tiempo que te detengas.

Por donde vayas o vengas

la muerte se está acercando

El tiempo se va fugando

entre tus dedos de arena,

es tu sentencia y condena

reviértelo de una vez,

ágil, se tu propio juez

rompe ahora tus cadenas.

 

42

¿Dime con sinceridad

cuál será tu pensamiento

en ese último aliento 

cuando enfrentes la verdad?

¿Será sin miedo y maldad?

¿Gozoso por lo elegido,

o culpable, arrepentido?

¿Sólo polvo en la memoria,  

con una insípida historia

sin certeza en lo vivido?

 

Sergio Pinto. Santiago, 1944. » Estas décimas se gestaron, primero, para “soltar la mano” a propósito de un cíclico “síndrome de abstinencia poética” que me culpa cada tanto, y me impele a emborracharme con ese cóctel adictivo y bautismal de la escritura, exorcizándome de todo pecado, (hasta nuevo aviso). Oficio, de tiempo compartido, en el cual puedo expresar y purgar el sedimento intoxicante acumulado en la rutina diaria y en el tufillo malsano cargado de individualismo sin horizonte que se libera en la atmósfera de nuestra época.  En segundo lugar esta forma poética, la Décima Espinela, inventada hace cuatrocientos años, me constreñía, con su formal estructura, como desafío para integrarle un “novedoso” contenido, experimental para mí, pero, un viejo camino recorrido por miles de poetas, con más fortuna y numen que el mío, como nuestra apreciada Violeta.»